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PAUL KRUGMAN: Una Fed más severa


 
 
Paul Krugman 
 
Quería comentar brevemente sobre la última conferencia de prensa del Consejo Directivo de la Reserva Federal, donde Ben Bernanke, su presidente, confirmó que la Fed se está volviendo significativamente más estricta, debido a pronósticos relativamente optimistas.
 

Mi reacción: esto no es bueno. La Fed podría salirse con la suya, pero también hay una verdadera probabilidad de que esto termine viéndose como un error histórico.
 

Tenga en mente, primero, que la economía nacional sigue estando en el hoyo, situación especialmente obvia si observamos el empleo en lugar del desempleo.
 

El envejecimiento de la población representa parte pero no mucho de la caída en la tasa de empleo; el hecho es que aún estamos muy lejos de niveles de empleo aceptables. Mientras tanto, la inflación sigue por debajo de la meta de la Fed. Tal vez ésta cree que la situación mejorará, pero tal como lo señala todo mundo, la Reserva Federal se ha mostrado consistentemente demasiado optimista desde el inicio de la crisis. Y por ahora la economía todavía necesita toda la ayuda posible.
 
¿Cómo puede ayudar la Fed? Con tasas de interés de corto plazo frente al límite inferior cero, principalmente cambiando las expectativas: transmitiendo el mensaje de que esperará para endurecer el crédito, que dejará que la economía se recupere y permitirá que aumente la inflación antes de subir las tasas. Para usar mi vieja frase, deber prometer creíblemente que será irresponsable.
 
Y lo que acaba de hacer, en cambio, es señalar que sigue siendo un banco central de mentalidad convencional.
 
Entonces, ¿qué va a pasar si la recuperación se estanca y las expectativas de inflación caen aún más? ¿Puede la Fed virar rápidamente y enviar un mensaje creíble en el sentido de que después de todo realmente no tiene una mentalidad tan convencional? Es difícil de creer. Habiéndose mostrado inclinada a empezar a llevarse la música antes que empiece la fiesta, discutiblemente ya ha revelado su juego.
 
Sé que esta última medida tuvo apoyo abrumador del Comité Federal de Mercado Abierto. Eso me sorprende y me impacta un poco, y me preocupa que pudiéramos haber visto en acción una amplificación incestuosa.
 
Realmente espero que la economía real se recupere a un ritmo que demuestre que mis temores son infundados. Pero de no ser así, me temo que la Fed acaba de hacer más daño de lo que parece comprender.
 

Frente a la estupidez, el propio FMI contiende en vano.
 
En una declaración reciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) reprochó a Estados Unidos gastar muy poco y recortar muy rápido su déficit presupuestario, y la mayoría de la gente, si se enteró, simplemente hizo caso omiso. Para ser honesto, esa también fue mi reacción inicial: hemos llegado a aceptar como parte de la 'nueva normalidad' la gran estupidez de nuestras políticas económicas actuales, y el hecho de que aparentemente no se puede hacer nada al respecto.
 
No obstante, de vez en cuando deberíamos dar un paso atrás y considerar lo impresionante de la situación. Normalmente, esperamos que los gobiernos tengan problemas para contener las exigencias de que gasten más y/o cobren menos impuestos. Normalmente, esperamos que el FMI sea un vigilante fiscal, diciendo a los gobiernos manirrotos que tomen decisiones duras (la vieja broma de que las siglas en inglés del FMI significan 'Es Principalmente Fiscal').
 
Pero ahora estamos en una situación, una trampa de liquidez, donde más gasto gubernamental es bueno, porque ayuda a poner a trabajar recursos desocupados; mientras tanto, el costo en términos de servicio futuro de la deuda es mínimo, porque las tasas de interés son muy bajas.
 

Ambas puntas del caso a favor de la austeridad (la afirmación de que los recortes en el gasto de hecho son expansivos y la afirmación de que suceden cosas terribles cuando aumenta la deuda incluso si las tasas de interés son bajas) han colapsado. Entonces, ¿qué podría ser más fácil que los políticos hicieran felices a sus votantes gastando más en cosas de su agrado? ¿Pero qué pasa?
 
Más austeridad, porque un partido dedicado a la propuesta de que menos gobierno siempre es más, chantajeó al Presidente Obama para que aceptara la secuestración, y que ahora usa su poder de bloqueo para evitar cualquier solución; y es cierto, el Sr. Obama ha optado por no convertir esto en una cuestión política central. Si el gasto gubernamental hubiera crecido a tasas normales desde 2007, sería cientos de miles de millones de dólares más alto de lo que es, y la tasa de desempleo probablemente sería de 6 por ciento o menos. En este punto, la austeridad es la causa principal por la que tenemos una recuperación inadecuada.
 
Pero ni siquiera hay un indicio de movimiento significativo en la política fiscal. Es realmente increíble.
 
About Paul Krugman
Paul Krugman joined The New York Times in 1999 as a columnist on the Op-Ed page and continues as a professor of economics and 
international affairs at Princeton University. He was awarded the Nobel in economic science in 2008.

Mr. Krugman is the author or editor of 21 books and more than 200 papers in professional journals and edited volumes. His books include 
"The Return of Depression Economics" (2008) and "End This Depression Now!" (2012).

 
 
 
 

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