Esteban Rojas H.
Este viernes, un cauto optimismo prevaleció en los participantes del mercado cambiario nacional, sentimiento que los llevó a incrementar sus posturas a favor del peso, a pesar de que se careció de datos clave vinculados al sector laboral estadounidense.
El denominado dólar spot cerró en 13.08 unidades a la venta, lo que representó para el peso un avance de 11.50 centavos, equivalente a 0.87 por ciento.
En la semana, la moneda nacional logró quedar en terreno positivo, al acumular una ganancia de 0.72 por ciento, a contracorriente de la volatilidad observada.
El tipo de cambio quedó en un soporte intermedio de 13.08 unidades, que en caso de romper a la baja le podría abrir la puerta para acercarse a otro más sólido ubicado en 12.67 pesos, en caso de mejorar el clima con relación a los problemas presupuestales en el principal socio comercial del país.
En otro escenario, de persistir la incertidumbre, no se debe descartar que vuelva a poner a prueba una primera resistencia de 13.35 unidades, aunque la más firme estaría un poco más arriba, en 13.47 pesos.
El dólar cerró el viernes con una alza de 0.14 por ciento frente a una canasta de seis divisas, pero eso no logró evitar que quedara cerca de un mínimo de ocho meses, además de completar su cuarta semana consecutiva en terreno negativo.
Los inversionistas se han alejado del dólar por la desconfianza que provoca la paralización parcial del gobierno de EU y por la posibilidad de que se postergue un apretón a la política monetaria por parte de la Reserva Federal.
En la semana, entre las divisas ganadoras estuvo el dólar australiano, con 1.39 por ciento, seguido del yen, con 1.13 por ciento.
El euro puso de nueva cuenta a prueba la barrera de 1.36 dólares al registrar hoy una moderada toma de utilidades. En la semana, la divisa común ganó marginalmente, en tanto que la libra perdió terreno.
El franco suizo subió en la semana, obedeciendo en parte a su papel de refugio en épocas de turbulencia e incertidumbre.
En el plano latinoamericano, el peso fue una de las monedas defensivas al presentar un marginal avance, aunque no fue suficiente para ubicarlo dentro de las principales ganadoras en la región.
Las monedas que más avanzaron fueron la de Brasil, con 2.10 por ciento, y la de Colombia, con 1.26 por ciento.
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