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Informe especial: En riesgo, la credibilidad de la Fed


 
Clara Zepeda
 
 

A raíz de que la decisión monetaria de septiembre de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos dejó muy mal parada a la mayoría de los analistas, se abrió un fuerte debate sobre la credibilidad del principal banco central del mundo.
 

La discusión acerca de si Ben Bernanke sobreactuó al presentar una instancia más airosa en su discurso de mayo, o si realmente se aludía a una perspectiva positiva firme de la economía, la que, en los hechos, no era tal. Otra opción es que se hayan producido "en el medio" hechos preocupantes que obligaron al giro verificado. Pero, en este caso, ¿por qué no hubo advertencias previas?
 

Lo ocurrido con los políticos en Washington hace que los funcionarios de la Fed parezcan clarividentes, ya que en septiembre decidieron mantener sin cambios su programa de compras de bonos de 85 mil millones de dólares al mes a pesar que el mercado tenía la expectativa de que lo reducirían, según las minutas de la reunión del mes pasado.
 

La inesperada decisión de la Fed de mantener intacto su enorme programa de compra de bonos ha dañado la credibilidad del banco central de Estados Unidos, declaró Richard Fisher, presidente de la Reserva Federal de Dallas. "El no hacer nada aumentaría la incertidumbre sobre la conducción futura de la política (monetaria) y suscitaría dudas sobre la credibilidad de nuestras comunicaciones", dijo Fisher.
 

Los inversionistas estaban listos para tal reducción después de que el presidente del banco central, Ben Bernanke, dijo en mayo que la disminución podría comenzar durante el año, y otros funcionarios de la Fed dijeron que estaban dispuestos a reducir la compra de bonos más temprano que tarde.
 

Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, el daño a la credibilidad de la Fed podría añadir una afectación a las expectativas sobre la economía estadounidense, dañándola adicionalmente.
 

Las siguientes decisiones que deberá tomar la autoridad monetaria estadounidense no son fáciles, pues sus imprecisiones provocan que los agentes económicos detengan proyectos de inversión, lo que generan debilidad económica y menor creación de empleo.
 
 
 
Trastornos políticos, lastre para la economía de EU
 
 

En medio del cierre parcial del gobierno y de la batalla para aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos, la fortaleza en el mercado laboral estadounidense no está llegando y no apoya el crecimiento del PIB, por lo que la Reserva Federal (Fed) va a mantener su actual postura monetaria tanto como la debilidad económica prosiga y no haya presiones de inflación.
 

Si bien se preveían algunas mejoras moderadas en la economía estadounidense durante el último trimestre de 2013 y principios de 2014, es posible que los trastornos políticos en Washington socaven la confianza de las empresas y del consumidor, lo que actuaría como un lastre para la economía, aseveró Russ Koesterich, estratega en jefe de inversiones de BlackRock.
 

Lo anterior aumenta la posibilidad de que la Fed mantenga sin cambios su programa monetario cuantitativo por más tiempo para compensar los daños causados por la paralización del gobierno.
 

El mercado laboral en Estados Unidos mantiene un ritmo de creación de empleo positivo, pero por debajo de las 200 mil plazas laborales que se requieren para disminuir la tasa de desocupación a una velocidad mayor.
 

Además, los datos en las variaciones de las nóminas no agrícolas se han revisado a la baja de manera importante en los meses previos al último publicado (agosto), ya que los informes del gobierno han estado suspendidos por el cierre parcial.
 

Las cifras conocidas de empleo sólo confirman que la recuperación de la actividad económica y del mercado laboral no es tan vigorosa como se había pensado.
 
 

Señales de debilidad
 
 

Por su parte, el mercado inmobiliario continúa con signos de desaceleración en los indicadores de ventas de casas, tanto nuevas como usadas. Esto se intensificó durante el verano a raíz de las declaraciones de miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed en torno a empezar a disminuir el estímulo monetario, lo que provocó un incremento considerable en las tasas de interés y por lo tanto un freno en la dinámica de la actividad comercial de viviendas.
 

Con todo esto, la Fed decidió posponer el comienzo de una reducción en su programa de recompra de activos e inyección de liquidez, debido a que desde el punto de vista del FOMC, las expectativas que se tenían en torno al desempeño de la economía no se han cumplido y no espera que lo hagan, al menos en los próximos trimestres.
 

En Estados Unidos, muchos ciudadanos han sido afectados por la crisis. Después de media década de estímulos monetarios, el crecimiento económico y el empleo no han podido incrementarse vigorosamente y mantenerse en esa dinámica.
 

Algunos críticos de los estímulos han comentado reiteradamente que están mal dirigidos y en lugar de darlos a la banca, se podrían liberar recursos que sirvan para comprar hipotecas; los consumidores contarían con esos recursos para pagar y consumir, quizás no se generarían hoyos negros ni peligrosas burbujas.
 

Además, el gobierno de Estados Unidos podría redirigir estímulos fiscales para los contribuyentes que les permitieran prepagar deudas. Sin embargo, antes los políticos tendrían que llegar a un acuerdo en temas fiscales críticos.
 

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