Una familia próspera y educada tiene más oportunidades de alcanzar la salud. ¿Cómo te sentirías si tu hija inventara un gen con el que se cambiaría por completo la forma de trabajar de los agricultores del mundo?
Para no vacilar hay que preguntar a los papás de Damar López Arredondo, mexicana de 32 años de edad que se ocupa de resolver los problemas que enfrenta la agroindustria a causa del calentamiento global, los fertilizantes y los químicos usados en el campo.
La tesis de doctorado de López Arredondo fue acreditada al presentar el desarrollo de un gen con el que las plantas producen su propio fertilizante y al mismo tiempo se protegen de la maleza, lo que genera ahorro a los agricultores. Por otra parte, esta innovación también cuida al planeta, pues la agroindustria ya no tendrá que hacer uso de las limitadas reservas de fósforo, pues las plantas genéticamente modificadas lo producen de manera autónoma. Cabe destacar que este recurso natural, con el que se nutre a los cultivos, está por agotarse en las próximas cinco o siete décadas.
Su creación, sus estudios y su visión propiciaron que Damar se convirtiera en la socia propietaria de la firma Stella Genomics, Start up especializada en biotecnología y que tiene la patente mundial de esta innovación, todo esto en 2011 cuando la genetista en plantas apenas tenía 27 años.
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La edad de oro. Hace 58 años un niño comenzó a preguntarse cómo funciona el mundo, al paso de los años y al ir recopilando respuestas, el conocimiento llevó a este infante a ser el Director del Centro de Difusión y Tecnología del Instituto Politécnico Nacional.
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En el marco del 80 aniversario del IPN, la Comisión de Ciencia y Tecnología de la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados presentó la muestra fotográfica Mapping Science, colección de la que el recorrido oficial estuvo a cargo del doctor Reynold Farrera Rebollo.
"Los mapas nos ayudan a ver lo que no está a la vista. Por ejemplo: con uno de estos mapas el investigador puede saber en qué latitud del mundo hay otro científico estudiando lo mismo que él", apuntó el especialista en biotecnología ambiental. Los testigos de estas palabras fueron niñas y niños de la secundaria Jesús Reyes Heroles, estudiantes que fueron invitados a conocer la oferta científico-cultural que ofrece el IPN.
La divulgación de la ciencia busca atraer a la juventud a disciplinas que impactan en la vida cotidiana de la humanidad. "Son temas de vanguardia (que permitirá) en un futuro tener profesionales que estén dedicados a la biotecnología, nanotecnología o cuestiones de medio ambiente", comentó Rocío Ledesma, Jefa del Departamento Editorial del Centro de Difusión de Ciencia y Tecnología, así como editora de la revista Conversus del IPN.