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Peso pierde 0.74%; dólar cierra jornada a $13.195


 
 
Esteban Rojas H.
 
La tensión se volvió a apoderar de los mercados, ante la falta de señales de un pronto arreglo presupuestal en los Estados Unidos, afectando negativamente a los activos de mayor riesgo, a lo que no pudo escapar el peso.

De acuerdo con información publicada por el Banco de México, el dólar con liquidación a 48 horas cerró el jueves en 13.195 unidades a la venta. En el día, el peso retrocedió 9.70 centavos, es decir, 0.74 por ciento.

En operaciones de intradía, el tipo de cambio llegó registrar un máximo en 13.35 unidades y un mínimo en 13.1675 pesos.

La paridad peso-dólar puso a prueba, de esta manera, su resistencia ubicada en 13.20 unidades, la cual finalmente respetó.

La línea de defensa de corto plazo es tenue, encontrándose la más firme en 13.47 pesos por dólar, en tanto que el soporte relevante a cuidar es de 12.67 unidades, en el mercado de mayoreo.

Indicadores económicos mixtos dados a conocer en los Estados Unidos no impidieron que la atención siguiera centrada en la falta de capacidad para llegar a un acuerdo presupuestal.

Por un lado, las solitudes por seguro de desempleo subieron a 308 mil, aún por debajo de los niveles previos a la recesión. Por otro, el ISM de los servicios presentó una sorpresiva reducción, en una actividad que representa más de dos tercios de la economía estadounidense.

La actitud cautelosa de los participantes se reflejó en la búsqueda de refugio en instrumentos como los bonos del tesoro de EU, los cuales llegaron a tocar en el día un nivel por debajo de la barrera de 2.60 por ciento.

El dólar no tuvo la misma suerte y retrocedió 0.11 por ciento, respecto a una canasta de seis divisas referenciales.

La principal divisa del mundo llegó a tocar en la jornada mínimos no vistos en ocho meses.

En Europa, el euro logró mantenerse por arriba de 1.36 dólares, en tanto que la libra presentó un moderado retroceso.

El yen siguió apreciándose, aunque a un paso lento, al mantenerse alrededor de 97.30 unidades.

La debilidad observada en el dólar en los últimos meses no es del todo negativa. Un comportamiento de esta naturaleza sirve de soporte a una alicaída economía estadounidense.

En contrapartida, la fortaleza de las divisas en Europa puede ser un lastre para su proceso de salida de una profunda recesión.
 
 

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