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Administración de riesgos en dos cafés

Elías RamírezRecientemente invité un café a un amigo empresario a quien le ha ido muy bien con sus negocios ya que su éxito se lo atribuye a la administración de riesgos. Él me explicaba que sus claves del éxito incluían un olfato adiestrado para las mejores oportunidades de negocio, la contratación de personal clave y un estricto cumplimiento de lo prometido a los clientes. Lo que me dijo no me sorprendió, pero apenas estaba empezando a tomar mi café, así que le pedí que me explicara más. Me compartió que las decisiones en su empresa se toman de forma consensuada entre los miembros directivos, cada quién haciendo lo suyo, así como un cumplimiento preciso de las políticas y procedimientos documentados. Para toda decisión se analiza la dualidad del beneficio y el costo (riesgo) que implica. No hay necedades ni protagonismos, todos en la empresa conocen los negocios autorizados y su nivel de flexibilidad interna para la toma de decisiones (hay empowerment y responsabilidad sobre éstas). Asimismo, no han tenido ningún fraude, han certificado sus procesos y puesto controles donde les ha parecido necesario. Tienen un programa de capacitación para que todos los empleados, independientemente de su nivel, tengan al menos otro compañero que pudiera cubrirlos en caso de una ausencia. También tienen muchos (diversificados) clientes y proveedores. Frecuentemente se realizan simulacros para probar sus planes de contingencia o, como ellos les llaman, planes para antes, durante y después de los desastres; por lo que si hubiera una contingencia, todos saben qué hacer, sin olvidar que todas sus pólizas de seguro están activas.¡Y qué decir de su responsabilidad social para los grupos de interés! En su página de internet uno encuentra noticias positivas y mucha transparencia de lo que están haciendo. Tienen un código de conducta y un respeto absoluto de las leyes y reglamentos. Conocen sus grupos de interés y se preocupan por mantener una buena reputación.Para finalizar, mi amigo cree que si todos los que trabajamos en una empresa ponemos nuestro granito de arena y sentimos un compromiso para cuidarla, los riesgos estarán mitigados como por arte de magia. Ellos han identificado y después tomado acción contra aquellos eventos que pudieran dañar sus ingresos, provocarles costos o poner en peligro su supervivencia. Me dio una verdadera lección, ellos no necesitan matemáticas complicadas, ni siquiera tienen cálculos estadísticos, su éxito radica en que tradujeron el proceso de administración de riesgos en una serie de pasos intuitivos. Su objetivo es algo que los hombres de negocio siempre han querido tener: una empresa que les garantice una rentabilidad sin sobresaltos para muchos años. No existe una empresa sin riesgos. Es más, ¡el que no arriesga, no gana!, sin embargo, siempre es mejor conocer lo que te puede afectar, tomar las medidas necesarias e involucrar a todos en el negocio. En una empresa exitosa “todos hacemos administración de riesgos”. ¿Otro cafecito?

Elías Ramírez

Recientemente invité un café a un amigo empresario a quien le ha ido muy bien con sus negocios ya que su éxito se lo atribuye a la administración de riesgos.

Él me explicaba que sus claves del éxito incluían un olfato adiestrado para las mejores oportunidades de negocio, la contratación de personal clave y un estricto cumplimiento de lo prometido a los clientes.

Lo que me dijo no me sorprendió, pero apenas estaba empezando a tomar mi café, así que le pedí que me explicara más.

Me compartió que las decisiones en su empresa se toman de forma consensuada entre los miembros directivos, cada quién haciendo lo suyo, así como un cumplimiento preciso de las políticas y procedimientos documentados.

Para toda decisión se analiza la dualidad del beneficio y el costo (riesgo) que implica. No hay necedades ni protagonismos, todos en la empresa conocen los negocios autorizados y su nivel de flexibilidad interna para la toma de decisiones (hay empowerment y responsabilidad sobre éstas). Asimismo, no han tenido ningún fraude, han certificado sus procesos y puesto controles donde les ha parecido necesario.

Tienen un programa de capacitación para que todos los empleados, independientemente de su nivel, tengan al menos otro compañero que pudiera cubrirlos en caso de una ausencia. También tienen muchos (diversificados) clientes y proveedores.

Frecuentemente se realizan simulacros para probar sus planes de contingencia o, como ellos les llaman, planes para antes, durante y después de los desastres; por lo que si hubiera una contingencia, todos saben qué hacer, sin olvidar que todas sus pólizas de seguro están activas.

¡Y qué decir de su responsabilidad social para los grupos de interés! En su página de internet uno encuentra noticias positivas y mucha transparencia de lo que están haciendo. Tienen un código de conducta y un respeto absoluto de las leyes y reglamentos. Conocen sus grupos de interés y se preocupan por mantener una buena reputación.

Para finalizar, mi amigo cree que si todos los que trabajamos en una empresa ponemos nuestro granito de arena y sentimos un compromiso para cuidarla, los riesgos estarán mitigados como por arte de magia.

Ellos han identificado y después tomado acción contra aquellos eventos que pudieran dañar sus ingresos, provocarles costos o poner en peligro su supervivencia. Me dio una verdadera lección, ellos no necesitan matemáticas complicadas, ni siquiera tienen cálculos estadísticos, su éxito radica en que tradujeron el proceso de administración de riesgos en una serie de pasos intuitivos.

Su objetivo es algo que los hombres de negocio siempre han querido tener: una empresa que les garantice una rentabilidad sin sobresaltos para muchos años.

No existe una empresa sin riesgos. Es más, ¡el que no arriesga, no gana!, sin embargo, siempre es mejor conocer lo que te puede afectar, tomar las medidas necesarias e involucrar a todos en el negocio. En una empresa exitosa "todos hacemos administración de riesgos"

¿Otro cafecito?


Sobre el autor:
Elías Ramírez cuenta con amplia experiencia como consultor e instructor en el área de Finanzas y Administración de Riesgos Financieros, tanto en Bancos, Casas de Bolsa y Aseguradoras.

Se ha desempeñado como consultor de Servicios Profesionales para Latinoamérica en SunGard de México.

Es miembro de la Academia de Ciencias Administrativas y presidente del Comité Nacional de Administración Integral de Riesgos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas. Además, ha impartido conferencias sobre Administración de Riesgos en diferentes países de Latinoamérica y es autor de dos libros así como de múltiples publicaciones en revistas de divulgación y periódicos en México.

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