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El ‘pequeño paso’ que falta para que la mariguana sea el nuevo ‘oro verde’ de los mercados

El cannabis podría convertirse en un activo de inversión valioso conforme se acelera la legalización.

En medio del desplome del mercado de valores el 10 de octubre, las acciones del productor de cannabis Aphria subieron cerca de 17 por ciento después de saberse que el gigante tabacalero Altria Group estaba interesado en comprar una participación en la compañía.

Otras acciones del cáñamo repuntaron tras la noticia, así como las de la propia Altria.

El frenesí que viven los inversionistas por la mariguana ha impulsado las acciones de las compañías de todo el sector. El índice Global Cannabis Competitive Peers Index de Bloomberg Intelligence subió hasta un 103 por ciento en los doce meses previos al 28 de septiembre, superando al oro, al bitcoin y al índice S&P 500.

El entusiasmo de los inversionistas no se ha visto frenado por el hecho de que la mayoría de las acciones de la mariguana no reportan beneficios.

Las compañías más grandes tienen un ratio precio-ventas en el orden de los tres dígitos.

Canopy Growth, que está valorada en 11 mil 400 millones de dólares, actualmente cotiza en un ratio precio-ventas de 132, y Aurora Cannabis, valorada en 9 mil 200 millones de dólares, cotiza en 106. Por otra parte, el ratio de GW Pharmaceuticals está en 231. En comparación, Apple y Amazon.com tienen ratios de aproximadamente 4.

Las tres principales compañías que son parte de la industria de la mariguana representan cerca del 30 por ciento de la capitalización de mercado de las cien principales empresas que tienen presencia en el índice del cannabis de Bloomberg Intelligence.

Sin embargo, fuera de estos mercados accionarios, la planta ya está tardando en despegar. Dado que sigue siendo ilegal a nivel federal en Estados Unidos y México, hay muchas barreras que las compañías tienen que superar antes de que la mariguana llegue a convertirse en un activo financiero en todo el sentido de la palabra en la región.

Aleafia Health, una compañía con sede en Ontario que cultiva la planta y opera clínicas de mariguana medicinal en Canadá, solicitó recientemente cotizar en el Nasdaq.

"Debido al frenesí en la industria, miles de millones de dólares se están recaudando a través de las participaciones accionarias", dice al respecto Benjamin Ferdinand, quien se desempeña como director financiero de Aleafia.

Las acciones de su empresa ya cotizan en la Bolsa de Valores de Toronto. Pero si quisiera comenzar a participar en el mercado financiero de Estados Unidos, Aleafia no podría tener ningún tipo de operación en territorio de ese país.

Por ello, las compañías que tienen operaciones en Estados Unidos, como MedMen de California y Green Thumb Industries de Chicago, cotizan en la Bolsa de Valores de Canadá, con una regulación que es menos estricta.

En el primer semestre de 2018, la bolsa canadiense recaudó en financiamiento unos mil 400 millones de dólares canadienses, gracias en gran medida a la industria de la mariguana, que representó más del 70 por ciento de esa cifra.

"Los bancos, la fuente tradicional de capital para las empresas emergentes, son cautelosos pero cada vez están más interesados", afirma Christopher Barry, quien es abogado de Dorsey & Whitney LLP y asesora a compañías de cannabis sobre financiamiento y fusiones y adquisiciones.

Los bancos más grandes de Canadá no solo se juegan su reputación, también pueden entrar en conflicto con los reguladores en Estados Unidos, donde muchos tienen operaciones sustanciales.

De las tres mayores empresas de cannabis que cotizan en bolsa, solo Aurora Cannabis, de Edmonton, ha amarrado un préstamo a largo plazo y una línea de crédito de un banco importante, el Banco de Montreal.

Ferdinand dice que la industria va a necesitar "un acceso más tradicional al capital" para crecer y que su compañía está en conversaciones con los bancos para llegar a establecer líneas de crédito totalmente formales.

Obtener préstamos tradicionales es todavía más complicado en un país como Estados Unidos, donde un banco no puede cobrarse con esos activos en caso de que el prestatario incumpla un préstamo, explica Daniel Shortt, abogado corporativo del bufete Harris Bricken McVay Sliwoski LLP, que asesora a las compañías de cannabis.

Aunque las empresas de mariguana también podrían recaudar dinero mediante la emisión de bonos, no está claro que los inversionistas de esos instrumentos estén tan dispuestos a saltar a una industria sin un historial establecido.

Pese a todos estos obstáculos, el financiamiento de deuda ha estado disponible a través de canales no tradicionales, como prestamistas privados especializados u otros instrumentos de deuda estructurados, según Jesse Pytlak, analista de la firma Cormark Securities.

"Todas estas empresas están compitiendo para acceder al capital lo más rápido posible para construir infraestructura en cualquier parte del mundo donde puedan entrar", dice.

Materias primas como el petróleo y el cobre pueden echar mano de los contratos de futuros, que permiten a compradores y vendedores establecer los precios para asegurar la sostenibilidad y la rentabilidad de sus negocios.

Pero los contratos de futuros para la flor del cannabis, la planta hembra consumida por los fumadores, podrían seguir siendo un sueño imposible a corto plazo.

La razón principal: el consenso general es que la escala del producto requiere la legalización en Estados Unidos a nivel federal. Y, en segundo lugar, los precios varían notablemente en el fragmentado mercado estadounidense, una condición que no fomenta el desarrollo de un estándar industrial a nivel nacional.

Y por los diferentes métodos de cultivo, la mariguana Sour Diesel simplemente no es tan consistente como, digamos, el crudo West Texas Sour. "La flor puede tener diferentes perfiles de cannabinoides y terpenos, así como diferentes concentraciones de CBD y THC que van desde muy bajas a muy altas", explica Jonathan Rubin, director ejecutivo de New Leaf Data Services LLC, una firma que monitorea los precios del cannabis.

Él cree que el cáñamo industrial, los aceites, los aislados, los destilados y los concentrados extraídos de la planta tienen más probabilidades de ser los primeros en tener contratos de futuros. "Para negociar un futuro, debes tener un contrato estandarizado y un amplio acuerdo de la industria y la aceptación de los estándares de calidad".

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