Reuters
El número de nuevas solicitudes de seguro de desempleo en Estados Unidos bajó a 292 mil, su menor nivel desde el 2006, informó el Departamento del Trabajo. Sin embargo, una falla técnica en el conteo de las peticiones empañó el proceso, lo cual generó polémica en torno a la medición del mercado laboral estadounidense.
Los especialistas esperaban una cifra mucho mayor de solicitudes, aproximadamente 329 mil.
Un analista del Departamento dijo que la mayor parte de la caída se debió al hecho de que dos estados actualizaron sus sistemas informáticos y no pudieron procesar todas las peticiones recibidas en la semana.
El analista se abstuvo de decir cuáles fueron los dos estados en los que registraron las fallas. Sólo dio dos pistas: uno de ellos es grande y el otro pequeño.
Señaló que es probable que las solicitudes sin procesar aparezcan en los datos de la próxima semana.
Si bien la baja de las peticiones debería tomarse con pinzas, no cambia la visión de que los empleadores parecen haber concluido un ciclo de despidos que comenzó en la recesión de 2008.
"El declive podría estar determinado parcialmente por factores extraordinarios", afirmó Annalisa Piazza, analista de Newedge Strategy. "Dicho eso, los datos de hoy ciertamente confirman que el mercado laboral estadounidense parece estar en un lento proceso de curación".
El promedio móvil de cuatro semanas para las nuevas solicitudes, que suaviza la volatilidad, había descendido en semanas anteriores al menor nivel desde 2007. La semana pasada bajó en 7 mil 500 a 321 mil 250.
La tendencia a la baja ha ayudado a configurar la opinión de los responsables de la Fed de que el mercado laboral mejora, y alimentó expectativas de que el organismo monetario comience a reducir un masivo programa de estímulo monetario tan pronto como sea posible.
En tanto, la inflación se ha mantenido muy baja en el último año, tanto que algunos funcionarios de la Fed expresaron preocupación por eso.
El jefe de la Fed, Ben Bernanke, ha advertido que una inflación extremadamente baja plantea el riesgo de que la economía pueda caer en un círculo vicioso de caídas de precios y salarios.
Archivo