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Los tres consejos que da un innovador


 
 
Tres consejos de un innovador
 
Enrique Lomnitz, reconocido por el MIT como una de las 35 personas menores de 35 años más innovadoras comparte tres consejos para hallar soluciones "fuera de la caja".
 
"La innovación tiene que ver con replantear soluciones a problemas, a veces replantear el problema, de tal manera que se abra la oportunidad de hacer algo de una manera diferente", señaló.
 
1. No saltar directamente a la 'solución'. "Hay que empaparse del problema y posponer la solución, entender bien cuáles son las causas e imaginar muy abiertamente cómo podría ser diferente la situación y cómo podría ser una realidad donde no existe ese problema".
 
2. Respuestas multidisciplinarias. "Hay una tendencia a saltar a las conclusiones y abordar los problemas desde una disciplina que se considera que es la relevante para un tema. (…) Esa apertura a contemplar los problemas desde otras disciplinas, incluso aquellas que no son las más obvias, es indispensable).
 
3. Cultivar la curiosidad. "Que estén leyendo, que estén yendo a exposiciones, viendo cosas, pero no sólo las que consideran relevantes, sino en general que cultiven una curiosidad por ver que están haciendo diferentes personas en diferentes campos, porque a veces la inspiración llega de un lugar que nunca imaginaste".
 
El mexicano fue reconocido por un proyecto de captación, que a su propio juicio, no es en sí un concepto innovador, en cambio sí lo es al incorporarlo como una respuesta viable para una urbe como la Ciudad de México.
 
"La captación de agua de lluvia no tiene nada de nuevo, lo que sí es nuevo es la manera en que se propone integrar esta acción a una ciudad moderna", señaló.
 
"Proponemos un sistema de captación de agua que en principio simplemente complementan la infraestructura existente pero ayuda a amortiguar las carencias".
 
El proyecto Isla Urbana nació en 2009 y se ha enfocado a zonas marginadas del sur de la Ciudad de México, pero también ha dado soluciones para centros comerciales, negocios, fábricas y uno de los hangares del aeropuerto capitalino.
 
Cuando una familia empieza a "cosechar la lluvia" con los sistemas de Isla Urbana, su cisterna está llena hasta seis meses al año con esta agua. Esto significa que la ciudad no tiene que bombear agua, ni agotar ríos y acuíferos, para mantener abastecida a esa casa, explica Lomnitz.

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