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La realidad de las nuevas carreras y profesiones


 
Rosalía Servín Magaña
 
Problemáticas como la ola de violencia que afecta el país, la epidemia de sobrepeso y obesidad, el cambio climático y el envejecimiento de la población, entre otras, han originado el surgimiento de nuevas opciones educativas tanto en universidades públicas como privadas.
 
Se busca, de esta manera, no sólo dar una respuesta a las nuevas realidades, sino de paso terminar con la saturación que presentan no más de 10 carreras que por sí solas concentran a cerca de 45% de los estudiantes de educación superior.
 
Así, ahora es posible ver nuevas carreras no sólo en áreas de medicina, derecho o administración, sino también en nanotecnología, genómica, desarrollo sustentable, ciencias ambientales, energías renovables, derechos humanos, problemas nutricionales, demográficos y hasta de protección civil.
 
Por ejemplo, en los últimos 12 años la UNAM ha impulsado alrededor de 30 nuevas licenciaturas, con el objetivo de responder a los retos del siglo XXI.
 
Una de las más recientes es la licenciatura en ciencias forenses, la cual comenzará a operar a partir del ciclo escolar que arrancará en agosto y que surgió por el interés de mejorar la procuración de justicia del país.
 
"Tenemos una crisis evidente en el sistema de justicia y una de las formas de solucionarlo es atender a la capacitación de los servidores públicos que intervienen en el proceso judicial: jueces, policías, ministerios públicos y claro, los peritos -como auxiliares en el sistema de justicia-, tienen que estar muy bien entrenados", indicó en entrevista Zoraida García Castillo, coordinadora de esta licenciatura en la UNAM.
 
Explicó que esta carrera busca profesionalizar a los peritos que ejercen en la procuración de justicia y la investigación de los delitos, pero no sólo penales sino familiares, civiles o administrativos, especialmente ahora que está por entrar un nuevo sistema de justicia penal (oral).
 
Dafne Hernández es una estudiante de bachillerato interesada en formar parte del grupo de 30 alumnos con los que iniciará esta nueva carrera, pues se ha dado cuenta de lo importante que resulta contar con gente preparada para verdaderamente aplicar la justicia en este país.
 
"Yo me enteré de la licenciatura a través de un programa de carreras. En cuanto leí de qué se trataba supe que quería estudiarla. Creo tener aptitudes y muchas ganas de emprender algo nuevo", indicó.
 
Eso mismo pensó Iñaki Castellanos hace cuatro años, cuando decidió estudiar la licenciatura en ciencias de la tierra de la UNAM, justo un año después que esta carrera fue creada.
 
"Ante los problemas medioambientales tan fuertes como los que se avecinan, poder tener la capacidad para resolverlos a través de la investigación y la innovación es algo que me apasionó", señaló el estudiante de cuarto semestre de esta licenciatura, creada en 2010.
 
El objetivo de Ciencias de la Tierra es que sus egresados contribuyan en la solución de los problemas relacionados con el planeta, el ambiente y la sociedad, para lo cual deben analizarse conjuntamente el impacto que genera la actividad humana en el sistema tierra-agua-atmósfera y espacio exterior.
 
Además del medio ambiente, otra problemática que busca mitigar la máxima casa de estudios a través de sus egresados es la alimentación, que actualmente presenta desafíos complejos, entre ellos la producción de alimentos, donde la genómica juega un papel crucial.
 
Es así que este año se creó la licenciatura en ciencias agrogenómicas, en la Escuela Nacional de Estudios Superiores de León. Ésta busca cubrir la demanda que existe en México de profesionales universitarios con una formación que integre las áreas de las ciencias agrícolas con la genómica.
 
En esta misma unidad de estudios se imparte otra novedosa licenciatura: fisioterapia, una disciplina relativamente nueva y que se considera parte esencial del sistema de prestación de servicios de salud al ayudar a las personas a desarrollar, mantener y restaurar el movimiento máximo y la habilidad funcional a lo largo de la vida.
 
Para ello puede especializarse en las áreas de geriatría, ortopedia y lesiones deportivas y neurológicas.
 

[Elaboración propia. Arturo Becerril]
 
 
Énfasis técnico
 
Otras nuevas opciones implementadas por la UNAM son la licenciatura en arte y diseño y la licenciatura en Tecnologías para la Información en Ciencias, esta última tendente a formar especialistas en la planeación y administración de proyectos de desarrollo tecnológico.
 
Una novedad con estas carreras es que también plantean "salidas intermedias" que ofrecen a los estudiantes la posibilidad de acreditarse como técnicos.
 
Pero no sólo las instituciones públicas han decidido considerar la formación técnica como una posibilidad práctica y necesaria para el desarrollo del país, ya que ahora también las universidades privadas han decidido brindar nuevas opciones educativas en este sentido.
 
Tal es el caso de la Universidad Iberoamericana (Uia), que a partir de este año decidió ofrecer programas educativos a nivel Técnico Superior Universitario (TSU).
 
"Ahora se requiere gente preparada en áreas específicas y de la mayor calidad. Es por eso que la Ibero, preocupada por esta realidad, lanzó tres nuevos programas: TSU en Hoteles y Restaurantes (la cual se imparte desde enero) y TSU en Sistemas Administrativos y Contables, así como en Producción Gráfica, los cuales se comenzarán a impartir en agosto próximo.
 
"Se escogieron estas tres carreras, pues fueron las que los estudios de factibilidad y los propios empresarios identificaron como necesarias, ya que la intención es que los egresados tengan facilidad de colocarse en el mundo laboral", comentó Yolanda de la Parra, coordinadora general del programa de TSU en la UIA.
 
Para ella, debe tratarse de quitar la percepción de que lo técnico es como de otro nivel, ya que se trata de resolver las problemáticas que se tienen enfrente y esta opción educativa puede ser una eficaz manera de hacerlo.
 
Por ahora comenzarán con estas tres ofertas, pero la proyección es que a 2016 se tengan 7 carreras técnicas más.
 
Innovación
 
Otra de las instituciones educativas que se está sumando a esta necesidad de innovación y pertinencia es el Instituto Politécnico Nacional (IPN), que ha buscado brindar opciones con base en las dinámicas socioproductivas.
 
"Nuestros programas están acreditados y los hemos actualizado en los últimos años, de tal manera que tenemos estructuras curriculares flexibles no sólo para atender los intereses particulares de los alumnos, sino también los requerimientos específicos del entorno", aseguró Daffny Jesús Rosado Moreno, secretario académico del IPN.
 
De acuerdo con este docente, se tiene que lograr una mejora continua de las formaciones adecuada a los entornos regionales, pues el efecto es muy favorable para la inserción laboral de los jóvenes, que es un elemento principal de la inserción social y vida ciudadana.
 
En el caso de la Unidad del IPN en Guanajuato, por ejemplo. La oferta está asociada a la dinámica productiva de la región centro del país, es así que se imparten ingenierías en aeronáutica, biotecnología, farmacéutica y en sistemas automotrices.
 
"En la medida que el Estado defina políticas claras en materia de desarrollo social y productivo, las instituciones de educación superior tendremos elementos para orientar mejor nuestras formaciones y responder a los requerimientos que favorezcan esa evolución", enfatizó Rosado Moreno.
 
Por ello, el IPN también ha incorporado entre sus programas educativos algunas nuevas carreras como Mecatrónica, que es la sinergia de ingenierías mecánica, electrónica y computacional orientada hacia el diseño y manufactura de sistemas y procesos electromecánicos inteligentes que resuelvan rápidamente las problemáticas actuales.
 
También ha implementado especialidades ligadas a estas realidades y necesidades.
 
Tal es el caso de la especialidad de enfermería en gerontogeriatría, creada a raíz del aumento de la población adulta mayor y la urgencia de darle una atención integral a este sector poblacional.
 
Otro de los problemas más fuertes del país es sin duda la obesidad, un padecimiento que está representando graves costos sociales y económicos que requieren de una atención urgente.
 
Consciente de ello, el IPN decidió lanzar un nuevo programa de posgrado: manejo nutricional de la obesidad y el síndrome metabólico, con el cual se pretende aportar soluciones a este problema de salud pública. Este programa será impartido a partir de este año en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Milpa Alta.
 
Un ejemplo más de cómo el entorno puede definir la ruta que deben seguir las instituciones educativas en la oferta de preparación de sus alumnos es la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que en 2012 introdujo nuevas carreras ligadas a las problemáticas que enfrenta la capital.
 
De este modo es posible encontrar licenciaturas en ciencias genómicas, protección civil y gestión de riesgos, así como en ciencias ambientales y cambio climático.
 
Hacia las ciencias sociales
 
Pero no todo debe ser ingeniería o ciencias físico-matemáticas o biológicas, pues un área que sigue siendo fundamental en estos tiempos es la de ciencias sociales y humanidades, que también ofrece novedosas ofertas.
 
"Las ciencias sociales y humanidades siguen siendo pertinentes porque nos ayudan a pensarnos a nosotros mismos, a comprender nuestra diversidad cultural, nuestro potencial artístico y social y a recomponer el tejido social de este país", aseguró Braulio González Vidaña, vicerrector de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), una institución que ha buscado innovar en estas áreas del conocimiento.
 
Desde años atrás la UCSJ ha sido pionera de licenciaturas como gastronomía, arte o ciencias de la cultura, que después se transformó en estudios y gestión de la cultura, que ya comienzan a ofrecer otras universidades.
 
Además, hace 4 años emprendió una nueva licenciatura "única en su género en toda América Latina", destacó González Vidaña: derechos humanos y gestión de la paz que, como su nombre lo indica, busca formar expertos en la promoción y defensa de los derechos humanos, así como en la construcción, gestión y defensa de la paz, con base en los estándares internacionales.
 
"La carrera me ha dado mucha riqueza, me ha hecho más sensible y humilde, me ha ayudado a tener una empatía hacia el otro; también me hizo ver que estamos dentro de una burbuja llena de mentiras, muertes y violaciones a nuestros derechos humanos", comentó Gabriela Jaime, estudiante del sexto cuatrimestre de esa carrera.
 
A ella le gustaría ejercer en zonas rurales y comunidades indígenas "para aprender de esos grupos y ayudar a crear en la sociedad, una nueva visión de los pueblos originarios y a su vez lograr que estos pueblos no se vean a sí mismos como un retraso o estorbo, que es parte esencial para lograr la paz en este país".
 
Información proporcionada por El Financiero Diario. 
 
 
 

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