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Mandela será sepultado el 15 de diciembre


 
Reuters
 
El ex presidente sudafricano Nelson Mandela será sepultado en Qunu, su aldea ancestral, en la provincia del Cabo Oriental, el 15 de diciembre, anunció el presidente de Sudáfrica Jacob Zuma.
 
La semana de luto nacional en memoria de "Madiba" incluirá un memorial al aire libre en el estadio Soccer City de Johannesburgo, el mismo lugar donde se llevó a cabo la final de la Copa del Mundo del 2010, el 15 de diciembre, informó Zuma.
 
Los sudafricanos se unían en el dolor hoy por la muerte de Nelson Mandela y mientras algunos celebran su destacada vida con danzas y cantos, otros temen que la partida del héroe antiapartheid pueda volver a dejar a su país vulnerable a las tensiones raciales y sociales que tanto se esforzó en aplacar.
 
Mientras la nación de 52 millones de habitantes asume la noticia de que su amado ex presidente se ha ido para siempre, muchos aún expresaban su conmoción por el deceso de un hombre que fue un símbolo mundial de la reconciliación y la convivencia pacífica.
 
A pesar de declaraciones de líderes y figuras públicas de que la muerte de Mandela, aunque triste, no detendrá el avance de Sudáfrica luego de su amargo pasado de división, algunos expresaban preocupación por la ausencia física de un hombre famoso por ser un pacificador.
 
"No va a ser bueno. Creo que (Sudáfrica) va a convertirse en un país más racista. La gente va a enfrentarse y van a perseguir a los extranjeros", dijo Sharon Qubeka, de 28 años, una secretaria del municipio de Tembisa mientras se dirigía a trabajar en Johannesburgo.
 
"Mandela era el único que mantenía las cosas unidas", agregó la joven.
 
Las banderas ondeaban a media asta mientras Sudáfrica comenzaba el periodo de duelo que culminará la próxima semana con un funeral de Estado para su primer presidente negro, quien salió de la cárcel para ayudar a guiar al país hacia la democracia dejando atrás el derramamiento de sangre y la agitación.
 
Las operaciones bursátiles se detuvieron durante cinco minutos en la bolsa de Johannesburgo, la más grande de África, en señal de respeto.
 
Pero el clima no era tan sombrío. Cientos de personas se reunían en las calles que rodean la casa de Mandela en el suburbio de Houghton, en Johannesburgo, muchas de ellas bailando y cantando canciones en honor al emblemático líder.
 
La multitud incluía a niños con ofrendas florales, empleados domésticos aún con sus uniformes y hombres de negocios vestidos de traje.
 
Muchos participaban en servicios religiosos, incluido uno de los compañeros de Mandela en la lucha contra el apartheid, el ex arzobispo de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, quien dijo que como todos los sudafricanos estaba "devastado" por su muerte.
 
"Démosle el regalo de una Sudáfrica unida", dijo Tutu al celebrar una misa en la Catedral Anglicana de San Jorge en Ciudad del Cabo.
 
Un sinfín de homenajes continuaban llegando el viernes para Mandela, quien sufrió durante casi un año de una enfermedad pulmonar recurrente que se remontaba a los 27 años que pasó en las cárceles del apartheid, entre ellas la famosa colonia penal de Robben Island.
 

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