Zenyazen Flores
Las mujeres que consiguen un empleo lo hacen en su mayoría en la informalidad y en los sectores de comercio y servicios, considerados de baja productividad.
En México existen 18 millones 429,727 mujeres que laboran, de las cuales 60.82% se encuentra en la informalidad laboral, ligeramente superior que la tasa para la población en general, de 59.89%, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Es decir, que 11 millones 208,944 trabajan a cambio de salarios bajos, sin seguridad social y sin prestaciones ni derechos laborales.
Sin embargo, de las mujeres que se desempeñan en la informalidad, alrededor de 5 millones 592,596 lo hacen en una condición más precaria, toda vez que trabajan por cuenta propia o se ocupan en unidades económicas que no se constituyen como empresas y que no cumplen con los registros más básicos que la legislación demanda.
Los datos muestran, además, que de las mujeres que trabajan en la informalidad, el 79% lo hacen en el sector de comercio y servicios, es decir 8 millones 845,613 que se desempeñan en esas áreas económicas, catalogadas por especilistas de baja productividad.
[Elaboración propia]
De esa cantidad:
Sector formal
Por lo que hace al sector formal de la economía, la ENOE indica que 39.18% de las mujeres en el país trabaja en ese segmento, lo que equivale a 7 millones 220,783 asalariadas y con seguridad social.
No obstante, al igual que las mujeres que laboran en la informalidad, la mayoría de las trabajadoras formales se desempeñan en el sector comercio y servicios, con un índice de 79.4%, que representa 5 millones 731,613 mujeres, y 1 millón 280,535 (17.7%) se ocupan en la industria manufacturera.
Para María Fonseca Paredes, directora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus, Estado de México, los números revelan que dadas las múltiples facetas que deben cumplir las mujeres, la informalidad se ha convertido en una alternativa laboral que, sin embargo, las pone en una condición laboral más vulnerable respecto del hombre.
Destacó que las empresas que incluyen a mujeres en sus plantillas laborales pueden elevar su productividad y competitividad, debido a que las féminas están interesadas en demostrar sus capacidades y habilidades, a fin de mejorar su ingreso y condiciones laborales en general, frente al género opuesto.
[Elaboración propia]
Por su parte, Mónica Schiaffino, socia laboral de la firma Littler De la Vega y Conde, comentó que las empresas multinacionales son las que han atendido con mayor oportunidad el tema de la discriminación laboral de las mujeres. "Es en la industria nacional donde tenemos que trabajar más”.
En ese sentido consideró que la flexibilización de las formas de contratación que brinda la reforma laboral podría ser una oportunidad para que las Pymes sumen a más mujeres a sus plantillas laborales, sobre todo en una fase de la economía en que las empresas buscan elevar su productividad.
Salarios mujeres
Especialistas del Tecnológico de Monterrey y de la UNAM, estiman que la brecha salarial de las mujeres respecto de los hombres es de entre 15 y 20%, pese a que ambos se desempeñan en trabajos similares desarrollando labores iguales.
La situación de desigualdad en los salarios se observa prácticamente en todos los grupos de ocupación, solamente en el de trabajadores domésticos el salario de las mujeres supera al de los hombres en aproximadamente 5.7%.
Leticia Armenta, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, afirma que el alto porcentaje de mujeres con bajos salarios se debe a que realizan actividades no remunerados como trabajo doméstico, o bien temporales que son de baja calificación.
La brecha salarial con los hombres llega a subir hasta 40% cuando se trata de mujeres en puestos de alta dirección, señala el documento “Mejores prácticas de diversidad e inclusión laboral” de la Cámara Americana de Comercio (Amcham, por sus siglas en inglés).
Para el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) existe una “discriminación salarial”, debido a que la incorporación de las féminas al mercado laboral no ha ido acompañada de igualdad en las remuneraciones en comparación con las que recibe la población masculina.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cuarto trimestre de 2012:
Información proporcionada por el El Financiero Diario.
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