Adriana Rodríguez
En México, se estima que alrededor de 70 por ciento de las empresas e instancias gubernamentales son susceptibles de ser víctimas de un fraude, y casi todas están expuestas a fugas de información, debido a que no se toman precauciones para prevenir estos ilícitos y al gran avance que ha tenido la tecnología en los últimos años.
De acuerdo con Jorge García Villalobos, socio de Investigación y Servicios Forenses de Deloitte México, ahora las empresas están más atentas a operaciones inusuales, y a que la misma tecnología que en su momento es utilizada para perpetrarlos, también ayuda a identificarlos, pero que todavía falta mucho por hacer.
"En la mayoría de los casos, el delito se descubre hasta 18 meses después de ocurrido, y en muchas ocasiones de forma casual. En tiempos de crisis es cuando los empresarios se ponen a analizar donde pueden generar ahorros, y es en ese proceso en donde identifican fugas que están afectando a sus negocios, y es finalmente en donde se descubren ilícitos como abuso de confianza, robo, fraude o fuga de información", explicó.
Estos delitos pueden tener diversidad de motivos. Ejemplificó que en el caso del fraude, no siempre está puede presentarse con dinero y en ocasiones a través de un conflicto de intereses, con la venta de un producto que no ha salido al mercado, o distribuyendo al mercado negro.
El especialista alertó sobre la carencia de experiencia en algunas empresas que hacen este clase de investigación, donde la obtención de información hace que no sea aceptada en tribunales.
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