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Oriente Medio cree que EU le ha dado la espalda


Reuters

Washington.- Desde Arabia Saudita a Israel, los aliados tradicionales de Estados Unidos en Oriente Medio comenzaron a preguntarse: ¿Estados Unidos nos está dando la espalda?

Las aperturas diplomáticas del presidente Barack Obama a su antiguo rival Irán y su negativa de último minuto a atacar a Siria han hecho que funcionarios en Israel, países del Golfo Pérsico y Turquía se pregunten si Washington está abandonándolos de forma deliberada para evitar verse arrastrado a un Oriente Medio que vive luchas sectarias más profundas y temores a que Teherán pueda estar buscando una bomba nuclear.

Reportes de prensa de que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, por su sigla en inglés) pueda haber espiado a los líderes de Alemania, México y Brasil también han incomodado a esos antiguos aliados, lo que se suma a la impresión entre algunos de que Obama tiene trastocadas sus prioridades en política exterior.

Sin embargo, es en Oriente Medio que la política de Obama está bajo mayor escrutinio, especialmente de parte de Arabia Saudita, que teme a una mejoría de las relaciones entre Estados Unidos e Irán, el rival regional de Riad.

Un importante príncipe saudí advirtió esta semana que el reino podría "alejarse" de Estados Unidos, lo que sugiriere un gran cambio estratégico tras décadas de cercana cooperación militar y económica.

Funcionarios israelíes dicen que temen que Obama no tome una línea suficientemente dura en las negociaciones con Irán respecto a sus ambiciones nucleares y que se rehúse a emprender una acción militar contra Teherán del mismo modo en que evitó atacar al presidente sirio Bashar al-Assad en septiembre.

"Estados Unidos hizo mucho daño a su imagen al no atacar a Siria", dijo un diplomático israelí en Jerusalén.

Las preocupaciones de aliados sobre la falta de entusiasmo estadounidense para involucrarse más en Oriente Medio son apuntaladas por sondeos de opinión que muestran una fuerte oposición del público estadounidense a una intervención en la guerra civil de Siria.

Un sondeo Reuters/Ipsos del 11 de octubre mostró que sólo un 13 por ciento de los estadounidenses apoyan una acción de su país en Siria.

DESASTRE

La Casa Blanca niega las insinuaciones tanto de amigos como de enemigos en Oriente Medio de que no tiene estómago para usar la fuerza en la región y apunta al derrocamiento del líder libio Muammar Gaddafi en el 2011.

Funcionarios estadounidenses también advierten que no se debe subestimar la voluntad de Obama de utilizar una opción militar contra Irán para evitar que obtenga un arma nuclear.

"No es que se trate de un presidente que ha demostrado no tener voluntad para actuar cuando creía que era de nuestro interés, pero no va a actuar cuando no cree que sea en nuestro interés", dijo Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional de Obama.

También dijo que Estados Unidos no empezaría a elevar las sanciones contra Irán hasta que Teherán muestre un avance real en las conversaciones nucleares.

Washington y sus aliados creen que Irán busca desarrollar la habilidad de fabricar armas nucleares, pero Teherán dice que el programa es para generar energía y dispositivos médicos.

Sin embargo, Obama resistirá a la presión de Arabia Saudita para ser más activos en Siria, donde los rebeldes que se oponen a Assad están cada vez más influenciados por militantes islamistas, algunos de ellos vinculados a Al Qaeda.

Obama es extremadamente cauteloso sobre un involucramiento militar indefinido de Estados Unidos en Oriente Medio. Su cautela se debe en parte a Irak, dijo Rhodes.

"Creo que la guerra de Irak pesa en nuestros pensamientos", comentó Rhodes en una Cumbre de Reuters en Washington. También dijo que la caída de Irak en el caos sectario y político "demostró las limitaciones de nuestra influencia".

"Tuvimos un ejército ocupante de 150,000 hombres en el país y no pudimos dictaminar eventos en ese país en los años siguientes", dijo.

La cautela de Obama es igualada por la oposición en el Congreso, así como también a un cansancio con la guerra que la mayoría de los sondeos muestran que ha permeado al público estadounidense.

"El presidente refleja acertadamente una cierta fatiga con Oriente Medio", dijo Elliott Abrams, asesor de política exterior del predecesor republicano de Obama, George W. Bush, y frecuente crítico del mandatario demócrata.

Obama, dijo, abrazó la visión de que "allá afuera es un desastre" y que es mejor limitar la acción militar a ataques con aviones no tripulados en lugares como Pakistán, Yemen y Somalia.
 
 

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