Efecto Jazz

3 pianistas 'top' de la historia del jazz

El apoteósico concierto que dio en México el pianista panameño Danilo Pérez con el proyecto Children of the light (en particular la segunda noche, el pasado miércoles) condensó un siglo de historia musical –mucho más si se toma en cuenta la fusión de ritmos autóctonos de Panamá que entrama en sus improvisaciones.Escucharlo –y más si está acompañado de músicos de la talla de John Patitucci en el bajo y Brian Blade en la batería es sumirse (o volar) en el presente. Es una de esas escuchas que no lo deja a uno igual y lo remueve del asiento para buscar más, no sólo alrededor o incluso hacia adelante –a lo avantgarde, que mucho de eso tiene su música-; también es una invitación a viajar hacia atrás.El piano ha sido uno de los instrumentos estelares del jazz casi desde sus inicios, y ha evolucionado con el género a través de diferentes formas y técnicas que explotan la riqueza sonora que posee al ser un instrumento polifónico, es decir, que puede tocar varias notas a la vez, con lo que tiene ilimitadas posibilidades armónicas, a diferencia, por ejemplo, de los alientos (saxofón, flauta, trompeta…), que producen una sola voz. Además, abarca los tres elementos esenciales de la música: el ritmo, la melodía y la armonía.La historia pianística del jazz tiene su antecedente a fines del siglo XIX, en el ragtime (una contracción de ragged time, que significa algo así como “tiempo rasgado”, por su carácter sincopado), y se ha escrito en las manos de músicos visionarios.Aquí, tres referencias obligadas de la primera mitad del siglo XX, que se han inmortalizado a través de su herencia:Duke Ellington (1899-1974)Vástago del submundo, de bares clandestinos y marginales, Edward Kennedy “Duke” Ellington forjó fama en el legendario Cotton Club durante el llamado Renacimiento de Harlem -el movimiento que reveló una nueva creatividad afroamericana a principios de los años 20, cuando sonaba el stride -el ritmo jazzístico surgido en esa área, que evolucionó del ragtime. Duke hizo crecer el protagonismo del piano solo y se coronó como artífice de una de las más importantes big bands, las orquestas que popularizaron el género en entre la población no afroamericana. Su legendaria orquesta continúa bajo el liderazgo de su nieto, Paul Mercer Ellington.

El apoteósico concierto que dio en México el pianista panameño Danilo Pérez con el proyecto Children of the light (en particular la segunda noche, el pasado miércoles) condensó un siglo de historia musical –mucho más si se toma en cuenta la fusión de ritmos autóctonos de Panamá que entrama en sus improvisaciones.

Escucharlo –y más si está acompañado de músicos de la talla de John Patitucci en el bajo y Brian Blade en la batería es sumirse (o volar) en el presente. Es una de esas escuchas que no lo deja a uno igual y lo remueve del asiento para buscar más, no sólo alrededor o incluso hacia adelante –a lo avantgarde, que mucho de eso tiene su música-; también es una invitación a viajar hacia atrás.

El piano ha sido uno de los instrumentos estelares del jazz casi desde sus inicios, y ha evolucionado con el género a través de diferentes formas y técnicas que explotan la riqueza sonora que posee al ser un instrumento polifónico, es decir, que puede tocar varias notas a la vez, con lo que tiene ilimitadas posibilidades armónicas, a diferencia, por ejemplo, de los alientos (saxofón, flauta, trompeta…), que producen una sola voz. Además, abarca los tres elementos esenciales de la música: el ritmo, la melodía y la armonía.

La historia pianística del jazz tiene su antecedente a fines del siglo XIX, en el ragtime (una contracción de ragged time, que significa algo así como "tiempo rasgado", por su carácter sincopado), y se ha escrito en las manos de músicos visionarios.

Aquí, tres referencias obligadas de la primera mitad del siglo XX, que se han inmortalizado a través de su herencia:

Duke Ellington (1899-1974)

Vástago del submundo, de bares clandestinos y marginales, Edward Kennedy "Duke" Ellington forjó fama en el legendario Cotton Club durante el llamado Renacimiento de Harlem -el movimiento que reveló una nueva creatividad afroamericana a principios de los años 20, cuando sonaba el stride -el ritmo jazzístico surgido en esa área, que evolucionó del ragtime. Duke hizo crecer el protagonismo del piano solo y se coronó como artífice de una de las más importantes big bands, las orquestas que popularizaron el género en entre la población no afroamericana. Su legendaria orquesta continúa bajo el liderazgo de su nieto, Paul Mercer Ellington.


​Art Tatoum (1909-1956)

Dice Ted Gioia en su Historia del jazz –referencia bibliográfica por excelencia para introducirse en el tema- que si bien a Tatoum se le ha identificado, por sus inicios, como un elogiado maestro del stride, se trata de una figura compleja y controversial cuya estilística es difícil de situar, por lo que el lugar común es decir que "se adelantó a su tiempo". Un virtuoso que abrevó de la escuela clásica decimonónica para hacer improvisaciones virtuosas y, más allá del ornamento deslumbrante, revolucionar el género con sus ideas musicales.


Thelonious Monk (1917-1982)

Un músico que siempre se describe como singular ente los más grandes, y quien, paradójicamente, debió enfrentar tanto el rechazo –algo que sucede a todo revolucionario- como el reconocimiento y la fama. Fue fundador del bebop en la década de los 40; un ritmo que rompió con las normas y limitaciones que de alguna manera encasillaban al jazz en la moda del swing, y que buscaba una mayor libertad creativa. Cultivó también su derivación en el hardbop a partir de los años 50 (una fusión con otros ritmos negros) y el jazz modal, que por decirlo brevemente, juega con la atonalidad en la melodía.



LOS GIGS

Después de esta breve vuelta por el pasado, regresemos a lo de hoy, aquí en DF:

Sábado 27 de septiembre
21:00 horas, Zinco Jazz Club (Motolinía 20, Centro)
Gustavo Cortiñas Quartet (localidad: 200 pesos)

Miércoles 1 de octubre
21:00 horas, Zinco Jazz Club (Motolinía 20, Centro)
Arrabal Jazz. Fusión gitana o jazz manouche (localidad, 100 pesos).

Jueves 2 de octubre
23:30 horas, Pata Negra (Tamaulipas esq. Juan Escutia, Condesa)
Los Músicos de José (localidad, entrada libre).


Para conocer más

Totalmente independiente y bajo licencia copyleft, el ciberespacio cuenta con un nuevo proyecto mexicano para conocer más música: se trata de Ruido Vudú, una serie de podcasts breves dedicados a la creatividad musical, a cargo de Óscar Adad, quien creó espacios en la radio como Voodoo Jazz, en Ibero 90.0 o Jazz Technicolor en el IMER.
Para ampliar el menú les comparto su debut, dedicado al guitarrista y compositor nacional Federico Sánchez, quien está estrenando disco.

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