Bloomberg Businessweek

Éste es el cuento del príncipe que estuvo 83 días encerrado en el Ritz

El príncipe Alwaleed bin Talal permaneció retenido en un hotel por orden de su primo y su tío, ahora buscar limpiar su nombre mientras regresa a las inversiones.

El príncipe Alwaleed bin Talal ha sufrido algunos golpes en su camino al convertirse en el inversionista más rico de Medio Oriente y una de las caras más reconocibles de Arabia Saudita.

En la década de 1980 se fue a la quiebra. En 2008, durante la crisis financiera, perdió miles de millones de dólares en Citigroup Inc. Pero nada se compara con la humillación que sufrió en los últimos meses. En noviembre pasado, el tío de Alwaleed, el Rey Salman, y su primo, el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman, hicieron una redada gubernamental de presuntos estafadores, malversadores y blanqueadores de dinero que fueron detenidos en el ahora infame hotel Ritz-Carlton de Riyadh. Alwaleed estuvo encerrado 83 días.

Su arresto fue un premio para un gobierno ansioso por mostrarle a su gente que ningún saudí estaba exento de una represión en curso contra fraude: su fortuna de 17 mil 100 millones de dólares lo coloca en el puesto 65 en el Bloomberg Billionaires Index. Y su perfil internacional, forjado a través de amistades y asociaciones comerciales con personas como Bill Gates y Rupert Murdoch, rivaliza con el del Príncipe Mohammed.

El gobierno ofreció a los detenidos una dura elección: pagar, firmar una admisión de culpabilidad y salir libres, o rechazar la propuesta y quedar detenidos. Según un informe del Wall Street Journal, el precio de la liberación de Alwaleed fue de 6 mil millones de dólares. Las negociaciones se llevaron a cabo en secreto y el gobierno nunca reveló ningún cargo ni presentó ninguna prueba.

La siguiente es una versión de la entrevista realizada en marzo, ligeramente editada para mayor claridad.

Erik Schatzker: en primer lugar, ¿por qué fue arrestado?

Príncipe Alwaleed: Bueno, no utilizaría la palabra "arrestado" porque fuimos invitados a la casa del rey y luego nos pidieron ir al Ritz-Carlton. Así que fue hecho con honor y dignidad, y nuestro prestigio se mantuvo.

¿Entonces la palabra “arresto” es para aquellos que cometieron un crimen, que admiten su culpa?

Exactamente. Pero en mi caso, sabes, es muy diferente.

Entonces, ¿nunca hubo cargos? ¿Alguna vez le acusaron de algo?

No hubo cargos debido a que tengo una responsabilidad fiduciaria con mis accionistas en Kingdom Holding, con mis amigos en Arabia Saudita y con la comunidad mundial, porque tenemos inversiones internacionales por todos lados, es muy importante decir que no hubo acusación y cero culpabilidades.

Usted ha descrito todo el proceso como un malentendido, ¿un malentendido de qué?

Cuando digo malentendido es porque creo que no debería haber estado allí. Ahora que me fui, diría que he sido reivindicado. Sin embargo, tengo que reconocer, por primera vez, que sí, tenemos con el gobierno un acuerdo para el futuro.

¿Qué significa eso?

Es muy confidencial. No puedo entrar en eso. Pero hay un acuerdo confirmado entre el reino de Arabia Saudita y yo personalmente.

¿Eso requiere que haga ciertas cosas?

No necesariamente. No puedo entrar en eso, porque es confidencial y secreto entre el gobierno y yo. Pero tenga la seguridad de que esto realmente no me limitará.

¿Qué quería el gobierno de usted?

No entraré en las discusiones que tuvieron lugar con los representantes del gobierno.

Debieron haber querido algo.

Leí lo que escribían, que querían un trozo de A o B o C de lo que tengo. Fueron puros rumores.

Según un informe querían 6 mil millones de dólares.

Leí 6 mil millones, leí que era más que eso, menos que eso.

¿Le costó algo irse? ¿Tuvo que pagarle al gobierno, tiene que entregar alguna tierra, tiene que entregar acciones?

Cuando digo que es un acuerdo confidencial y secreto, un acuerdo basado en un pacto confirmado entre el gobierno de Arabia Saudita y yo, debes respetar eso.

El asunto de la reputación de Alwaleed

Kingdom Holding ya está hablando con los prestamistas acerca de obtener hasta 2 mil millones de dólares en financiamiento de deuda, "municiones", dice el príncipe, para su próximo negocio.

Toda esta dura experiencia ha afectado su reputación. La gente seguirá creyendo, sin importar lo que me diga, que debido a que estuvo en el Ritz-Carlton debe ser culpable de algo. Debe darse cuenta de eso.

Cuando lo detengan, seguramente algunos miembros de la comunidad empresarial, algunos miembros de la comunidad bancaria dirán que tienen dudas. Ese es mi trabajo en este momento, interactuar, reunirme con todos ellos de forma individual o conjunta y contar mi historia.

Entiendo que no va a ser nada fácil, porque algunos bancos y algunas personas de la comunidad empresarial tendrán dudas. Ellos dirán, “¿Qué está pasando?” Sin embargo, les aseguro que todo es normal, que todo ha vuelto a la normalidad, y que estamos funcionando como estábamos antes.

Seguramente sería de ayuda si el gobierno dijera: "Alwaleed no hizo nada malo, fue un malentendido, no pagó nada para irse, sigue siendo un ciudadano saudita bien portado". Eso no ha sucedido.

Todos estos puntos fueron cubiertos en las pláticas que tuvimos con la autoridad, en el acuerdo entre el gobierno y yo. El hecho de que te estoy hablando ahora, y estoy diciendo todo con sinceridad y honestidad, y el hecho de que el gobierno no va a decir: "Alwaleed está equivocado", es una aprobación de lo que estoy diciendo.

Por lo tanto siente que debe hablar, que tiene que limpiar su nombre porque ha sido difamado.

Necesito limpiar mi nombre, eso es en primer lugar y aclarar muchas de las mentiras. Por ejemplo, cuando dijeron que me torturaron, me enviaron a una prisión, ya saben, durante mis 83 días en el hotel Ritz-Carlton. Todo esto fueron mentiras. Me quedé allí todo el tiempo. Nunca fui torturado.

Dentro del Ritz-Carlton

A lo largo de tres meses, 381 saudíes fueron trasladados y encerrados en el Ritz-Carlton de la capital saudí, que cuenta con 492 habitaciones, 21 hectáreas de terreno y 18 mil metros cuadrados de espacio para conferencias. Muchos se fueron rápidamente. La estadía de Alwaleed fue una de las más largas. El príncipe dice que se lo mantuvo en la habitación 628, una suite real de mil 394 metros cuadrados.

¿Cómo pasó el tiempo?

Muchos deportes, caminar mucho, meditar mucho, mirar muchas noticias, rezar mucho.

¿Cómo era un día típico?

Me iba a dormir a las 6 o 7 en punto de la mañana y luego me despertaba alrededor del mediodía. Rezamos cinco veces al día.

¿Tuvo acceso a la televisión, a los periódicos?

Tenía acceso a todo, a todo.

Entonces, ¿nadie en el exterior sabía lo que estaba sucediendo adentro, pero los que estaban dentro sabían todo sobre lo que estaba pasando afuera?

Exactamente. Es por eso que pude obtener información sobre esta supuesta tortura.

Entonces, ¿no fue lastimado o maltratado de ninguna manera?

Ni un ápice

¿Está seguro de que nadie más que estuvo en el Ritz-Carlton sufrió algo parecido al abuso, la tortura, ni siquiera fue maltratado?

Tal vez alguien trató de escapar o hacer algo loco. Tal vez fue sofocado y controlado. Tal vez. Pero seguro que no había nada que pudiera llamarse tortura sistemática.

¿Le permitieron hablar con otros detenidos?

No. No hay dos personas en el Ritz-Carlton que puedan hablar entre ellos. Incluso en mi caso. No vi a nadie No hablé con nadie.

Le permitieron hacer algunas llamadas telefónicas. ¿A quién y bajo qué condiciones?

Llamé a mi hijo, a mi hija y mis nietas. Y hablé con los directores de mis compañías, el CEO de Kingdom Holding, el jefe de mi oficina privada y el secretario general de mi fundación.

Tratando con el príncipe heredero

Durante más de 70 años, el trono saudita ha pasado de un hermano a otro, pero Salman rompió con el pasado: primero le dio a su hijo el control de varias carteras del gobierno y luego lo elevó el año pasado al grado de príncipe heredero. Los planes del Príncipe Mohammed incluyen Visión 2030, un programa económico que podría hacer que Saudi Aramco, la compañía petrolera más grande del mundo, se haga pública. Los cines, prohibidos desde principios de la década de 1980, están de vuelta y en algunas partes de la capital las mujeres caminan sin la cabeza cubierta. A partir de junio, se les permitirá conducir por primera vez desde 1990.

¿Cómo fue ser cautivo de tu primo?

No fue fácil, tengo que confesarlo. No es fácil ser retenido en contra de tu voluntad. Pero cuando me fui tuve una sensación muy extraña. Reuní a todos los directores superiores de mis compañías y a todos mis confidentes más cercanos y les dije: "Les juro que tengo total serenidad, completo consuelo, sin rencor ni malos sentimientos".

¿Eso es porque simplemente tiene que seguir adelante?

No. Soy un nacionalista. Soy patriótico. Yo creo en mi país, así que no voy a dejar que este trago tan amargo me lleve a desear venganza y me ponga en contra de mi tío, mi primo, mi nación y mi gente.

¿Cómo describiría su relación con el Príncipe Mohammed?

Es más fuerte ahora. Eso es impactante para muchas personas, incluso para mi gente.

¿Lo ha perdonado?

He olvidado y perdonado todo el proceso por completo. Está detrás de mí.

¿Con qué frecuencia están en contacto?

No pasan ni tres días sin que le envíe mensajes de texto o lo llame y hable con él.

¿Usted y él hablan casi cada tercer día?

Mandamos mensajes de texto, pero hablamos con menos frecuencia. Apenas pasa una semana sin que nos comuniquemos.

El Príncipe Mohammed tiene un gran plan para la transformación de la economía saudí y la sociedad de su país. ¿Sigue siendo solidario?

Sí. Su visión tomó muchas de mis ideas, pero las multiplicó. Tuve la idea del fondo soberano de riqueza. Hablé sobre la salida a bolsa de Aramco. Los derechos de las mujeres, las mujeres que compiten en la sociedad, las mujeres que conducen, todas estas son cosas que pedí. Cualquier persona que no respalda a Mohammed es un traidor.

Navegando por la nueva Arabia Saudita

El príncipe heredero también se ha convertido en el mayor inversor saudí, llevando decenas de miles de millones de dólares del estado a empresas como Uber Technologies Inc. y fondos administrados por Blackstone Group y SoftBank Group.

¿El gobierno quiere que desarrolle y mantenga relaciones con los jefes de Estado y los directores generales de las empresas multinacionales?

Cuando salí no había condiciones para mí, lo que significa que mi vida es como de costumbre. He estado en contacto con muchos jefes de Estado, en Europa y Medio Oriente. Todo es normal

¿Puede viajar?

Seguro que puedo.

¿Sabe si el gobierno está monitoreando su paradero?

No estoy preocupado por eso.

¿Y sus cuentas bancarias?

Todo ha vuelto a la normalidad

Usted está buscando inversiones extranjeras y también lo hace el Fondo de Inversión Pública, el fondo soberano de riqueza de Arabia Saudita. ¿Eso no los pone en competencia?

En realidad estamos en contacto para participar en muchos proyectos. Hemos sido invitados a formar parte de otro proyecto en Riad, la capital, donde habrá un gran centro de entretenimiento, ya sabes, tipo Disney. Estamos en hoteles, estamos en los medios y en el entretenimiento. Entonces no, no hay competencia, nos complementamos.

¿Qué hay de la coinversión? ¿El Fondo de Inversión Pública invertirá junto a Kingdom Holding, o quizás junto a Rotana o al Prince Alwaleed personalmente?

Sí, esto es algo que va a suceder. Estamos ya en conversaciones en este momento con el fondo sobre ciertos proyectos que hay en ciernes.

¿Proyectos domésticos o emprendimientos internacionales?

Domésticamente, para empezar. El príncipe heredero está de gira por Occidente. Se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca, y está tratando de atraer capitales a Arabia Saudita.

Dada su experiencia en el Ritz-Carlton, ¿qué tan bien se siente al presentar un frente común con el gobierno, el mismo gobierno que lo encerró en el hotel?

Apoyo a Arabia Saudita, apoyo a mi gobierno, apoyo al Rey Salman y el Príncipe Mohammed bin Salman completamente. Antes, durante y después de la detención.

A la gente le resultará difícil de entender.

No entienden que estás hablando con una persona que es miembro de la familia real. Todos somos un solo partido aquí, uno solo. La familia gobernante de Arabia Saudita. Entiendo que suena raro para las personas. Dirán: "¿Han sido detenidos por el rey y por el príncipe heredero y todavía los están apoyando?".

Debe preguntarse qué tan cómodos estarán los directores generales de empresas invirtiendo en Arabia Saudita, sobre todo después de ver el método de resolución de disputas de la familia real saudí.

Ellos son los que decidirán sobre eso, pero puedo hablar en mi propio nombre y puedo decirle que es lo de siempre: van a invertir en Arabia Saudita.

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