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Sólo 9% de las empresas de seguridad no son ‘patito’


 
 
José Sobrevilla
 

En México se calcula que existen entre 8 mil y 10 mil empresas de seguridad privada, sin embargo, la Dirección de Seguridad Privada de la Secretaría de Gobernación dio a conocer a EL FINANCIERO, en respuesta a una solicitud de información pública, que sólo 887 se encuentran autorizadas por el gobierno federal (con un total de 61 mil 944 elementos operativos). Es decir, entre 89 y 91 por ciento operan de manera irregular.
 

Sin embargo, para Lorenzo Aldrete Bernal, ex presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Confederación de Cámaras Industriales, la situación podría ser aún más grave, pues "no existe un método de medición eficiente de la actividad (de seguridad privada), con metodología conocida, por lo que el número preciso de empresas informales se desconoce y podría ser mayor"
 
En coincidencia, Ricardo Torres Escoto, ex presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), explica a este diario que el aumento de la inseguridad ha sido el principal factor que provocado la proliferación de este tipo de empresas, empero admite que "es imposible detectarlas porque se forman (en la ilegalidad) y desaparecen continuamente para reaparecer en diferentes estados y/o municipios".
 
Sobre el tema, Armando Nava Trechuelo, quien apenas el pasado viernes tomó protesta como nuevo titular del CNSP --precisamente en sustitución de Torres Escoto—subrayó que las empresas que actúan fuera de la ley afectan la integridad, la seguridad y el patrimonio de millones de mexicanos.
 

Por ello, anunció una "cruzada" contra las empresas "patito", en la cual, dijo a este diario, "vamos a coadyuvar profundamente con la Dirección de Seguridad Privada del Comisionado Nacional de Seguridad Pública para, hombro con hombro, detectar y controlar a las aquellas empresas que no estén dentro de la legalidad sean detectadas y controladas.
 
En entrevista por separado, Lorenzo Aldrete Bernal subrayó que al problema que representan las empresas "patito", hay que agregar que en México "no existe en realidad un padrón que establezca los criterios para determinar cuánto representa esta actividad en materia de número de empresas legales, qué alcances tiene en relación con el PIB, cuántos empleos formales generan y aspectos similares".
 
Esta anomalía, añadió el también catedrático universitario, "es porque las asociaciones civiles del ramo ("que no son más que clubes") tienen ambiciones más o menos monopólicas en el sector, y que para fines de representación ante el gobierno y profesionalización del servicio, se han mostrado totalmente estériles y simplemente son tributarias de esta simulación en la guerra de cifras. Ellos han impedido la creación de una Cámara Nacional de la Industria de la Seguridad Privada".
 
Torres Escotto estuvo de acuerdo en la creación de una Cámara porque "debe de haber un organismo que acepte a los chiquitos, a los medianos y a los grandotes para estar unidos. Si hemos luchado años por una legislación adecuada, hay que hacerlo por una Cámara".
 
Ofrecen lo que no garantizan
 
Para Aldrete, experto sénior en seguridad corporativa para Federal Express, "en número aplastante de casos las empresas de seguridad privada no pueden garantizar la protección para la cual son contratadas, porque muchas veces los guardias de seguridad privada no se encuentran preparados para enfrentar a un agresor armado. Tampoco para enfrentar a un grupo violento".
 
En este sentido, Aldrete considera que "la seguridad privada se vuelve una especie de metáfora", pues las empresas que prestan este servicio, "disfrazan de todas las formas posibles a sus operadores, con uniformes vistosos, botas similares a las usadas en el Ejército, toletes, bastones PR-24. Pero para fines de una agresión de la delincuencia no son factor de disuasión ni de desactivación", asegura.
 
 
 

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