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Sergio, un mariachi de sólo diez años en zona caliente


 
José Sobrevilla / enviado
 
 
NUEVO LAREDO, Tamps. Pese a la incertidumbre y el miedo que vive la población por la incontrolable ola de violencia, en esta urbe fronteriza de casi 400 mil habitantes la vida nocturna sigue fluyendo.
 
Es cierto que la mayoría de los parroquianos que atiborran bares, restaurantes y antros son originarios de aquí, y son pocos, muy pocos, los turistas estadounidenses que se atreven a perder el miedo y cruzar la frontera, sin embargo, los lugares que continúan abiertos son importantes fuentes de empleo.
 
Por ello, al caer la tarde y llegar la noche, un ejército de garroteros, cantineros, meseras, meseros, cocineros, animadores, músicos, personal de vigilancia, aseo, etcétera, dan vida a la diversión de las decenas que noche con noche buscan disiparse de las actividades cotidianas con un trago, una cerveza o algo de distracción.
 
Entre ese abanico de lugares de diversión y esparcimiento se encuentra el Chabela's, Tierra & Mar (Guerrero y Zaragoza, en el Centro Histórico), donde este reportero halló al mariachi Alterado, una agrupación musical que se distingue porque entre sus filas cuenta con un músico singular. Se llama Sergio y sólo tiene diez años, pero la edad poco importa pues este menor es uno de los trompetistas de este sui generis mariachi.
 
Su papá, quien también es miembro del grupo, dice que desde antes de los cinco años, Sergio comenzó a soplarle a la trompeta.
 
¿Qué te gustaría ser cuando grande?, le preguntamos a Sergio, quien sin pensarlo responde:
 
"Músico, para tocar mejor la trompeta". Con voz infantil y cierta vergüenza agrega que es fanático de la música de mariachi, pero que también le gusta la de bandas.
 
Con los nervios a flor de piel, pues se trata de su primera entrevista, el pequeño Sergio dice que su debut lo realizó a los nueve años en una fiesta particular en la cual fueron contratados.
 
"Recuerdo que lo primero que interpreté fueron Las mañanitas, y por ser primera vez llevaba algo de miedo, pero poco a poco se le me fue quitando con las tocadas siguientes."
 
Pero Sergio y los demás integrantes de la banda también tienen otros miedos, pues a lo largo de los últimos meses, el tiempo que tiene de fundado este mariachi, en su transitar por la vida nocturna de esta ciudad han sido testigos de balaceras, enfrentamientos y muertes violentas.
 
¿Han tenido miedo?
 
Mucho, pero no hay más remedio que seguir trabajando porque la economía está difícil y esto puede más que cualquier miedo.
 
"Aprendan a tocar; es muy bonito"
 
Sergio estudia sexto año en la primaria Guadalupe Victoria que está por la colonia Mirador, aunque vive por Loma Bonita, en esta ciudad. "Siempre, cuando salgo de la escuela y termino de estudiar, hago mi tarea y luego me pongo a jugar", señala el infantil mariachi.
 
Los juegos de video y computadora no le interesan y lo que más le gusta, aparte de estudiar, es tocar con su papá en el grupo. De cualquier forma asegura que también le gusta mucho jugar futbol y beisbol; actividades que practica en los momentos que tiene libre.
 
¿Saben tus amigos que tocas la trompeta en un mariachi?
 
No. Nunca me han preguntado y tampoco les he dicho.
 
¿Qué mensaje mandarías a los niños de tu edad?
 
Que aprendan a tocar, es muy bonito, y que en lugar de andar por allí de vagos en la calle, que se pongan a trabajar.
 
Otro de los integrantes del mariachi es Enrique Valdés, un joven de aproximadamente 25 años y quien ejecuta el acordeón. Él y Daniel, otro muchacho con rostro de niño y quien es representante del grupo, comentó que se integraron porque, a pesar de que todos han trabajado en diferentes agrupaciones, "siempre nos han hecho menos, y por eso decidimos hacer nuestro propio grupo.
 
"Queremos demostrar a los que no nos valoraron que sí sabemos trabajar y somos capaces de darle a la música nuestro propio sello.
 
"Aquí en Nuevo Laredo, por ejemplo, ningún mariachi canta las canciones completas, sólo nosotros", señaló Daniel González, quien nació en Gómez Palacio, Durango, y es vocalista, además de representante. "Yo los represento, sin embargo no soy más que ellos; aquí todos somos iguales".
 
Daniel, ¿Cómo te hiciste cantante?
 
Mi papá siempre ha sido músico, dijo. Él tocaba en los camiones y yo también empecé allí; "No, no me avergüenza reconocerlo. Posteriormente toqué en restaurantes y, pues como dice el niño, allí es donde están los billetes. Fue así como empecé, gracias a mi papá".
 
Eran las 21 horas y el ambiente en Chabela's, como cada noche, estaba al cien.
 
Un poco rezongón
 
Mientras Sergio reconoce haber memorizado 41 canciones. Daniel, el vocalista y responsable del show asegura no acordarse de cuántas melodías se sabe "porque siempre tengo que estar aprendiéndome muchas canciones nuevas".
 
"No. No somos el mariachi tradicional; tocamos desde cumbia hasta reggaeton, pasando por rancheras y las más pedidas de bandas".
 
¿A quién se le ocurrió la idea de formar al grupo?
 
Bueno, todos nos conocíamos -dice Daniel- sin embargo fui yo quien me di a la tarea de juntarlos y animarlos a integrarnos. "A mí me interesaba porque ellos no tenían chamba y son buenos elementos; porque, por ejemplo, yo me aprendo una canción y sin ensayar mucho ya la tenemos de repertorio".
 
¿Tienen algún trabajo aparte de este?
 
Desgraciadamente ninguno de nosotros tenemos otra actividad. Nos gustaría porque la economía está un poquito difícil; pero gracias a Dios sí sacamos para vivir un poquito bien. Tengo 21 años viviendo en Nuevo Laredo y siempre me ha dado de comer.
 
Otro músico, Mario Martínez, originario de Nuevo Laredo, tiene aproximadamente 30 años en la música. "Yo soy hijo de Ramón Martínez, conocido requintista de aquí de Laredo; él integraba un trío que trabajaba en la zona de tolerancia… allí, en el talón, donde también empecé yo". Después, "ya de joven, comencé a agarrar las cumbias, después vino el mariachi, y aquí con Filiberto (el papá de Sergio); luego tocamos en Las Jarritas, en El Rancho, donde estuve con Aventurero; posteriormente con Toño López, el violinista.
 
¿Y qué sientes trabajar con un morrito?
 
¡No, pues muy bonito! responde Mario de inmediato. "Ustedes se reflejan mucho en él, ¿verdad?" dice Manuel Vega. Sí, pues uno se acuerda cuando también empezó. Así comencé también, sin saber nada. Sin embargo, Sergio es un niño muy inteligente, asegura Mario Martínez.
 
Jesús Martínez, también integrante e hijo de Mario, señala que él tiene poco tiempo con ellos, y pues "en este grupo es donde andamos más a gusto. Trabajamos como los mosqueteros, todos para uno y uno para todos. Somos iguales. Aquí, mi compañero Checo… todos ganamos, hasta él, igual que nosotros, a pesar de ser un niño".
 
Aquí tratamos de inculcarle cosas buenas a Sergio (el niño mariachi), interviene Daniel. "Es un buen niño, aunque un poco rezongón."
 
La carcajada generalizada inunda el ambiente y el mariachi Alterado se despide, pues en unos cuantos minutos comenzará su actuación.
 
"De Nuevo Laredo es el mariachi... ¿y de de Tecalitlán los sones?
 
 

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