Efecto Jazz

El jazz no tiene la culpa

No, no hablaremos aquí de la crisis mundial que, por su origen en Estados Unidos, Cristina Fernández de Kirchner denominara el Efecto Jazz. ¿Qué culpa tiene el jazz del mal estado de la economía? Aunque en el fondo, la desafortunada alegoría de la presidenta argentina puede no ser tan desafortunada: bien decía Branford, el enrome saxofonista de la dinastía Marsalis, que la diferencia entre una pizza grande y un músico de jazz es que la pizza puede alimentar a una familia.Aquí no se trata, pues, de finanzas, pero sí de riquezas. De esas que no se miden con indicadores. Hay que aprovechar el momento porque estamos parados sobre una mina: y es que en México nunca se había vivido tal efervescencia de músicos haciendo jazz, de clubes y festivales. Vamos, hasta pueblos y ciudades pequeñas tienen hoy su festival internacional dedicado al género: Actopan, Irapuato, Pachuca, Puebla, Acapulco... Y en la escena citadina, no es difícil caer a un bar en alguna zona céntrica y toparse sin querer con una “noche de jazz”.Así que para no dejarlo todo a la casualidad y poder elegir entre la vasta oferta capitalina, les dejo aquí algunas recomendaciones para adentrarse en el fin de semana, que ahora viene de manteles largos con el estreno en México de una producción, al mejor estilo de Broadway, de Porgy and Bess, la famosa ópera jazzística del compositor estadounidense Georges Gershwin. Una producción de Michael Capasso que, con un elenco afroamericano, dará cinco funciones desde hoy hasta el domingo 3 de agosto en el Palacio de Bellas Artes. (Jueves y viernes, 20:00 h; Sábado, 12:00 h; domingo 16:00 y 18:00 h. Localidades, de $252 a $782 pesos).

No, no hablaremos aquí de la crisis mundial que, por su origen en Estados Unidos, Cristina Fernández de Kirchner denominara el Efecto Jazz. ¿Qué culpa tiene el jazz del mal estado de la economía? Aunque en el fondo, la desafortunada alegoría de la presidenta argentina puede no ser tan desafortunada: bien decía Branford, el enrome saxofonista de la dinastía Marsalis, que la diferencia entre una pizza grande y un músico de jazz es que la pizza puede alimentar a una familia.

Aquí no se trata, pues, de finanzas, pero sí de riquezas. De esas que no se miden con indicadores. Hay que aprovechar el momento porque estamos parados sobre una mina: y es que en México nunca se había vivido tal efervescencia de músicos haciendo jazz, de clubes y festivales. Vamos, hasta pueblos y ciudades pequeñas tienen hoy su festival internacional dedicado al género: Actopan, Irapuato, Pachuca, Puebla, Acapulco... Y en la escena citadina, no es difícil caer a un bar en alguna zona céntrica y toparse sin querer con una "noche de jazz".

Así que para no dejarlo todo a la casualidad y poder elegir entre la vasta oferta capitalina, les dejo aquí algunas recomendaciones para adentrarse en el fin de semana, que ahora viene de manteles largos con el estreno en México de una producción, al mejor estilo de Broadway, de Porgy and Bess, la famosa ópera jazzística del compositor estadounidense Georges Gershwin. Una producción de Michael Capasso que, con un elenco afroamericano, dará cinco funciones desde hoy hasta el domingo 3 de agosto en el Palacio de Bellas Artes. (Jueves y viernes, 20:00 h; Sábado, 12:00 h; domingo 16:00 y 18:00 h. Localidades, de $252 a $782 pesos).


También de primer nivel, y en el Palacio de Bellas Artes, pero en un ánimo más íntimo, Alex Mercado, uno de nuestros más sólidos pianistas -y de quien presentamos hace poco un perfil-, presenta este viernes a las 19:00 horas su nuevo disco, Simbiosis, a trío junto a Agustín Bernal en el contrabajo y Gabriel Puentes en la batería (la entrada cuesta sólo 20 pesitos).

Este disco lo grabó con dos monstruos de la escena internacional: el mexicano Antonio Sánchez, quien es considerado uno de los más destacados bateristas de la actualidad, y el estadounidense Scott Colley en el Contrabajo.

Nada más escuchen una probadita:



Y si de un ánimo más relajado se trata, hay una nueva opción en los jueves de jazz del Hookah Kasbah de Anzures (Kepler 5 esquina Darwin), que esta noche, a las 21:30 horas presenta Heffer, un muy prendido cuarteto nacional encabezado por el pianista Daniel Vadillo, que entrega una mezcla de jazz, soul y funk. El cover cuesta 100 pesos.

Mencionar todo lo que hay para experimentar hoy en el DF los mantendría en el scroll un buen rato, así que limitaremos nuestras recomendaciones de esta semana a una más: en el Zinco Jazz Club (Motolinía 20, Centro),se presenetará el quinteto del saxofonista cubano Jorge Brauet, con su estilo elegantísimo de hacer música guapachosa.

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