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Presidentes también van al hospital


 
 
Eduardo Ortega / Víctor Chávez / Fernando Ramírez de Aguilar
 
 
El presidente Enrique Peña Nieto fue intervenido quirúrgicamente este miércoles en el Hospital Central Militar para retirarle un nódulo tiroideo, el cual le fue diagnosticado hace ocho años.
 
El jefe de la Oficina de la Presidencia informó después del mediodía que la operación fue exitosa.
 
Previamente, el Ejecutivo había declarado que la operación sería como 'un sueño rápido', por lo que no era necesario que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se quedara a cargo del país mientras él se encontraba en el quirófano.
 
 
El Hospital Central Militar es una unidad de atención médica de tercer nivel, de alta especialidad, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional, donde también han sido atendidos otros mandatarios: Gustavo Díaz Ordaz y Vicente Fox.
 

Secretos de Estado
 
 
En la historia nacional, el tema de las enfermedades y dolencias de los presidentes, por mínimas que fueran, se mantuvieron como secreto de Estado.
 
 
En la narrativa mexicana, existen registros de que otros presidentes de la República han sido sometidos a intervenciones quirúrgicas o han padecido enfermedades que han marcado sus gestiones. Este es un recuento de algunos episodios que rayan entre la discreción y el mito.
 
 
El presidente Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) fue operado cinco semanas después de haber arrancado su administración, para extraerle el apéndice. Para que no se dieran cuenta los medios de comunicación, Ruiz Cortines autorizó que se habilitara un quirófano en su residencia de San José Insurgentes, donde lo atendió el doctor Gustavo Baz, a quien, por orden presidencial, se le ordenó no aplicar anestesia general.
 
 
El presidente Adolfo López Mateos (1958-1964) padeció de 7 aneurismas que le provocaron crisis muy agudas de dolor de cabeza. En los corrillos políticos se explicaba que debido a estas afecciones, Mateos delegaba sus responsabilidades a su secretario de Gobernación, Díaz Ordaz, y a su secretario particular Humberto Romero.
 
 
Uno de los casos que dieron rienda suelta a la imaginación fue la intervención quirúrgica que se le realizó al presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), para atenderlo del ojo derecho. De acuerdo con el escritor Fabricio Mejía Madrid en su libro 'Disparos en la oscuridad', el mandatario tuvo un disgusto con la actriz de moda, conocida como la Tigresa, de quien literalmente recibió un zarpazo en el rostro, tan fuerte que los lentes volaron y la retina se le desprendió.
 
 
En el caso de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), tuvo que ser hospitalizado por un día, pero sólo para hacerle un 'chequeo general'.
 
 
A Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) se le practicó la tarde del viernes 4 de julio de 1997 una microcirugía en la rodilla derecha por el natural desgaste que le dañó los meniscos por jugar tenis con Oliver Fernández, quien se convertiría en el mejor tenista nacional y también capitán del equipo Copa Davis.
 
 
Vicente Fox (2000-2006) fue operado de una hernia discal que comprimía la raíz nerviosa de su columna vertebral el 12 de marzo de 2003. En esa ocasión delegó en el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, los asuntos de la agenda nacional, ya que estuvo casi cuatro horas bajo los efectos de una anestesia general.
 
 
Tras caerse de una bicicleta, Felipe Calderón (2006-2012) fue atendido en las instalaciones del Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial en agosto de 2008 por una fractura de la cabeza del húmero (hombro) izquierdo, así como una contusión en la rodilla izquierda.
 

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