Archivo

Magnate desarrolla a los próximos 'Messis' rusos



Bloomberg
A Sergey Galitskiy le tomó menos de dos décadas levantar desde cero a la empresa Magnit hasta convertirla en el líder minorista de Rusia. Con la fortuna que obtuvo, el magnate se dedica al desarrollo de jóvenes futbolistas para competir con la élite futbolística del país.
 
Galitskiy, de 46 años, fundó el FC Krasnodar en 2008, y desde entonces ha invertido más de 250 millones de dólares en llevar al club del sur de Rusia a un nivel para competir con escuadras como el Spartak de Moscú y el Zenit de San Petersburgo.
 
Se trata sólo de una fracción de las fortunas gastadas en el futbol por algunos millonarios rusos, mientras Galitskiy busca hacer emerger el mejor talento joven de la región, en lugar de erogar grandes cantidades de dinero en conseguir a los grandes nombres de este deporte.
 
"No estamos en busca de grandes lanzamientos, queremos desarrollarnos gradualmente y conseguir exactamente lo que necesitamos", dijo Galitskiy durante una entrevista en el moderno campus que construyó para criar una futura generación de estrellas para su equipo.
 
"No nos hemos apresurado para determinar objetivos, ya sea en negocios o en futbol. Nuestra meta es entender cómo actuar y luego movernos gradualmente", añadió.
 
Si Galitskiy es capaz de repetir el éxito de Magnit, los poderes del futbol europeo deberían estar atentos. Fundada en 1994, la empresa ha crecido rápidamente hasta convertirse en uno de los minoristas de alimentos más rentables con un valor de mercado que excede los 31 mil millones de dólares.
 
Sin haber recurrido a las adquisiciones, Magnit tiene ahora 6 mil 880 tiendas de conveniencia, 152 hipermercados y 677 tiendas de cosméticos que generan anualmente ganancias por unos 18 mil millones de dólares.
 
Primero, la academia
 
"Magnit evitó las adquisiciones costosas y construyó tiendas de las nada, lo que al final le permitió convertirse en el principal minorista de Rusia", afirmó Nikolay Kovalev, analista de VTB Capital.
 
"Con el futbol, Galitskiy está intentando lo mismo, él no ha derrochado decenas de millones de dólares en comprar superestrellas. En cambio, invierte en infraestructura para crear las suyas", añadió.
 
Esa inversión inicia en la academia. Construida a un costo de 80 millones de dólares, se trata de un moderno complejo de entrenamiento para niños que son seleccionados por visores de más de 20 escuelas –patrocinadas por Galitskiy- para menores de 6 a 12 años en la región de Krasnodar.
 
Instalada en un terreno de 20 hectáreas, la academia incluye 20 campos, salones de lectura, una alberca y un salón de ajedrez, y le ofrece a niños de entre 12 y 17 años la oportunidad de aprender tanto dentro como afuera de la cancha.
 
"El éxito en el futbol es imposible sin una buena escuela", considera Galitskiy, cuyo sueño es que en un futuro todo el equipo del FC Krasnodar esté compuesto por graduados de su academia.
 
La primera generación de estudiantes con todo el ciclo en la academia alcanzarán un nivel adulto en 2018. Entretanto, el fundador de Magnit ha seguido sus principios de negocios para formar un equipo capaz de contender por un puesto en las competiciones europeas.
 
Talento local
 
El equipo actualmente está conformado por jugadores locales internacionales, incluyendo cuatro brasileños que aún no han logrado impacto a nivel mundial. Su fichaje más importante fue el defensor sueco Andreas Granqvist, contratado en agosto de este año por unos 6.8 millones de dólares.
 
En tanto, el Zenit de San Petersburgo, patrocinado por la empresa Gazprom, pagó el año pasado 55 millones de euros por el delantero brasileño Hulk.
 
"Los equipos más grandes contratan jugadores muy caros", piensa Galitskiy. "Es imposible contratar futbolistas por menos de un millón de dólares y estar en los primeros lugares".
 
Nuevo estadio
 
El dinero obtenido en su empresa le ha permitido al emprendedor seguir su pasión por el futbol. Con una fortuna de casi 14 mil millones de dólares, Galitskiy ocupa el puesto 70 entre las personas más ricas del mundo, según el ránking de Bloomberg.
 
Eso representa un incremento de 62 por ciento en el último año, lo que lo ha puesto por encima de otro magnate ruso, Roman Abramovich, quien en la última década ha gastado más de mil millones de dólares en su equipo, el Chelsea de la Liga Premier de Inglaterra.
 
"Me gusta el futbol, simplemente", dijo Galitskiy cuestionado por su compromise con el FC Krasnodar. "Cuando alguien gana dinero, es correcto que lo gasta él mismo. Es una pena que alguien gane dinero y sean algunos extraños fondos los que lo gasten".
 
En adición a lo que ya ha invertido, el empresario ha dirigido 250 millones de dólares más para la construcción de un estadio para 34 mil personas que estará listo en 2015, aunque no está contemplado para el Mundial de Futbol de 2018 que se realizará en Rusia.
 
Para seguir el progreso en la construcción del estadio, Galistkiy puede entrar a la página web del equipo y ver imágenes en tiempo real, de la misma forma que lo hace con la construcción de algún nuevo supermercado.
 
Movido por la pasión

Las similitudes no terminan ahí. Galitskyi está tan cerca de sus intereses en el futbol como de sus negocios, pues visita la academia casi a diario y acude a todos los partidos de local de su equipo.
 
El dueño, quien jugó futbol en su juventud, incluso accede a los vestidores después de los partidos para saludar a los jugadores, tanto en la victoria como en la derrota.
 
Sus planes sin prisas para levantar al FC Krasnodar refleja la forma en que construyó desde el inicio su empresa.
 
"Galitskiy es prgmático y rentable en sus negocios", señala Dimitry Navosha, director de sports.ru, una página web rusa dedica a los deportes. "En el futbol, lo que lo mueve es la pasión".

También lee: