La última vez que hablé con Emilio Azcárraga fue a finales del 2010, semanas después de que Grupo Televisa se desistiera de comprar el 30 por ciento de Nextel México por mil 400 millones de dólares. "Seguimos interesados en el negocio de la telefonía móvil", me dijo aquella vez el presidente de Televisa. Y como si el tiempo se hubiera detenido, una frase similar fue pronunciada la semana pasada por Alfonso de Angoitia, el vicepresidente de la televisora, tras explicar su decisión de salir de Iusacell, inversión realizada apenas unos meses después de romper con Nextel.
"Definitivamente Iusacell no fue nuestra apuesta más brillante... ahora estamos fuera de Iusacell, pero no de la movilidad", le dijo de Angoitia a los analistas. Y quizá no era necesaria la explicación, pues los números lo dicen todo: en 2011 pagó mil 600 millones de dólares por el 50 por ciento de Iusacell, participación que terminó vendiendo en 717 millones de dólares a Ricardo Salinas Pliego.
"Iusacell va mejor que nunca y no voy a vender mi parte", anticipó a El Financiero Ricardo Salinas en marzo pasado, días después de que las agencias de noticias internacionales revelaran las intenciones de Telefónica-Movistar por fusionarse con Iusacell.
Ahora se sabe que Televisa impulsó la fusión, prácticamente la única forma de hacer un verdadero contrapeso a Telcel de Carlos Slim, pero Ricardo Salinas se opuso y por eso Televisa decidió salir de Iusacell.
Con todo, Televisa busca regresar al negocio de la movilidad con un Operador Móvil Virtual (como Virgin) o de la mano de otra empresa telefónica. Lo cierto es que la firma de Emilio Azcárraga no está dispuesta a volver a invertir grandes capitales en otra aventura. Más de una vez se ha puesto sobre la mesa de Televisa la posibilidad de volver a unirse con Nextel México, que ahora lleva Salvador Álvarez, luego de que NII Holdings, su controladora, solicitó la protección por bancarrota en Estados Unidos, pero se ha desechado.
Emilio Azcárraga está reconformando un nuevo grupo aliados, tras la salida de Germán Larrea y Claudio X. González del Consejo de Administración de Televisa. El primero por su intención de contender por una cadena de TV abierta y el segundo para unirse al grupo estratégico de Carlos Slim donde se delinean las acciones para que América Móvil salga de la preponderancia. Otro empresario que dejó de ser su aliado es Ricardo Salinas Pliego, tras su salida de Iusacell.
Así que el CEO de Televisa está buscando nuevos socios. Hace poco, Azcárraga y su equipo entraron en contacto con Francisco Gil Díaz para explorar una posible alianza, pues Teléfonica-Movistar ya tiene una subsidiaria en México que opera bajo un modelo similar a un Operador Móvil Virtual (OMV): Tuenti. Ambos empresarios creen que la unión hace la fuerza contra su rival más odiado: América Móvil.
Otra posibilidad que se ha analizado es con la propia AT&T, que recientemente cerró la compra de DirecTV, la cual es socia de Televisa con el 41.3 por ciento de Sky México.
AT&T negocia con América Móvil la compra de activos en México, pero el acuerdo se ve cuesta arriba por los lazos que aún unen a ambas empresas, que fueron socias por más de 22 años.
De Angoitia dejó entrever en julio pasado que buscarían alianzas con la estadounidense AT&T para competir en el mercado mexicano. "Estamos muy contentos de tenerlos como socios, AT&T es una compañía de clase mundial. Mantenemos una buena relación con ellos. Por el momento, está atravesando un proceso regulatorio, pero una vez que esto termine seguro que encontraremos muchas oportunidades de trabajar juntos en México", dijo de Angoitia.
Así que no descarte por completo una sorpresa por este lado.
Además de la posibilidad de asociarse con Francisco Gil, de Telefónica, o Randall L. Stephenson, CEO de AT&T; Emilio Azcárraga tiene todavía en el Consejo de Administración aliados de gran peso, como Alberto Baillères, el rey de la plata; Roberto Hernández, el banquero que podría obtener una jugosa suma de dinero si Citigroup decide vender Banamex; José Antonio Fernández, el embotellador más grande de Coca-Cola y rey de las tiendas de conveniencia, con Oxxo; Eduardo Tricio, el capitán de Aeroméxico y dueño mayoritario de Grupo Lala; y Fernando Senderos, presidente de Grupo Kuo.
Incluso se habla de que su antiguo rival, David Martínez, el financiero invisible, quien le vendió su parte de Iusacell y el total de Cablecom a Televisa, podría ser uno de sus aliados.
Posdata 1
Así como los esfuerzos de Televisa han resultado infructuosos en su intento por competir en el mercado de telefonía e internet móvil, América Móvil tampoco ha podido ofrecer televisión en México, con todo y los presuntos acuerdos indebidos que hizo con Dish México y que aún son investigados por el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Una especie de maldición para Carlos Slim y Emilio Azcárraga.
Posdata 2
Al tiempo que la publicidad en TV abierta languidece, Televisa sigue interesada en ampliar su participación en la televisión de paga, la cual asciende actualmente a 50 por ciento y crecerá a 64 por ciento con la integración de Cablecom. Los analistas ven posible que intente comprar Telecable en el corto plazo, cuya participación en el segmento es de 2.3 por ciento, o Megacable, que tiene una cuota es de 14.8 por ciento. Veremos.
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