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ESPECIAL: Vacuna diseñada en México evitó catástrofe


 
Héctor A. Chávez Maya
 
 
 
Con la vacuna deseñada por México para controlar el brote de influenza aviar A/H7N3 se evitaron consecuencias que pudieron haber sido catastróficas, por las más de 510 millones de aves para carne y huevo que se crían en el país.
 
En 39 días estuvieron listas millones de dosis que se aplicaron a la parvada de Jalisco, con lo cual de una población susceptible de 90 millones murieron 22.5 millones de aves: 11 millones por la naturaleza de la enfermedad y 11.5 millones más que fueron sacrificadas para contenerla.
 
De acuerdo con el director general de Salud Animal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Joaquín Delgadillo Álvarez, la vacuna que fue diseñada por este organismo -en coordinación con la Productora Nacional de Biológicos Veterinarios (Pronabive)- cubrió los criterios técnicos que marcan los estándares internacionales, logrando un grado de protección que garantizó efectos de contención.
 
El antiviral fue diseñado en instalaciones del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), que cuenta con laboratorios de técnicas modernas y unidades de aislamiento de aves que permite tener el desarrollo seguro para determinar el grado de efectividad de la vacuna, y contó con el apoyo de 3 laboratorios privados que cumplieron con los protocolos de bioseguridad y tuvieron capacidad instalada para producción masiva.
 
No obstante los resultados positivos del año pasado, el rebrote del virus a principios de 2013 ha puesto en entredicho la efectividad de los mecanismos aplicados por la Secretaría de Agricultura, entre ellos la vacuna.
 
El funcionario reconoce que pudo haber habido algunas fallas en la bioseguridad de algunas granjas o incluso en la aplicación de la dosis.
 
"La vacuna es sólo un elemento más de contención, pues el más sólido sigue siendo la bioseguridad en las granjas, entre ellos el control de acceso, la desinfección de vehículos, la limpieza de implementos y el control de fauna nociva."
 
Además, aclara que las aves migratorias siguen y seguirán siendo un reservorio natural de virus de influenza, que también tiene una capacidad de permanencia de hasta 105 días en materia orgánica, entre ellos la gallinaza, con lo que el virus permanece latente.
 
Si bien el brote estaba controlado en el mes de noviembre, como lo informó el gobierno federal, nunca dejó de ser un peligro latente pues el criterio para declararse como erradicado es que deben pasar al menos dos años luego de haber aplicado las últimas vacunas.
 
Aseguró que no se relajaron los cercos sanitarios, pues la dependencia continuó con la vigilancia en los protocolos para la desinfección y comercialización de huevo, con lo que el operativo de emergencia logró el amortiguamiento para evitar la dispersión.
 
Es decir -subrayó- la parte preventiva está dada y la reactiva en el momento de detección funcionó bien, por lo que "es injusto el juicio de pensar que no se haya contenido, cuando realmente este virus es una fiera".
 
Información proporcionada por El Financiero Diario.
Ilustración de Alarcón.

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