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El año 2013 fue "difícil" para las centrales de abasto del país, las cuales vieron disminuidas sus ventas entre 30 y 50 por ciento, admitió el presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto (Conacca), Arturo Fernández Martínez, quien atribuyó el mal momento a la instalación "indiscriminada" de las grandes cadenas comerciales.
En tanto, el vocero de la Federación Latinoamericana de Mercados de Alimentos (Flama), Alfredo Neme Martínez, señaló que en el año pasado los precios de la canasta básica se incrementaron en 35 por ciento, y aseguró que para 2014 se espera una tendencia al alza similar.
Ambos dirigentes coincidieron en que el Sistema Alimentario Mexicano requiere una modernización "urgente e impostergable", la cual permitirá una mayor estabilidad de precios a lo largo de los años, así como equidad en la alimentación. De concretarse estos cambios, prevén que el sector salga adelante y logre avanzar al menos en 15 por ciento.
Fernández Martínez comentó que 2013 "fue un año sin sorpresas económicas, porque no hubo ni crecimiento ni retrocesos", pero confió en que las reformas estructurales impulsen al país.
"Para 2014 esperamos que todas las reformas estructurales nos permitan despegar en la generación de empleos, y que además se mantengan el millón 850 mil empleos directos y tres millones 500 mil indirectos que generamos las 64 centrales de abasto agrupadas", dijo.
Asimismo, subrayó que el sector no pide al gobierno federal "un régimen fiscal especial, ni complacencias, sino un paquete de facilidades absolutamente necesarias para el cumplir con nuestras obligaciones tributarias en tiempo y forma".
En la actualidad, añadió, del total del mercado nacional, sólo 24 por ciento lo concentra pequeñas tiendas y 15 por ciento los mercados públicos, y año con año registran una contracción de 6.0 por ciento anual, mientras que los grandes centros comerciales se expanden a tasas de 10 por ciento anual.
El representante de la Federación de Mercados de Alimentos destacó que hoy representan 24 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, de cada peso que se genera en el país 24 centavos proviene de dicho sector, y que 33 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) trabaja en el ramo.
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