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FINANCIAL TIMES: ‘Cuello de botella’ en la frontera norte


 
 

 
 
John Paul Rathbone
 
Las fronteras son siempre lugares extraños y pocos son más extraños que la frontera entre los EU y México, la más ocupada del mundo. Más de 1,000 millones de dólares en mercancía la cruza diario.
 
Es más, el comercio bilateral entre los EU y México el año pasado superó los 500,000 millones de dólares, casi igual que el total del comercio entre los EU y Europa –lo que coloca al muy cacareado tratado de libre comercio entre EU y la UE en contexto.
 
Y sin embargo no es fácil darse cuenta de la importancia del comercio entre los EU y México en Tijuana, uno de los puntos de cruce de mercancía más ocupados a lo largo de las 1,954 millas de frontera. Hace poco, una tarde, las largas filas de carros, camiones y peatones se prolongaban hacia dentro de México hasta el enorme sector de maquiladoras, que hace que el país sea, entre otras cosas, el más grande productor de televisores de pantalla plana.
 

La mercancía esperaba, los productos agrícolas se pudrían, las flores se marchitaban. Había prácticamente una fiesta de vendedores callejeros –vendiendo goma de mascar, refrescos y estatuillas de la Virgen de Guadalupe– que no ayudaba a aliviar el tedio de esperar hasta 4 horas al rayo del sol y entre el humo de los escapes para poder cruzar la migración de los EU. Aun miembros de programas confiables de viajero y transportista tal como SENTRI –que permite a individuos y compañías pre-aprobados pasar con rapidez– tuvieron que esperar horas para cruzar una frontera que sufre por tener una infraestructura que, en promedio, tiene ya 40 años de edad.
 

Eduardo Salcedo, gerente general de DJO Global, una compañía de prótesis basada en California con ventas anuales de mil millones y que tiene sus operaciones de manufactura en México, es sólo uno de los hombres de negocios de Tijuana que se lamenta por la dificultad que representan los tiempos de cruce para su negocio y para inversiones mayores. Como muchos de sus colegas, se queja de que el estado de la frontera con los EU –sin controles fronterizos, por ejemplo –es un cuello de botella para el comercio que representa un costo económico cada vez mayor para ambos países.
 

"El tiempo que tarda el cruce puede hacer que la gente piense 2 veces antes de invertir aquí. Aun nuestros propios ejecutivos en Vista, California a veces tienen que esperar por horas cuando visitan", dice.
 

Los analistas están de acuerdo. Un estudio hecho en California en el 2006 estimaba que la mercancía en espera de cruzar la frontera entre Tijuana y San Diego costó a los EU y México 6,000 millones de dólares en productividad al año. Un estudio más amplio en el 2008, hecho por el Departamento de Comercio de los EU, estimaba que cada minuto de atraso en la frontera le cuesta a los EU 100 millones de dólares y más de 500 trabajos.
 

El ejemplo de DJO Global ilustra como un comercio bilateral floreciente puede funcionar en el otro sentido. El traslado de sus actividades manufactureras a México hace varios años ayudó a salvarlos de la bancarrota –preservando por lo tanto 2,000 trabajos de calidad superior en los EEUU. Sin embargo un cruce más eficiente de la frontera podría crear aún más trabajos todavía.
 
"Tijuana es una cuna de la manufactura global", dice Salcedo. "Todas las compañías grandes tienen una presencia aquí, de una u otra manera".
 

La razón por la que aun las fallas pequeñas en la frontera pueden tener grandes repercusiones se debe a la profundidad de la integración económica entre los EEUU y México. Cadenas de abasto muy cerradas y el uso generalizado del manejo de inventarios 'justo a tiempo' significa que los bienes a veces cruzan la frontera varias veces durante su producción. Este frecuente ir y venir multiplica el efecto de ganancias y pérdidas en la eficiencia de la frontera.
 

Siendo así, ¿por qué no se ha dedicado más dinero a mejorar la infraestructura? La Aduanas y Protección Fronteriza de los EEUU estima que se requieren 6,000 millones de dólares para 'modernizar completamente' los puertos de entrada terrestres a lo largo de la frontera. Una razón, como el Instituto México del Centro Wilson señala, es que se requiere coordinación entre los gobiernos federales y locales dentro y entre cada país. Sin "una planeación fuerte y coordinada, las inversiones de infraestructura de un lado de la frontera o en una región simplemente generan el tráfico que forma los cuellos de botella en otra área", establece el informe de 172 páginas.
 

Otra razón es una continua atención de los EU en la seguridad fronteriza en el comercio a través de la frontera. Esto se ve en las nuevas y brillantes bardas y cámaras infrarrojas a lo largo de la línea, como se conoce la frontera, y la quintuplicación del personal de la Policía Fronteriza de los EU desde los 1990.
 

Sin embargo la migración neta de México a los EU ha caído a cero, según el estudio del Centro de Investigaciones Pew del año pasado, y la migración ilegal ha caído. El año pasado, los arrestos en San Diego fueron 28,461 contra un pico de 565,581 en 1992. "Aunque es difícil predecir el flujo futuro de los emigrantes, parece que estamos o hemos llegado a un punto en que comienza a disminuir la necesidad de personal en la patrulla fronteriza", añade el reporte.
 

Sin embargo, un nuevo proyecto de ley en los EEUU que reformaría las leyes de inmigración ha separado 6,500 millones de dólares para la seguridad fronteriza. Aun así, en una era de presupuestos federales restringidos y alto endeudamiento de los EEUU, no existe una provisión para mejorar los cruces fronterizos.
 

Por otro lado, la infraestructura pobre no es un gran problema para todas las maquiladoras en México.
 

"Todavía podemos importar las partes que necesitamos en dos horas", dice Raúl Pérez, director general de Zodiaco Aerospace, que fabrica mobiliario para cabinas de aviones. Los altos costos de energía y largos tiempos de embarque hacen también que continúe el 'regreso' de la manufactura que se había ido a China a las Américas.
 

"Toma 23 días embarcar productos desde China contra tres horas desde Tijuana", dijo Martín Gutiérrez, vocero para TPV Technology, compañía líder en televisiones de pantalla plana. "Por eso estamos expandiendo nuestra capacidad aquí".
 

Si los EEUU y México quieren un crecimiento más rápido y eficiente, invertir en infraestructura fronteriza parece ser una decisión lógica. "La mejor manera de impulsar el crecimiento en los EEUU es impulsar el comercio", dice Federico Serrano, presidente de la asociación de maquiladoras de Tijuana. Así como están las cosas, añadió, los EEUU están "invirtiendo en el lugar equivocado".
 
 
FRASE:
 
"El tiempo que tarda el cruce puede hacer que la gente piense dos veces antes de invertir aquí".
 
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