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El peso en mínimos de dos meses, dólar en 13.1725



Esteban Rojas H
 
Mal inicio de semana para el peso. La moneda tocó mínimos no vistos desde el pasado 26 de junio, como respuesta a cifras económicas débiles reportadas en los Estados Unidos. La moderada recuperación en algunos datos del comercio exterior de México, no fue suficiente para contrarrestar la corriente vendedora.

El dólar con liquidación a 48 horas, cerró el lunes en 13.1725 unidades a la venta, lo que significó para el peso una caída de 14.75 centavos, semejante a 1.13%.

En operaciones intradía se llegó a registrar una cotización máxima en 13.22 y una mínima en 13.0 pesos.

En el comportamiento del peso pudo más el avance observado por el dólar en el mercado internacional, que la moderada reducción reportada en las tasas de interés de los bonos norteamericanos.

El billete verde presentó una ganancia de 0.14% frente a una canasta de seis divisas referenciales.

El debilitamiento del peso mostrado al arranque de la semana, no fue suficiente para romper ningún parámetro técnico relevante.

Una resistencia intermedia se sigue manteniendo en 13.22 pesos. En tanto que el soporte se ubica en 12.95 unidades en el mercado de mayoreo.

En los Estados Unidos se reportó una sorpresiva baja en los bienes de consumo duradero, lo que mantiene la incertidumbre en cuanto a la fuerza de la recuperación de la economía.

El tipo de cambio del peso con el dólar se encuentra atrapado en medio de dos fuerzas contrapuestas:

La primera, representada por el estado de salud de la economía de los Estados Unidos.

La segunda, por la evolución de la política monetaria de la Reserva Federal.

Una menor actividad en la economía norteamericana implica menos posibilidades de generar divisas para México. Por su parte, un freno a la política monetaria expansionista puede derivar en una fuga de capitales foráneos, los cuales se han invertido por años en instrumentos como los valores gubernamentales emitidos por el gobierno federal de nuestro país.

Las dos fuerzas mencionadas, en el corto plazo, todavía representaran una fuente de inestabilidad para el peso, quizá con la posibilidad de que predomine una cierta presión de alza en el dólar, en caso de reforzarse un cambio en la política monetaria de la Fed.

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