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Legislatura 113, la más improductiva en la historia de EU


 

Gabriel Moyssen
 
Con el número 113, similar al de la mala suerte y en su caso sinónimo de estancamiento, la legislatura que suspenderá sesiones el viernes 13 en la Cámara de Representantes por el periodo navideño y de año nuevo ––una semana después lo hará el Senado––, pasará a la historia como la más improductiva e impopular, luego de distinguirse por el bloqueo de las iniciativas de Barack Obama, así como por llevar al cierre parcial del gobierno y acercar el país a la moratoria.
 
De acuerdo con The Washington Post, apenas 52 leyes fueron aprobadas por el Capitolio este año, cifra inferior a las 88 del récord establecido en 1995, cuando el "Contrato con EU" del Partido Republicano, que dio a ese partido el mando de las dos cámaras, ató las manos de William Clinton.
 

Pese a la existencia de asuntos pendientes cuya resolución beneficiaría potencialmente a demócratas y republicanos, rumbo a las elecciones intermedias de noviembre de 2014, como un acuerdo a largo plazo sobre el financiamiento del gobierno federal y el techo de la deuda, además de la reforma migratoria, los calendarios de sesiones de representantes y senadores sólo coincidieron cinco días este mes, lo que dejará en la charola propuestas que requieren ser renovadas antes del 31 de diciembre: Ayuda para desempleados, para trabajadores desplazados por el comercio global y recortes de impuestos "amigables para los negocios", que incluyen el área de investigación y desarrollo.
 

Las perspectivas son peores para la extensión de la ley agropecuaria y varios proyectos que reducirían las emisiones que generan el cambio climático y contribuirían a la adaptación frente al fenómeno, lo mismo que para decenas de nombramientos de funcionarios federales, entre ellos jueces, si bien la "opción nuclear" que el Senado bajo control oficialista aprobó en noviembre deberá ayudar a que Obama supere el bloqueo, mediante votaciones por mayoría simple para eliminar la táctica "filibustera" de discursos interminables en la tribuna; así, al menos se lograría la confirmación de Janet Yellen en la Reserva Federal y de Jeh Johnson en el Departamento de Seguridad de la Patria.
 

Entre los "éxitos" de la 113 Legislatura, que arrancó el tres de enero y concluirá el tres de enero de 2015, señaló The Week, se cuentan un incremento temporal del endeudamiento de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, a fin de reparar el daño causado por el huracán Sandy dos meses antes, y la prolongación de leyes contra la violencia hacia las mujeres y para enfrentar pandemias. También entregó de manera póstuma la Medalla de Oro del Congreso a las cuatro niñas afroamericanas que murieron en el ataque racista de 1963 a una iglesia bautista de Alabama; el consenso apareció, asimismo, para mantener completo y en condiciones operativas al personal de la Administración Federal de Aviación.
 

Nada parece indicar que cambiará la inercia; menos aun cuando el próximo año estará dominado por la campaña para renovar el Capitolio y las sesiones sumarán ––aquí surge otra vez ese número–– 113 días en la Cámara baja, en comparación con los 126 de 2013.
 

No sorprende, entonces, que sólo nueve por ciento de los estadounidenses apruebe el trabajo del Congreso, la cifra más baja registrada en las encuestas sobre el tema desde que empezaron hace 39 años. Su popularidad cayó en picada en octubre, a raíz de la pugna por el presupuesto ––en los cuatro últimos años sólo ha autorizado resoluciones para que el gobierno siga su funcionamiento––, pero la de Obama no es mejor, pues se ubica en 39 por ciento, el peor nivel de su gestión, tras el fracaso inicial de la reforma de salud.
 

El 13 de diciembre expirará el plazo que Obama y el Capitolio se fijaron tras el shutdown para hallar una solución al límite del endeudamiento. El Comité de Conferencia que dirige Paul Ryan, ex candidato a la vicepresidencia con Mitt Romney y titular de la comisión de presupuesto de la Cámara baja, junto a Patty Murray, su contraparte demócrata del Senado, estaría cerca de un acuerdo sobre el gasto público en el año fiscal 2014; más valdrá que así sea, ya que el 15 de enero vencerá el financiamiento provisional del gobierno ––en paralelo al comienzo del recorte automático de fondos por casi un billón de dólares––, seguido el 7 de febrero por el techo de la deuda. De complicarse las negociaciones, los republicanos impulsarían otra extensión provisional.
 
 
 
 

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