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El 34% de niños mexicanos tiene obesidad


 
Rosalía Servín Magaña
 

La alerta fue hecha: "Por primera vez en la historia de la salud en México, el país podría tener un retroceso en el promedio de la esperanza de vida, debido a las enfermedades degenerativas que podrían llevar a que los hijos vivan menos que sus padres."
 
Así lo aseguró en su momento el entonces secretario de Salud, Salomón Chertorivski, quien advirtió que posiblemente "ya había nacido" la generación de niños en esta condición.
 
Encuestas aseguran que en México se ha registrado un avance importante en la salud de los niños, lo que se refleja en una reducción significativa de la mortalidad infantil en más de 50%. Este logro se debe en gran medida a las diversas intervenciones dirigidas a reducir enfermedades infecciosas y respiratorias, así como los accidentes.
 
Pero actualmente, el problema se está centrando en la aparición de enfermedades que anteriormente eran comunes en los adultos, quienes también han comenzado a elevar sus prevalencias de padecimientos crónicos, especialmente por un factor que ha resultado crucial: el incremento del sobrepeso y la obesidad, incluso en los propios niños.
 
"No es normal tener adultos con obesidad, pero fisiológicamente hablando, no deberíamos tener niños entre los 2 y 4 años con obesidad, y lamentablemente ya los hay", asegura en entrevista Jorge Yamamoto, director general de la Policlínica para la Atención de la Diabetes México.
 
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2012 (Ensanut), la prevalencia de sobrepeso y obesidad en menores de 5 años registró un ligero aumento de 1988 a 2012, al pasar de 7.8 a 9.7% de los infantes.
 
Pero el principal conflicto se centra en los niños de entre los 5 a 11 años de edad, cuya prevalencia nacional de sobrepeso y obesidad en 2012, era ya de 34.4%.
 
"El problema está en que la obesidad en los niños representa una menor expectativa de vida y vamos a tener niños que no alcanzarán la edad de los padres, pues están generando enfermedades -especialmente a partir de los 10 años- que antes eran consideradas exclusivas del adulto", advierte Yamamoto.
 
Descontrol
 
Explica que las encuestas de 1998 y 2003 consideraban que la mayor prevalencia de diabetes mellitus tipo 2 se encontraba en los adultos mayores de 40 años, pero en 2006 se demostró que aproximadamente 10% entre los 10 y 16 años, ya estaban presentando esta enfermedad.
 
Lo grave es que se considera que la expectativa de vida de un adulto de 40 años que inicia con diabetes, es de 10.9 años, debido a que el 95% de los pacientes están descontrolados.
 
"Si eso lo extrapolas a que ahora tenemos niños con diabetes, estamos hablando de que estos niños van a vivir hasta los 20 ó 30 años, porque van a comenzar a generar complicaciones", enfatiza el endocrinólogo, quien agrega que los niños también están desarrollando hipertensión y colesterolemia, entre otros padecimientos.
 
Advierte que se tiene una prevalencia de hipertensión en menores entre los 10 y 16 años, del 8%, lo que no es natural, como tampoco lo es tener niños con triglicéridos elevados, y actualmente se sabe de un incremento en la prevalencia, calculada entre 4 a 5%, de niños con problemas de colesterol y triglicéridos.
 
"Esto es un problema, pues son niños que si no mejoran ahorita, vivirán prácticamente con este problema 20 años y vivirán mucho menos que lo que viven los padres", insiste Yamamoto.
 
Las causas
 
En general, especialistas consideran que esto es producto de los hábitos de vida, que llevan a una ingesta calórica excesiva y un elevado sedentarismo, que conduce a enfermedades que comprometen su calidad de vida y los pone en riesgo.
 
Para Guillermo Fanghänel, jefe de endocrinología de la Clínica Integral del Paciente Diabético del Hospital Mocel, si bien se considera que el principal factor para desarrollar diabetes es la herencia, el ambiente está tomando partida en ésta y otras enfermedades.
 
Destaca que cuando llega a su consultorio un paciente adulto acompañado de sus hijos, él se centra en sus hijos, pues les explica que puede hacer más por ellos, que aún no desarrollan problemas, que por sus propios pacientes, cambiando sus estilos de vida.
 
La educación y la cultura han determinado los hábitos de la población, señala, por su parte, David García Díaz, jefe del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien admite que aunque podrían implantarse los mejores programas para realizar alguna actividad física y combatir la enfermedad, si se carece de la cultura adecuada y la motivación para hacer ejercicio, no habrá efecto alguno.
 
"No es necesario llegar a edad adulta y padecer esas afecciones para incorporarse a un programa de control; la medicina funciona mejor de manera preventiva, ésta es la mejor atención que se puede ofrecer a los mexicanos", manifestó.
 
En ello coincide Yamamoto, quien asegura que la situación que enfrentan actualmente los niños. "Metabólicamente hablando un niño es muy adaptable. En principio, no se deben someter a dietas estrictas para bajar de peso, porque entonces tendremos a un niño chaparro; lo que tienen que hacer los médicos que tratan la obesidad, es permitir que el peso se estanque y hacer que el niño crezca y la talla alcance al peso, así crecerá con la cantidad de células grasas necesarias", indica.

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