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Mandela podría estar conectado a un respirador artificial


 
 
Reuters

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, canceló un viaje a la vecina Mozambique el jueves, una medida que intensificó la especulación sobre el deterioro de la salud del líder de la lucha contra la segregación racial Nelson Mandela, quien se mantiene hospitalizado en condición crítica.

Zuma tomó la decisión de no abandonar el país después de visitar a Mandela tarde el miércoles en el hospital de Pretoria en el que el ex mandatario ha estado internado por casi tres semanas, y hasta donde han llegado cientos de sudafricanos a depositar notas, flores y oraciones para "Madiba", como se le conoce cariñosamente.

"Claramente su gravedad es tal que el presidente Jacob Zuma ha cancelado su viaje", dijo el portavoz presidencial Mac Maharaj a la emisora Talk Radio 702.

El funcionario declinó hacer comentarios sobre reportes indicando que Mandela estaba conectado a un respirador artificial y sostuvo: "No puedo confirmar detalles clínicos".

Mensajes deseando una pronta recuperación, flores y animales de peluche se han acumulado alrededor del edificio donde los médicos tratan al ex presidente sudafricano por una recurrente infección pulmonar.

Su salud se deterioró el fin de semana, un hecho que hizo comprender con pesar a los 53 millones de sudafricanos que el hombre que enfrentó al régimen de la minoría blanca y forjó la "Nación del Arcoiris" tras el fin de la segregación no estará con ellos para siempre.

Una parte de la pared de ladrillos beige está cubierta por mensajes de reconocimiento a su vida de lucha y sacrificio -incluidos los 27 años que pasó en prisión- que ayudó a lograr las primeras elecciones del país para todas las razas en 1994.

"Sabemos que el día llegará en que fallezca, pero es tan doloroso de aceptar", dijo Patricia Ndiniza, de 53 años, una agente inmobiliaria que dejó un mensaje deseándole una rápida recuperación a Mandela.

"Es un pilar para todos nosotros. Es nuestro pilar de paz y reconciliación", agregó.

Sudafricanos resignados

El presidente Jacob Zuma ha dicho que los médicos están haciendo sus mayores esfuerzos para asegurar la "recuperación, bienestar y confort" del primer presidente negro de Sudáfrica, una de las figuras más influyentes del siglo XX.

Consultado sobre si la gravedad del estado de Mandela podría forzar cambios a la agenda de una visita a Sudáfrica este fin de semana del presidente estadounidense, Barack Obama, Maharaj dijo que era demasiado pronto para saberlo.

Destacó que Obama también visitaría otros dos países africanos, Senegal y Tanzania, y que comenzaría con la capital senegalesa el miércoles por la noche.

Escolares, grupos de oración, oficinistas junto a camaradas y partidarios que siguieron a Mandela en la lucha contra la segregación se han desplazado hasta el hospital día a día.

Los mensajes caídos son recogidos y reemplazados por nuevos, algunos escritos con lápices de colores por niños y otros de adultos que expresan su agradecimiento a Madiba, como se refieren al líder en su país.

Los guardias han arreglado los muñecos de peluche y colocado las flores en agua, alineándolas a la pared.

"Dejé un ramo. No fue mucho porque era todo lo que podía pagar", dijo Tsepho Sibanyoni, quien trabaja como conductor.

"El es como Jesús para mi. Tiene un halo dorado. Mandela nunca se vengó de todos quienes lo persiguieron y en cambio dijo 'vamos a unirnos'", comentó Sibanyoni, de 41 años.

La policía cerró las calles para el tráfico vehicular cerca del hospital, ubicado en el centro de la capital. El pasaje de gente en la puerta principal del edificio aumenta al mediodía y luego de las horas laborales normales.

"Es un momento duro para ser sudafricano y africano, el hombre era un icono", dijo Steven Makanamsa.

"Cuando se vaya, debemos darnos la mano. Debemos estar unidos. Debemos hacer algo que sea importante en nuestra vida. Eso es lo que nos enseñó, lo que quiere", añadió.
 

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