Archivo

¿Demasiado rico o demasiado pobre para el éxito?


 

 
 
Por Jonathan Moules
 
 
 
El padre de Keith Wymer era un "limpiador de ventanas oficial" cuando él nació y su madre trabajaba en una fábrica. Dos años después, la familia tomó un vuelo gratis a Canadá para aceptar un trabajo de labor manual, tratando de mejorar su situación. Cuando tenía 11 años, en 1965, estaba de vuelta en un congelado apartamento en Londres, sin televisión, teléfono o automóvil. La experiencia hizo que el joven Keith decidiera trabajar para salir de esa situación.
 
 
"Me sentía desdichado", dice. "Había crecido en el luminoso y brillante nuevo mundo, donde incluso las familias como la mía tenían un teléfono y un auto e incluso una casa. Lloré durante meses mientras trataba de acostumbrarme al horrible clima húmedo. Estaba muy amargado por esto y me rehusé a conformarme."
 
 
Después de recibir su educación, con pocas cualificaciones, y después de intentar varios empleos de ventas, Wymer fue persuadido por un amigopara iniciar su propio negocio, Hotlines Telemarketing. Empezó con un cheque de indemnización por 6 mil libras (9 mil 600 dólares) y pronto se convirtió en el principal entrenador en televentas. Algunos quizás no quieran agradecer a Wymer por su gran innovación: como pionero en el uso de los centros de llamadas en la India para atender a la gente en el Reino Unido. Pero cuando vendió Hotlines Telemarketing hace 10 años por 2.1 millones de libras (3.4 millones de dólares) con una facturación de 3 millones de libras (4.8 millones de dólares) empleaba a 300 personas en Londres, Glasgow y Mumbai.
 

¿Es posible que Wymer, ahora un empresario en serie, habría logrado tanto si hubiera venido de un entorno más cómodo? ¿O una mayor seguridad financiera lo habría ayudado a lograr más?
 
 
La investigación sugiere que Wymer podría haber logrado más si hubiera venido de un entorno ligeramente más acaudalado, pero no demasiado rico. Vivek Wadhwa, el académico y empresario de la tecnología indio-americano, entrevistó recientemente a 549 emprendedores de la Fundación Ewing Marion Kauffman, el centro de investigación de la iniciativa empresarial con sede en EU.
 
 
Cuando llegó a las preguntas de los antecedentes familiares, se encontró con que los empresarios más exitosos tienden a provenir de entornos y familias de ingresos medios.
 
 
Encontraron que la clave está en tener el apoyo suficiente para ser capaz de concentrarse en el negocio, pero no tanto para perder la necesidad de luchar. Wadhwa sostiene que: "Para tener éxito se necesitan tanto la motivación como las conexiones. Alguien que proviene de una familia muy rica, tendrá ventajas, pero yo diría que tiene menos motivación (para iniciar un negocio)."
 
 
Su perspectiva es compartida por David Giampaolo, presidente ejecutivo de la red londinense de inversiones Pi Capital. "No me gusta invertir en las personas que tienen un patrimonio neto de cero si eso significa que van a estar preocupados por saber de dónde vendrá su próxima comida," dice.
 
 
"Pero en el otro extremo, es difícil estar tan motivado y ser tan tenaz si se tienen 25 millones de libras (40 millones de dólares) en el banco por ejemplo."
 
 

No obstante, la idea de que las personas que provienen de la clase media son mejores para comenzar negocios no siempre parece ser cierta en la práctica. Por ejemplo, Wadhwa, recientemente sostuvo que Silicon Valley está endeudado con jóvenes procedentes de entornos favorecidos. Sus comentarios generaron debate en las redes sociales.
 
 
"Si nos fijamos en los consejos directivos de empresas como Twitter, notamos que son predominantemente un club de hombres provenientes de un selecto grupo de personas, en su mayoría egresados de las universidades de élite," sostiene. El problema, según el Sr. Wadhwa, es que los inversores esperan verse reflejados en los empresarios de alta tecnología. "Ellos saben como debería verse una exitosa compañía de alta tecnología, pero siempre se parece a ellos," argumenta.
 
 
En EU, algunos de los más famosos emprendedores de los últimos años, desde Bill Gates hasta Mark Zuckerberg, en efecto provienen de entornos acaudalados y tienen una buena educación universitaria. En el Reino Unido, uno de los empresarios más conocidos es Sir Richard Branson, el hijo de un abogado que recibió educación privada.
 
 
Sin embargo, hay muchos ejemplos de empresarios que surgieron de circunstancias humildes. El rapero Shawn Carter, más conocido por su nombre artístico –Jay-Z– creció en los proyectos de vivienda pública de Brooklyn y el año pasado fue estimado que tiene un patrimonio de 500 millones de dólares. Lord Sugar, fundador del fabricante de computadoras Amstrad y presentador de The Apprentice de la Televisión BBC, recibió una educación modesta en el este de Londres.
 

Los empresarios que han triunfado por su propio esfuerzo enfrentan un desafío intrigante cuando consideran iniciar un segundo negocio. No siempre se dan cuenta de lo privilegiados que se han convertido, dice el Sr. Giampaolo.
 

El debate sobre la situación económica continuará, pero hay un amplio acuerdo en que el hambre y la ambición son la clave. El cofundador de Apple, Steve Jobs dijo una vez a estudiantes que se graduaban de la Universidad de Stanford que debían "seguir hambrientos"; podía haber añadido que primero es necesario tener hambre.
 
 
 

También te pueden interesar estos artículos:
 
Apple avizora los siguientes 10 años
Los cilicios lucen mejor en los ejecutivos
Lecciones de los empleos desechables
 
 

También lee: