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INFORME ESPECIAL: La reforma hacendaria


 
Jeanette Leyva y Marcela Ojeda
 

Una reforma hacendaria que sea palanca del desarrollo, como la que propone el Pacto por México, implica ofrecer mayores fuentes de recaudación, pero también un compromiso del gobierno federal y sus dependencias de eficientar y transparentar el gasto público.
 
Involucra también a los estados y municipios para que amplíen sus facultades tributarias y controlen su excesivo endeudamiento, coinciden legisladores y especialistas consultados por EL FINANCIERO.
 
Sin embargo, aseguran que la reforma hacendaria no puede estar supeditada, ni debe limitarse, al logro de los compromisos del Pacto por México, suscrito a principios de diciembre por el Ejecutivo federal y los dirigentes de las tres principales fuerzas políticas del país.
 
La reforma tiene que ser tan amplia y completa que permita cumplir esos compromisos y, al mismo tiempo, fortalecer el sistema hacendario del país para garantizar su viabilidad en beneficio de la sociedad.
 
De los 95 compromisos que se establecen en el Pacto por México, 46 -que representan 48%-- están sujetos a la aprobación de la reforma hacendaria, que será propuesta en el segundo semestre de este año.
 
Senadores coinciden en aprobar una reforma profunda
 
La próxima reforma hacendaria debe ser a profundidad y no repetirse la historia de 2007, cuando sólo se obtuvo una miscelánea fiscal y dos nuevos gravámenes, el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y Impuesto a los de Depósitos en Efectivo (IDE).
 
José Francisco Yunes, presidente de la Comisión de Hacienda del Senado de la República, consideró que los compromisos contenidos en el Pacto por México podrían servir de base para la próxima reforma hacendaria.
 
Advirtió que en el Pacto por México se tienen más de 90 compromisos, de los cuales 44 requieren financiamiento; eso precisa de mayores equilibrios fiscales, que es en lo que debemos trabajar.
 
"En las próximas semanas y meses se madurará una propuesta que analizaremos con detenimiento; la reforma rompe equilibrios y se tienen puntos de vista diversos."
 
Más que una reforma fiscal, planteó, se requiere una reforma hacendaria, pues ésta va más allá de un simple cambio de impuestos, ya que se deben revisar las bases gravables, dar potestades a los estados, analizar los esquemas de financiamiento de la banca de desarrollo, y hacer cambios en materia de crédito en el sistema financiero.
 
"En materia hacendaria se tienen que tratar los alcances de un federalismo fiscal que permita superar los desequilibrios que se han detectado en estados y municipios, y que se han evidenciado por los temas de deuda."
 
La reforma hacendaria que plantee el Ejecutivo debe ir más allá de sólo temas fiscales, subrayó.
 
Pacto por México
 
En opinión del senador panista Francisco Domínguez, la reforma fiscal aprobada en 2007 fue más bien una miscelánea, así que "hoy es necesario entrarle a profundidad" al tema.
 
Aclaró, no obstante, que los puntos acordados en el Pacto por México no obligan a los legisladores a integrarlos todos.
 
"Pondremos o quitaremos lo que creamos que beneficie más a los mexicanos, y si está en el Pacto, qué bueno; si no, lo incluiremos, porque se deben tomar medidas. Tiene que ser una reforma integral y no tiene que ir necesariamente de la mano del Pacto por México."
 
El también expresidente municipal de Querétaro consideró que las señales enviadas por el PRI son contradictorias, pues por un lado lanza una Cruzada Nacional Contra el Hambre y por otro busca aplicar el Impuesto al Valor Agregado (IVA), en alimentos y medicinas.
 
"Hoy sólo hemos escuchado que el IVA se aplicaría gradualmente; empezaría con 4 por ciento, para ir en ascenso, con una canasta básica exenta, pero es una incongruencia querer aplicarlo."
 
De ahí que el grupo parlamentario del PAN irá en contra de cualquier propuesta de incrementar el IVA en alimentos, aseveró.
 
Admitió que si hay una reforma fiscal profunda sí se podría eliminar el IETU, porque este impuesto afecta significativamente el flujo de efectivo de las empresas, y el IDE es devuelto en 90 días. "Si no se saca en este año una reforma hacendaria ya no salió, porque los tiempos políticos se avecinan; en 2015 es la (elección) intermedia y ya con la presión será difícil sacarla adelante."
 
El Informe Especial completo puede consultarse en nuestra edición impresa del viernes 1 de marzo.
 
 

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