EZEQUIEL MONTES, Qro.— Finca Sala Vivé, de Grupo Freixenet, recibió a cerca de 15 mil personas durante el pasado fin de semana, cuando llevó a cabo la edición 17 de la Fiesta de la Vendimia, una celebración que marca la pauta para iniciar la cosecha de la uva que será procesada para ser convertida en vino.
Durante esta fiesta, los visitantes pudieron remembrar la antigua tradición del pisado de las uvas, que en el pasado era un privilegio reservado para las doncellas, ya que se pensaba que por su complexión y pureza ejercían la presión exacta para sólo tronar el grano, y que de éste se extrajera el jugo que se convertiría en un vino de la mejor calidad.
Aunque posteriormente la demás gente podía participar en el pisado, el jugo obtenido era considerado de segunda, ya que al ejercer mayor presión sobre el grano, se provocaba que la piel y las semillas se rompieran, lo que incidía en el sabor de la bebida.
En estos tiempos modernos, la Fiesta de la Vendimia es el pretexto perfecto para impulsar la cultura del vino en nuestro país a través del enoturismo, un concepto en el que Freixenet ha sido pionero, y que año con año busca fortalecer con nuevas atracciones.
En la ocasión hicieron alianza con la franquicia Dinner in the Sky, que está promoviendo en nuestro país una plataforma que se eleva a 45 metros de alto, y donde los visitantes disfrutaron de desayunos, comidas y catas desde las alturas, con una vista espectacular hacia el viñedo.
De acuerdo con Lluis Raventós, director general de Finca Sala Vivé, para este año la planta prevé tener una producción de más de dos millones de botellas, de la cual el 7.5 por ciento proviene de las 48 hectáreas que la empresa tiene de viñedo propio.