Historias de NegoCEOs

La leyenda del “CEO del Cártel de Sinaloa”

La leyenda de Joaquín Guzmán Loera comenzó a tomar forma cuando se escapó del penal de máxima seguridad de Puente Grande en un carrito de lavandería, en el 2001. “Un fuga de película”, reseñaron entonces los medios. Luego, en el 2009, Forbes hizo su parte: lo incluyó en su ranking de multimillonarios con una fortuna estimada de mil millones de dólares. Lo puso al lado de empresarios mexicanos como Alfredo Harp Helú y Roberto Hernández, en la posición 701 de su listado. En su biografía, Forbes lo presentó como el ‘CEO del Cártel de Sinaloa’, la organización responsable del 25 por ciento de todas las drogas ilegales que entran a Estados Unidos vía México y cuyos ingresos anuales se calculaban en 3 mil millones de dólares. Años atrás, la publicación había incluido en su ranking al capo colombiano Pablo Escobar Gaviria y a los hermanos Ochoa. “Los incluimos porque califican financieramente y operan negocios privados exitosos, aunque sus productos son ilegítimos”, repiten una y otra vez los directivos y editores de Forbes. Algunos especialistas, empero, consideran que Forbes hizo apología de los capos del narcotráfico y hay quien dice que la inclusión de ‘El Chapo’ en la lista de multimillonarios se trató de una presión mediática de Estados Unidos al gobierno mexicano para apresurar su recaptura y posterior extradición.Haya sido como haya sido (Calderón dixit), Forbes contribuyó a la leyenda del ‘Enemigo Público #1’ desde Al Capone, como se le nombró en Chicago. ‘El Chapo’ se mantuvo en la lista de multimillonarios de Forbes hasta el 2012, pero en 2013 la publicación decidió removerlo porque le era imposible tener certeza sobre su riqueza o si estaba gastando buena parte de ella en la protección de él y su familia, según publicó la periodista Dolia Estevez.Pero la leyenda de ‘El Chapo’ siguió alimentándose con presuntas capturas y liberaciones, con operativos a los que el Ejército y la Marina siempre llegaban tarde, con narcorridos, con supuestas apariciones en restaurantes de Culiacán, Torreón y Ciudad Juárez donde pagaba la cuenta de todos, con la celebración de sus terceras nupcias en el Triángulo Dorado, y con declaraciones como las del arzobispo de Durango: “Todos sabemos dónde vive ‘El Chapo’: adelante de Guanaceví”.Decenas de libros sobre él y el Cártel de Sinaloa han sido escritos desde entonces. Uno de los mejores, a mi parecer, es el del periodista Diego Osorno, quien tuvo una serie de interlocuciones con Miguel Félix Gallardo, ‘El Padrino’, precursor de ‘El Chapo’, y con gente cercana a Rafael Caro Quintero, a quien el cineasta Oliver Stone planea hacerle una película. No obstante, el que escribió el periodista británico Malcolm Beith, que pasó más de tres años en México realizando su investigación, es el que mejor relata las redes de corrupción que permitieron a Guzmán Loera, ‘El último narco’, crecer su poder en México y llegar a más de 50 países.‘El Chapo’ perdió ‘popularidad’ en los últimos años del gobierno de Felipe Calderón y en los primeros de la administración de Enrique Peña Nieto, hasta que la mañana del 22 febrero del 2014 la Marina le cayó como rayo del cielo en un departamento de Mazatlán y puso fin a 13 años en los que estuvo prófugo. En sus primeros interrogatorios, ‘El Chapo’ habría negado ser multimillonario: “Es un invento de Forbes”, escribió el periodista Carlos Loret, aunque también habría ofrecido millones de dólares a sus captores por su libertad. Días después fue trasladado a la prisión de máxima seguridad (es un decir) de El Altiplano, de donde se fugó el sábado pasado de una forma más increíble que la primera: a través de un túnel subterráneo de 1.5 kilómetros.La noticia se regó como pólvora en los medios internacionales, mientras que el presidente Peña Nieto viajaba con una comitiva de más de 400 personas a Francia. “‘El Chapo’, barón de la droga mexicano, escapa nuevamente de prisión”: Le Monde. “Golpe a Peña Nieto”: El País. “Fuga de ‘El Chapo’ avergüenza a México”: NYT. “Fuga de ‘El Chapo’, fuerte golpe al gobierno mexicano”: Washington Post.El gobierno mexicano ha admitido lo obvio: que la fuga de ‘El Chapo’ entrañó corrupción, un ‘problema cultural’ de México, según el presidente Peña Nieto. Corrupción quizá no muy diferente a la que utilizan constructoras y contratistas del gobierno para obtener y alterar proyectos a conveniencia. Corrupción tal vez no muy distinta a la que existe prácticamente en todos los niveles de gobierno en México, en todas las corporaciones policíacas. Corrupción como la que sirve para enriquecer a políticos, expolíticos y líderes sindicales que viajan en jets privados, usan relojes de miles de dólares, coleccionan Ferraris y tienen departamentos de lujo en distintas ciudades del mundo.La fuga de ‘El Chapo’ exhibe los verdaderos problemas estructurales de México: la corrupción, la impunidad, la poca capacidad del Estado para combatir y someter al crimen y también la impavidez de los gobernantes ante dicho entorno. Como expuso The Economist, el asunto es que: “They don’t get that they don’t get it”.PosdataEl timing de la fuga de ‘El Chapo’ es para analizarse: fue un sábado, como cuando lo arrestaron en febrero del 2014. El presidente viajaba con buena parte de su gabinete, en vísperas del anuncio del sexenio: hoy se adjudicarán los primeros proyectos petroleros a empresas privadas tras la reforma energética.Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMalAquí puedes seguir todos mis textos: Historias de NegoCEOs​

La leyenda de Joaquín Guzmán Loera comenzó a tomar forma cuando se escapó del penal de máxima seguridad de Puente Grande en un carrito de lavandería, en el 2001. "Un fuga de película", reseñaron entonces los medios. Luego, en el 2009, Forbes hizo su parte: lo incluyó en su ranking de multimillonarios con una fortuna estimada de mil millones de dólares. Lo puso al lado de empresarios mexicanos como Alfredo Harp Helú y Roberto Hernández, en la posición 701 de su listado.

En su biografía, Forbes lo presentó como el 'CEO del Cártel de Sinaloa', la organización responsable del 25 por ciento de todas las drogas ilegales que entran a Estados Unidos vía México y cuyos ingresos anuales se calculaban en 3 mil millones de dólares.

Años atrás, la publicación había incluido en su ranking al capo colombiano Pablo Escobar Gaviria y a los hermanos Ochoa. "Los incluimos porque califican financieramente y operan negocios privados exitosos, aunque sus productos son ilegítimos", repiten una y otra vez los directivos y editores de Forbes. Algunos especialistas, empero, consideran que Forbes hizo apología de los capos del narcotráfico y hay quien dice que la inclusión de 'El Chapo' en la lista de multimillonarios se trató de una presión mediática de Estados Unidos al gobierno mexicano para apresurar su recaptura y posterior extradición.

Haya sido como haya sido (Calderón dixit), Forbes contribuyó a la leyenda del 'Enemigo Público #1' desde Al Capone, como se le nombró en Chicago. 'El Chapo' se mantuvo en la lista de multimillonarios de Forbes hasta el 2012, pero en 2013 la publicación decidió removerlo porque le era imposible tener certeza sobre su riqueza o si estaba gastando buena parte de ella en la protección de él y su familia, según publicó la periodista Dolia Estevez.

Pero la leyenda de 'El Chapo' siguió alimentándose con presuntas capturas y liberaciones, con operativos a los que el Ejército y la Marina siempre llegaban tarde, con narcorridos, con supuestas apariciones en restaurantes de Culiacán, Torreón y Ciudad Juárez donde pagaba la cuenta de todos, con la celebración de sus terceras nupcias en el Triángulo Dorado, y con declaraciones como las del arzobispo de Durango: "Todos sabemos dónde vive 'El Chapo': adelante de Guanaceví".

Decenas de libros sobre él y el Cártel de Sinaloa han sido escritos desde entonces. Uno de los mejores, a mi parecer, es el del periodista Diego Osorno, quien tuvo una serie de interlocuciones con Miguel Félix Gallardo, 'El Padrino', precursor de 'El Chapo', y con gente cercana a Rafael Caro Quintero, a quien el cineasta Oliver Stone planea hacerle una película. No obstante, el que escribió el periodista británico Malcolm Beith, que pasó más de tres años en México realizando su investigación, es el que mejor relata las redes de corrupción que permitieron a Guzmán Loera, 'El último narco', crecer su poder en México y llegar a más de 50 países.

'El Chapo' perdió 'popularidad' en los últimos años del gobierno de Felipe Calderón y en los primeros de la administración de Enrique Peña Nieto, hasta que la mañana del 22 febrero del 2014 la Marina le cayó como rayo del cielo en un departamento de Mazatlán y puso fin a 13 años en los que estuvo prófugo. En sus primeros interrogatorios, 'El Chapo' habría negado ser multimillonario: "Es un invento de Forbes", escribió el periodista Carlos Loret, aunque también habría ofrecido millones de dólares a sus captores por su libertad. Días después fue trasladado a la prisión de máxima seguridad (es un decir) de El Altiplano, de donde se fugó el sábado pasado de una forma más increíble que la primera: a través de un túnel subterráneo de 1.5 kilómetros.

La noticia se regó como pólvora en los medios internacionales, mientras que el presidente Peña Nieto viajaba con una comitiva de más de 400 personas a Francia. "'El Chapo', barón de la droga mexicano, escapa nuevamente de prisión": Le Monde. "Golpe a Peña Nieto": El País. "Fuga de 'El Chapo' avergüenza a México": NYT. "Fuga de 'El Chapo', fuerte golpe al gobierno mexicano": Washington Post.

El gobierno mexicano ha admitido lo obvio: que la fuga de 'El Chapo' entrañó corrupción, un 'problema cultural' de México, según el presidente Peña Nieto. Corrupción quizá no muy diferente a la que utilizan constructoras y contratistas del gobierno para obtener y alterar proyectos a conveniencia. Corrupción tal vez no muy distinta a la que existe prácticamente en todos los niveles de gobierno en México, en todas las corporaciones policíacas. Corrupción como la que sirve para enriquecer a políticos, expolíticos y líderes sindicales que viajan en jets privados, usan relojes de miles de dólares, coleccionan Ferraris y tienen departamentos de lujo en distintas ciudades del mundo.

La fuga de 'El Chapo' exhibe los verdaderos problemas estructurales de México: la corrupción, la impunidad, la poca capacidad del Estado para combatir y someter al crimen y también la impavidez de los gobernantes ante dicho entorno. Como expuso The Economist, el asunto es que: "They don't get that they don't get it".

Posdata
El timing de la fuga de 'El Chapo' es para analizarse: fue un sábado, como cuando lo arrestaron en febrero del 2014. El presidente viajaba con buena parte de su gabinete, en vísperas del anuncio del sexenio: hoy se adjudicarán los primeros proyectos petroleros a empresas privadas tras la reforma energética.

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

Aquí puedes seguir todos mis textos: Historias de NegoCEOs

También lee: