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Lebron James: historia posible


 
 
 

Axel Beissner
 
El mismo año en que su ídolo y modelo a seguir, Michael Jordan, aparecía por última ocasión en una duela para disputar un partido de temporada regular en la NBA, Lebron James debutaba en la liga profesional de baloncesto más importante a nivel mundial; sólo hubo seis meses de diferencia.
 
Pudo haber sido coincidencia o tal vez, en algunos años más, sea visto como un relevo natural para ocupar el lugar como el mejor basquetbolista de todos los tiempos. Aún es pronto para saberlo, pero la realidad es que ambos jugadores comparten mucho más que el número 23 en el dorsal (el cual tuvo que dejar James al llegar al Heat de Miami, equipo que lo retiró, precisa e irónicamente, en honor a Jordan).
 

Lebron dio el salto de la preparatoria al profesionalismo y, desde entonces, no ha decepcionado. Con tan sólo 11 campañas de actividad, el alero ya supera en puntos anotados a figuras legendarias como John Stockton, David Robinson o Gary Payton; lleva cuatro distinciones como Jugador Más Valioso de la temporada, una menos que Bill Russell y el mismo Jordan, y dos por debajo del histórico Kareem Abdul-Jabbar; también suma dos medallas de oro y una de bronce en Juegos Olímpicos; ahora sólo le resta aumentar el número de campeonatos para figurar también entre los primeros lugares.
 
En la cancha, el apodado King James hace gala de su fortaleza física, su tamaño y habilidad que, en ocasiones, parecen no corresponder a la rapidez y saltos con los que penetra a la canasta, lo cual lo convierte en un rival difícil de marcar.
 
Fuera de las duelas también ha formado una vida exitosa. Apenas este año se casó con su novia desde el instituto, Savannah Brinson, con quien tiene dos hijos de 9 y 6 años de edad, respectivamente. En lo que refiere a los negocios, James tiene contratos publicitarios con firmas internacionales como Nike, Samsung, McDonald's, Coca-Cola, Upper Deck y Dunkin Donuts, con los que, sumado a su salario como basquetbolista profesional, le dio ganancias cercanas a los 60 millones de dólares hasta junio de 2013.
 
En una época en la que la NBA no ha podido encontrar a sus estrellas de antaño, Lebron James tiene todo a su alcance para igualar aquellos tiempos en los que se trataba de más que logros deportivos.
 

 
 
 
 

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