Historias de NegoCEOs

El as bajo la manga de los Saba

Manuel y Alberto Saba perfilaron la venta de su negocio de distribución de medicamentos desde el 2011, poco tiempo después de que compraron a la chilena Farmacias Ahumada, controladora de la cadena Benavides en México. Se dieron cuenta que era un negocio que venía a menos luego de que los laboratorios decidieron comenzar a vender de manera directa sus productos a las farmacias, sin intermediarios. No obstante, su nueva apuesta (las farmacias) tampoco resultó como esperan y terminarán vendiéndola, aunque más cara de lo que la compraron: 430 millones de dólares contra 640 millones que acordó pagarles la inglesa Alliance Boots. ​

Manuel y Alberto Saba perfilaron la venta de su negocio de distribución de medicamentos desde el 2011, poco tiempo después de que compraron a la chilena Farmacias Ahumada, controladora de la cadena Benavides en México. Se dieron cuenta que era un negocio que venía a menos luego de que los laboratorios decidieron comenzar a vender de manera directa sus productos a las farmacias, sin intermediarios. No obstante, su nueva apuesta (las farmacias) tampoco resultó como esperan y terminarán vendiéndola, aunque más cara de lo que la compraron: 430 millones de dólares contra 640 millones que acordó pagarles la inglesa Alliance Boots. ​

Contrario a lo que se piensa, Casa Saba no es, en sí misma, una empresa centenaria. Cuando compró a Casa Autrey (esta sí con más de 100 años de operación) en el 2000, fue cuando inició su ascenso en el sector de la distribución. Por eso a Manuel y Alberto no les costó tanto deshacerse del negocio que hasta hace poco fue el core business de la familia Saba. "Manuel y Alberto son empresarios jóvenes, muy dinámicos, les gusta emprender y buscar nuevos negocios, por eso tomaron la decisión de salirse del sector farmacéutico", me dijo uno de sus cercanos.

Pero la familia Saba tiene un as bajo la manga con su Grupo Xtra, el otro gran negocio de la familia cuyo brazo inmobiliario levanta edificios, construye y opera hoteles y administra bodegas. También controla una división de alimentos que produce pastas y harinas para México y Latinoamérica. Otro de sus negocios es el textil, con el que llegaron a México. ¿De qué tamaño es esta empresa que se ha mantenido privada? Casi del que tenía Grupo Casa Saba antes de vender su negocio farmacéutico, con una facturación anual cercana a los 8 mil millones de pesos.

Sin embargo, la intención de los Saba no es desaparecer el grupo empresarial que fundó su padre, Isaac Saba Raffoul. De hecho, van a mantenerlo como holding y buscarán 'colgarle' nuevos proyectos, de manera que siga siendo una empresa separada del Grupo Xtra. Lo que sí van a desaparecer es Casa Saba, asociada con el negocio farmacéutico. Además, una vez concluida la venta de sus divisiones de distribución y farmacias, procederán a deslistarla de la Bolsa Mexicana de Valores. En el 2012 hicieron lo propio con su inscripción en la Bolsa de Nueva York.

Por el momento, tampoco hay planes de llevar a Grupo Xtra a cotizar al mercado de valores, aunque no es algo que descarten completamente Manuel y Alberto Saba, más por el crecimiento que buscarán generar tras la extinción de los negocios principales del Grupo Casa Saba.

Así es que para los Saba nada está terminado en materia de negocios. En los escritorios de Manuel y Alberto ya hay decenas de proyectos que se analizan para ser ejecutados próximamente.

Posdata 1.
Entre estos proyectos no hay ninguno que tenga que ver con el sector de telecomunicaciones, al que alguna vez estuvieron interesados en entrar.

Posdata 2.
Agradezco los comentarios que me hicieron llegar vía Twitter y correo electrónico sobre el texto de Starbucks y su vertiginoso crecimiento en México. Uno de ellos provino de un estudiante de la Universidad Anáhuac, quien me explicó que, al parecer, la tienda que está dentro de la institución académica es la que más ventas genera en México, según declaraciones de los propios directivos. La empresa no quiso confirmar la información, pero no deja de ser un dato curioso.

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

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