Bajío

Insuficiencia de talento humano en el sector energético

México corre el riesgo de perder empleos y competitividad por falta de personal con las competencias necesarias para hacer frente a los retos promovidos por la reforma

A partir de la promulgación de la reforma energética en diciembre de 2013, se mencionaron objetivos como el de atraer inversiones en el sector energético, un mayor abasto de energéticos a mejores precios (esto entendiéndose que los beneficios serían bajar las tarifas eléctricas, el del gas y el de los alimentos), además de la creación de cerca de medio millón de empleos adicionales en el sexenio actual 2012-2018, y dos millones y medio más para el 2025.

Si nos preguntáramos acerca de quiénes ocuparían tales empleos, tendrían que ser personal calificado y con competencias que permitan cumplir con los retos promovidos por la reforma, uno de éstos es la meta del 2020 en "la producción de energías limpias", en un 28.3 por ciento y para el 2024 estas energías limpias sean del 35 por ciento.

Dentro de las energías limpias reconocidas en la ley de la industria eléctrica, podemos nombrar algunas como la obtenida del aire (eólica), la radiación solar (fototérmica, fotovoltaica), pero hay otros tipos de energías limpias que para la mayoría de nosotros no son tan conocidas como: la geotérmica, los bioenergéticos, la del aprovechamiento del hidrógeno, la energía generada por centrales de cogeneración, etcétera.

Ejemplos de la producción de energías limpias las vemos en los estados del Bajío, que tienen proyectos de una inversión conjunta de cinco mil 405 millones de pesos. En el estado de Aguascalientes, el Parque Tepezala Solar, y en Guanajuato, la Central Eólica Santiago en el Municipio de San Felipe. La pregunta es: ¿el personal que administra los proyectos, los opera, da mantenimiento, ya cuenta con la formación profesional y de competencias en energías limpias?

Cito textualmente el documento de la empresa de consultoría KPMG sobre "La Reforma Energética, la nueva Realidad en México" en la sección de "Riesgos y oportunidades en el Nuevo Sector Energético" en lo que corresponde a recursos humanos: "Actualmente hay una insuficiencia de talento humano, con habilidades y competencias diferenciadas, acordes con las expectativas de las compañías internacionales."

Lo que nos debe ocupar al sector educativo es el fortalecer y actualizar programas que permitan cubrir las carencias que está exigiendo el nuevo mercado energético. De lo contrario, corremos el riesgo de perder empleos y competitividad, además de posibles riesgos en el trabajo por no contar con la preparación adecuada en el tema de seguridad.

Algunas de las áreas que se deben abordar en la formación y capacitación que atiendan al nuevo sector energético se podrían mencionar: administración de proyectos, sostenibilidad, seguridad, diseño y selección de equipos, cumplimiento de estándares ambientales, como el de reducción del CO2, análisis y mejora de costos y eficiencia de operación, evaluación y revisión de nuevos y actuales procesos para encontrar el más productivo, eficiencia energética, nuevas tecnologías de generación de energía, etcétera.

*Doctor en Ingeniería Química Catedrático de la Universidad Mondragón México.

jorge.amador@mondragonmexico.edu.mx

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