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El futbol es el país: Diego Luna


 
Rosario Reyes
 
Gracias al Mundial México 86, Diego Luna, entonces de seis años, aprendió una importante lección. "Fue la primera vez que tuve que entender y digerir la derrota", cuenta el aficionado a los Pumas de la UNAM, quien interpretó a un futbolista en la película Rudo y Cursi, de Carlos Cuarón.
 
Entonces, descubrió "cómo quedarse en el camino de un triunfo; esta cosa que tenemos tan asumida hoy, del gran logro sería ganar el quinto partido. Uno de chavito piensa que puede ganar, de hecho recuerdo cuando ganamos en los Juegos Olímpicos (Londres 2012), mi hijo lo vio, él tendría cuatro años y hablaba de México el campeón. Yo nunca tuve esa vivencia, para mí, México era el gran anfitrión, hasta había una canción de eso", recuerda quien recientemente fue miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
 
El actor de 33 años reconoce que creció con la esperanza "de que eventualmente el día que los mexicanos jueguen fuera de México tendrán un nivel distinto y una manera de manejar los partidos distinta, un bagaje que nos va a hacer estar en otra y de repente, ha sido la peor eliminatoria de todas. Los problemas creo que son más profundos en todos sentidos y el futbol no deja de ser un reflejo de un país, también hay que ver en qué país vivimos. Sin embargo, sigo creyendo que si pasan al Mundial, esta generación puede hacer cosas importantes", destaca.
Crecer ante la derrota

Pero su fe tiene matices. "Creo que como jugador también debe der ser una presión, si hubiéramos pasado la eliminatoria como pasábamos antes, ganando todo, probablemente hubieran llegado con un peso enorme, ya los hubiéramos hecho campeones antes de que su primer partido, ahora por lo menos van con las expectativas abajo, si van, eso puede hacer que lleguen lejos; cuando menos se espera del equipo mexicano, es cuando mejor juega, cuando más asumido se tiene que se puede perder es cuando pasan cosas increíbles. No lo digo yo, los grandes partidos de México han sido contra potencias y de repente perdemos contra unos equipos con los cuales nos sentimos infinitamente superiores, ahí hay una constante que hay que trabajar, pero bueno, regresan a sus equipos y están jugando muy bien, el Chícharo anotó, Giovani, en fin, ellos son buenos jugadores, simplemente tienen que encontrarse".
 
Reticente a expresar alguna opinión acerca del nuevo técnico de la Selección Mexicana, Miguel Herrera, deja ver cierta superstición: "no quiero hablar de lo que va a pasar ahora con Nueva Zelanda, me han sorprendido tanto los resultados últimamente, que ya me niego a hacer predicciones".
 
Y si bien en Nueva Zelanda son buenos en el rugby, no hay que confiarse, adelanta, "lo mismo decíamos de los jamaicanos y en el Azteca no les pudimos ganar, entonces quién sabe quién es bueno o es malo, también con la que yo creía que era una de las mejores Selecciones empezamos a perder, por lo menos a dejar de ganar en un lugar donde siempre ganábamos, ésta Selección tiene unos jugadorazos y venía la Selección de haber ganado en las Olimpiadas, con una base de jugadores que también estaban jugando en la eliminatoria y los Mundiales Sub-17, sigo creyendo que es una muy buena generación de jugadores".
 
Con una fidelidad a prueba de todo, con los Pumas en penúltimo lugar de la Liga MX y escandalosos marcadores en contra de la Selección Nacional, no deja de ser agudo en sus observaciones.
 
Tras la victoria de la Sub-17 por 3-0 contra Argentina, escuchó que "los jugadores no dan entrevistas", en cambio, "los de la Selección Nacional dan más entrevistas y hacen más comerciales que realmente jugar, hay campañas impresionantes de publicidad y los jugadores no se han ni juntado a entrenar y te digo, creo que hay una presión que les imponemos, que el sistema les impone, que eventualmente no los deja jugar. Es difícil llevar su proceso, son vidas que despegan cuando son muy jóvenes y ahí entran muchas cosas, la educación, quién te acompaña, quién te aconseja, la Liga Mexicana está sobrevaluada, se pagan unos sueldos exorbitantes, sin embargo nuestros equipos no se comparan con muchas Ligas europeas, lo mismo dentro de Latinoamérica, pero creo que para analizar a la Selección hay que hacerse un pasito para atrás y analizar al país, tendemos a endiosar, a ver pa' dentro y no hacia afuera".
 
"Perder o ganar, también depende de muchas cosas que se dan en ese momento, no ganas con la preparación que traes, con las credenciales con las que llegas a un estadio, ganas con lo que sucede ahí, en 90 minutos, y eso siempre es muy emocionante, siempre hay la sensación de que algo se puede corregir, yo todavía todos los sábados que voy a jugar, creo que ese día sí la voy a meter".
 
 
 

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