Reuters
La cantidad de personas muertas por un fuerte terremoto en el centro de Filipinas se elevó a 144, aunque los rescatistas continúan buscando gente entre los escombros.
Casi 3 millones de personas se han visto afectadas por el sismo de magnitud 7.2 del martes, mismo que provocó desmoronamientos y daño generalizado en infraestructura en las islas turísticas Bohol y Cebu.
El número de heridos trepó a casi 300 y se reportan por los menos 23 desaparecidos.
La agencia nacional de desastres dijo que al menos 134 de los fallecimientos se habían producido en Bohol, la isla más afectada por el sismo, que está ubicada a 630 kilómetros al sur de la capital, Manila.
Las autoridades temen que la cifra aumente cuando se retome comunicación con las zonas más remotas, ya que muchos pueblos se encuentran aislados y algunas carretras permanecen bloqueadas.
"Creo que se trata de un número cada vez mayor, ayer tuvimos un bloqueo parcial en la comunicación", dijo el alcalde de Loon, Lloyd Lopez, a la radio filipina.
Las redes de telefonía celular del principal proveedor del país habían sido restauradas, pero otra prestadora de servicio rival aún tenía que reparar parte de su equipamiento dañado, según señaló un funcionario estatal de telecomunicaciones.
Se han registrado más de 840 réplicas, una de ellas de magnitud 5.1, reportó la agencia de desastres.
"Hay demasiadas réplicas, estamos aterrados", dijo Elena Manuel, una abuela de 64 años que pasó la noche junto a su familia y vecinos en los terrenos de una iglesia centenaria que colapsó en Loon, un pueblo de 43 mil habitantes.
Los funcionarios señalaron que la mayoría de los 23 puentes que tiene Bohol estaban intransitables y cinco carreteras estaban cerradas. Diecisiete iglesias sufrieron daños irreparables en sus estructuras antiguas.
Los servicios aéreos y de ferry se han reiniciado pese a los daños en terminales portuarias y aéreas en Bohol y Cebu.
La fuerza aérea estaba enviando 11 toneladas de suministros a Bohol, según informó un portavoz militar.
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