Efecto Jazz

¿Pop, jazz o sólo Sinatra? 100 años de La Voz

Hoy cumpliría 100 años y aún hay quien pregunta a qué género pertenece. Pop, jazz, ¿lounge incluso?… Es cierto que Frank Sinatra fue -y sigue siendo- una figura pop. Desde sus inicios como parte de las bandas de swing de Haty James y Tommy Dorsey, pasó de ser un ídolo juvenil a una leyenda que durante medio siglo lanzó un hit tras otro, en cada uno de sus discos.Pero es cierto también que pertenece al mundo -que siempre se percibe más acotado- del jazz, y esto es no sólo por su forma sincopada de cantar, con ese estilo depurado que logró, autodidacta, con una técnica transparente y una forma de frasear que le venían, sin duda, de la herencia lírica italiana. Tampoco lo es por vincularse de manera casi antonomásica con el sonido de big bands ligadas al género como la de Count Basie (con quien grabó discos como It might aswell be swing, en qle que se incluyen éxitos como Fly me to the moon), Duke Ellington, o incluso con artistas vinculados a la escena jazzística de la época como Antonio Carlos Jobim, todo esto en los años 60. El Sinatra más jazzístico, que se puede escuchar en clásicos como Pennies from Heaven, You make me feel so young, Pennies from heaven, I've got you under my skin o The lady is a tramp, se conocía en vivo, en sus improvisaciones, en las que a veces cambiaba incluso la letra de las canciones.Aquí con Ella Fitgerald, cantando That lady is a trampEn vivo, con BasieSunny, con Duke EllingtonBauble, Blangles and Beads, con JobimSi habita en un lugar fronterizo entre lo propiamente pop y el jazz es también porque el jazz fue por mucho tiempo la música popular americana -y con él se volvió todavía más popular, no sólo en América, sino en el mundo. Es en esa falsa ambigüedad –falsa porque ninguna música está obligada a ser ni alguna cosa ni otra- que la poderosa personalidad de Sinatra y su estilo único, con el que revolucionó y exaltó la figura del crooner de los años 40, redefinió el territorio de la voz. Y se quedó con el nombre. Un nombre al que, hay que decir, infinidad de jazzistas de su tiempo y posteriores han rendido tributo no sólo como parte de una escuela vocal, sino en versiones instrumentales que recrean sus grandes éxitos, como lo hicieron, por ejemplo, el pianista Oscar Peterson con su trío en el disco A Jazz Portrait Of Frank Sinatra de, 1959 A Portrairt od Fran Sinatra –que incluye hits como Come dance with me, I get a kick out of you, Just in time o How about you-, o el trompetista Chet Baker en su versión de A Foggy day.

Hoy cumpliría 100 años y aún hay quien pregunta a qué género pertenece. Pop, jazz, ¿lounge incluso?… Es cierto que Frank Sinatra fue -y sigue siendo- una figura pop. Desde sus inicios como parte de las bandas de swing de Haty James y Tommy Dorsey, pasó de ser un ídolo juvenil a una leyenda que durante medio siglo lanzó un hit tras otro, en cada uno de sus discos.

Pero es cierto también que pertenece al mundo -que siempre se percibe más acotado- del jazz, y esto es no sólo por su forma sincopada de cantar, con ese estilo depurado que logró, autodidacta, con una técnica transparente y una forma de frasear que le venían, sin duda, de la herencia lírica italiana. Tampoco lo es por vincularse de manera casi antonomásica con el sonido de big bands ligadas al género como la de Count Basie (con quien grabó discos como It might aswell be swing, en qle que se incluyen éxitos como Fly me to the moon), Duke Ellington, o incluso con artistas vinculados a la escena jazzística de la época como Antonio Carlos Jobim, todo esto en los años 60. El Sinatra más jazzístico, que se puede escuchar en clásicos como Pennies from Heaven, You make me feel so young, Pennies from heaven, I've got you under my skin o The lady is a tramp, se conocía en vivo, en sus improvisaciones, en las que a veces cambiaba incluso la letra de las canciones.

Aquí con Ella Fitgerald, cantando That lady is a tramp

En vivo, con Basie

Sunny, con Duke Ellington

Bauble, Blangles and Beads, con Jobim

Si habita en un lugar fronterizo entre lo propiamente pop y el jazz es también porque el jazz fue por mucho tiempo la música popular americana -y con él se volvió todavía más popular, no sólo en América, sino en el mundo. Es en esa falsa ambigüedad –falsa porque ninguna música está obligada a ser ni alguna cosa ni otra- que la poderosa personalidad de Sinatra y su estilo único, con el que revolucionó y exaltó la figura del crooner de los años 40, redefinió el territorio de la voz. Y se quedó con el nombre.

Un nombre al que, hay que decir, infinidad de jazzistas de su tiempo y posteriores han rendido tributo no sólo como parte de una escuela vocal, sino en versiones instrumentales que recrean sus grandes éxitos, como lo hicieron, por ejemplo, el pianista Oscar Peterson con su trío en el disco A Jazz Portrait Of Frank Sinatra de, 1959 A Portrairt od Fran Sinatra –que incluye hits como Come dance with me, I get a kick out of you, Just in time o How about you-, o el trompetista Chet Baker en su versión de A Foggy day.


Dónde oír


Sábado 12
Tributo a Sinatra
Con la Zinco Big Band, Christian Bernard, batuta. Rodolfo Vera, voz.
Zinco Jazz Club, 21:00 horas
Localidad: $400

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