Claudia Alcántara
El sueño de México de convertirse en una de las cinco potencias mundiales en llegadas de turistas internacionales está cada vez más lejos, se espera que al cierre de 2013 el país descienda dos posiciones al pasar del escalón 13 al 15.
En tan sólo dos años, México caerá en total cuatro escalafones del listado de llegadas internacionales de la Organización Mundial de Turismo (OMT), del lugar 10 que tenía en 2010 al 15 en 2013, de cumplirse las previsiones para el cierre de este año, realizadas por analistas y participantes del sector.
A pesar de que la actividad turística nacional aumentará en llegadas y volumen de divisas internacionales, este 2013 no será suficiente para igualar el ritmo de crecimiento que tendrán otras naciones que compiten con México.
Mientras que el país crecería 1.2 por ciento en 2013 por el arribo de 23.7 millones de turistas, naciones como Tailandia tendrán un incremento de 21.4 por ciento, con 27.2 millones de llegadas y Rusia, con 11.4 por ciento, por 28.6 millones de arribos, estimó Francisco Madrid, director de la escuela de turismo de la Universidad Anáhuac del Norte.
Con datos del Barómetro de la OMT de octubre de 2013 y con información de los sitios de internet de los propios países, es posible estimar que los resultados esperados para el cierre del año en llegadas de turistas internacionales no serán favorables para México.
"Es posible anticipar, hay una alta probabilidad, que México descienda dos posiciones más en el ranking, en virtud de los comportamientos reportados por Ucrania y Tailandia y las cifras que se conocen en el caso mexicano", dijo Madrid.
México no ha crecido en llegadas internacionales como otros países, porque las economías emergentes más potentes están en Asia y en Europa oriental, consideró Carlos Vogeler, director Regional para las Américas de la OMT.
Malasia ha avanzado en volumen de turistas porque tiene cerca a China y Turquía crece porque tiene a Rusia como mercado emisor; el mismo efecto se produce de Estados Unidos a México, sólo que al ser un país emisor maduro no crece a los mismos ritmos que los emergentes, explicó.
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