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Niños denuncian abusos gracias a personajes animados


 
Miriam de Regil
 
 
"La mujer que ayuda en la casa con la limpieza es quien me golpea y maltrata cuando mis papas no están". Ésa fue la primera declaración que una pequeña le hizo a 'Antenas', un personaje virtual con el cual la psicóloga Julia Borbolla trabaja desde 2005 para que niños y adolescente interactúen con él y expresen sus angustias, miedos, alegrías, así como las experiencias de violencia y atropellos que padecen.
 
En este sentido, esa herramienta tecnológica opera en una doble vía pues, al tiempo que brinda apoyo psicológico al niño, también coadyuva a la toma de declaración ante el Ministerio Público (MP) cuando el menor está en calidad de víctima o de testigo.
 
Todo esto en un ambiente idóneo, sin miedo a represalias y con plena validez jurídica, también mediante la interacción con este personaje virtual, en un proceso en el cual Antenas se hace amigo y confidente de los menores y éstos revelan al personaje lo que ha sucedido.
 
La experta detalla que el niño entra solo a una cabina donde comienza a hablar con el personaje. Del otro lado de la cabina una psicóloga clínica interactúa con el niño por medio de una pantalla y la voz del títere.
 
El niño es monitoreado mediante un circuito cerrado de audio y video. El trabajo se realiza en una cámara Hessel, operada específicamente por psicoterapeutas en tiempo real.
 
"En otros estados de la República, los niños deben presentar declaración ante el Ministerio Público; son careados con el agresor, pueden ser presionados, temen a represalias y niegan que haya sucedido algún abuso, lo que favorece la impunidad", agrega Borbolla.
 
Además de la labor que desempeña en la procuraduría capitalina (PGJDF), Antenas actualmente auxilia a los menores de edad no sólo a nivel clínico privado: también está en hospitales como el Infantil Federico Gómez o el Pediátrico de Tacubaya.
 
"La primera vez que la niña le dio a Antenas esa declaración de abuso por parte de una trabajadora doméstica, me dije: 'Esto debe estar en un Ministerio Público'; pero la verdad no imaginé nunca que mi herramienta fuera a ser utilizada por dependencias como la PGJDF para que los menores rindan su declaración", señaló Julia Borbolla, creadora del proyecto y presidenta de la Fundación Antenas por los Niños AC.
 

 
Los orígenes
 
"El objetivo con que nace esta fundación -apuntó- era en un principio llevar ayuda psicológica a los niños en los hospitales, luego nos dimos cuenta que podría ayudar a los niños en situación vulnerable en general. El primer lugar donde se instaló el proyecto fue el Hospital Infantil de México."
 
Aunque el protagonista principal es Antenas, un personaje de otro planeta (Antenópolis), el cual no tiene ni papá ni mamá y no sabe lo que es escuela, mucho menos las injusticias, el proyecto cuenta hoy con cinco personajes más: Kobit, Tusy, Bona, Dulas, Bosty, los cuales han sido creados a lo largo de los últimos 13 años para atender cada uno de los sitios en que la fundación brinda ayuda por medio de Antenas.
 
"Este proyecto nació no sólo para obtener información de los niños, sino también para acceder a ellos de manera más fácil, sin los frenos y prejuicios que puede tener un chiquito en relación con un adulto", explicó Borbolla, quien aseguró que mediante los títeres se obtiene la información más rápido: "Lo que me cuesta cuatro sesiones, los personajes lo obtienen en cinco minutos. Los niños son tan generosos a pesar de haber sufrido que se vuelven los maestros de los títeres, vencen sus miedos y vergüenza para orientarlos en este planeta".
 
De acuerdo con la especialista, aunque desde hace tiempo existen los títeres interactivos y la terapia, nadie había hecho esta combinación, por lo que Borbolla consiguió registrarlo como una patente internacional, la cual han intentado ya plagiar.
 
"Estoy muy contenta con todo lo que ha ocurrido con el proyecto, pero también estoy ocupada buscando que éste no se desvirtúe, pues tengo una trayectoria de 32 años de ejercer la profesión y no quisiera que esta herramienta sea mal utilizada. Definitivamente no se puede jugar con la afectividad de una criatura; antes, prefiero quitarla a que pueda dañar."
 
"El proyecto -agregó- utiliza la fantasía muy acotada sólo en bien del niño, además de que la herramienta es perfeccionada cada día y cuenta con un protocolo resultado de mucho trabajo. Son muchos años de investigación para saber qué hacer, cómo preguntar y orientar".
 

 
Historias de abusos
 
Desafortunadamente, comenta Borbolla, muchas de las declaraciones que los títeres virtuales han conseguido son de abuso sexual. Ante ello, Antenas siempre recomienda a los menores que: "Si alguien te pide que te bajes los pantalones, dile que no y corre".
La especialista también detalla que en el proyecto se trabaja con todos los estratos de la población: "Nos hemos topado con casos de niños en situaciones de pobreza extrema que han sido víctimas de abuso por parte del abuelo, del hermano o del padre, quienes ven las agresiones sexuales como algo natural porque muchas veces les dicen que se lo merecen".
Agrega que una pequeña más le contó a Bosty -el títere de la PGJDF- que cuando los abuelos salen o se duermen, el tío la lleva a la recámara y allí le hace cosas feas.
"Ante este tipo de casos, nosotros buscamos estar allí, y ayudar a los pequeños en todo este proceso".
Lo problemas más comunes que estos títeres escuchan en México son los relacionados con la violencia intrafamiliar, abuso sexual y el bullying en las escuelas.
"Una de las misiones de estos personajes es buscar convencer a las víctimas de que, pese a todo lo que hayan padecido, son muy valiosos; pero sobre todo que nadie merece ser maltratado, golpeado o insultado."
Los personajes interactúan con los menores en un cuarto a través de una pantalla de televisión, donde los niños se sienten seguros y en la intimidad.
"En el caso de la procuraduría, el personaje ha sido testigo de delitos que no fácilmente revelarían a un señor sentado en un escritorio."
Además, en la charla con el títere, el niño ya no se siente revictimizado porque antes tenía que platicar 20 veces lo sucedido: "Ahora cuenta una sola vez lo que pasó, puede haber una ampliación de declaración, pero si el policía quiere saber qué paso, sólo tiene que ver el video".
Ahora que se vienen los juicios orales -señaló la psicóloga-, esta herramienta va a ser de muchísima utilidad.
"Donde exista un niño que sufra, ahí vamos a estar porque la asistencia psicológica en este país parece un lujo y realmente es un derecho de los menores, porque es bueno que se den cobijas y alimentos a la población; pero los niños necesitan también soporte emocional y ayuda psicológica", concluyó.
 

 

Luchar contra inercias

La firma del convenio entre Antenas y la PGJDF se realizó el año pasado. Ahora está en tres fiscalías: la de delitos sexuales, la de lo familiar y la especializada de niños y niñas.
 
Julia Borbolla destaca que "a pesar del éxito del convenio, ha costado mucho trabajo que despegue". Y explica las razones: "En una institución donde siempre se han hecho las cosas de la misma manera, cuando llega una herramienta nueva todo se complica, y más aún cuando implica capacitación y la presencia de alguien que no pertenece a la PGJDF. Sin embargo, es un programa que funciona".
 
Al respecto, la especialista informa que incluso la procuraduría capitalina hizo un protocolo para utilizar el proyecto, y se logró modificar el Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal para que las declaraciones hechas a los títeres tuvieran validez legal.
 
"Somos pioneros en el mundo con este proyecto, pero para que despegue se necesita sensibilizar a todo el personal para que coopere y lo hagan no un proyecto sólo del gobierno, sino de la sociedad civil."
 

Ayuda itinerante
 

La Fundación Antenas cuenta con dos unidades móviles que llevan la ayuda psicológica a varios sitios.
 
Explica que, inicialmente, durante el sexenio de Felipe Calderón, las unidades se usaban sólo para supervisar las estancias infantiles del gobierno federal. "Pero actualmente estamos abocados a llevar asistencia a centros comunitarios".
 
Asimismo la fundación tiene hoy un proyecto con los centros de justicia para la mujer que se están instalando en 23 estados de la República.
 
"Antenas se incorporó a este programa debido a que estos centros reciben a mujeres que han sido víctimas de agresión y abuso. Ellas siempre llegan con sus hijos, los cuales presenciaron la violencia y necesitan ayuda."
 
"Antenas es una licencia de uso", advirtió Borbolla. "No vendemos el software para que alguien lo use, licenciamos su uso y si lo hace mal quitamos la licencia".
 
A lo largo de los últimos años, Borbolla ha recibido solicitudes de otros países; pero ella no ha querido compartirlo.
 
"Mientras en mi país no se use como debe ser, no lo puedo ofrecer", dijo.
 
 

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