La confianza del ciudadano en el Bajío / I

Finalmente empezó el periodo oficial de campaña electoral, aunque hay que acotar que este sólo aplica para la Presidencia de la República y en el caso de Guanajuato sólo para la elección a gobernador.

En los tiempos oficiales del INE la campaña para ayuntamientos y diputaciones comenzará a finales de abril o en mayo, dependiendo la entidad federativa.

Bajo la tónica del calendario electoral y relevancia de la elección, llevamos meses conociendo los resultados de estudios demoscópicos a nivel nacional; sin embargo, pronto comenzarán a ser relevantes las encuestas de opinión a nivel local.

Para conocer la opinión pública del Bajío sobre las principales problemáticas que reconocen los ciudadanos y su nivel de confianza en las instituciones, nos dimos a la tarea de segmentar y analizar la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), publicada por el INEGI en marzo pasado.

La población objetivo de la ENCIG son personas mayores de 18 años en ciudades de más de 100 mil habitantes. Para el caso del Bajío, el estudio se concentró en: la Zona Metropolitana de San Luis Potosí y Ciudad Valles en el estado potosino; la Zona Metropolitana de Querétaro y San Juan del Río; y, la Zona Metropolitana de León, Celaya, Irapuato, Salamanca y la capital del estado de Guanajuato.

En el Bajío los tres principales problemas que sus ciudadanos reconocen son la inseguridad y delincuencia; la corrupción; y el mal desempeño del gobierno. Estas son también las tres principales problemáticas que se mencionan en los resultados nacionales, sin embargo, con diferente proporción.

En inseguridad y delincuencia se captó a nivel local el 78.6 por ciento de las menciones (respuesta múltiple), en tanto que a nivel nacional el resultado fue de 71.2. En corrupción, se percibe ligeramente menor incidencia en el Bajío con 50.7 por ciento de las opiniones contra 55 del resultado total; en tanto que en mal desempeño de gobierno se encontraron resultados similares con 38.5 y 40.2 por ciento de las repuestas, respectivamente.

Problemas de tipo económico como la pobreza y desempleo ocupan el cuarto y quinto lugar en ambas comparaciones, con la anotación de que en el Bajío las proporciones son considerablemente menores. Mala atención en los centros de salud, baja calidad en la educación pública, falta de rendición de cuentas y mala aplicación de la ley son temas que preocupan menos a los ciudadanos.

Como vemos, quizás no para sorprenderse, hoy en día las dificultades de tipo económico son menos relevantes en relación a problemas de tipo institucional de acuerdo con los resultados de la ENCIG. En este contexto, la confianza que tienen los ciudadanos en sus instituciones es fundamental en la opinión pública; y por qué no, también para el discurso de campaña.

*Director general de Forecastim SC y editor de la revista Triángulo Industrial Bajío.

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