Archivo

De arrozales a pistas de prueba para superautos


 
Bloomberg
 
A dos horas y media en auto desde Shanghai, el colorido paisaje que forman arrozales y pequeñas fábricas le hace lugar a un terraplén ovalado, de gigantescas dimensiones, flanqueado parte por una reja de metal y arboledas.

La caseta de seguridad es la primera barrera que hay para evitar ojos entrometidos en las áreas restringidas; los guardias uniformados recorren los 60 kilómetros de caminos que hay en el complejo; a los visitantes se les entregan adhesivos de plástico para tapar los lentes de los teléfonos móviles.

Esto es el lugar de pruebas, valuado en mil 600 millones de yuanes (261 millones de dólares), que General Motors Co. tiene en el condado Guangde, famoso por sus castañas, que está en un rincón de la provincia de Anhui cercado por las montañas. Pese que las pruebas son parte del desarrollo de vehículos desde hace décadas, la nueva planta de GM y las de otros son una nueva señal de la relevancia creciente de China para las automotrices globales.

Las automotrices globales construyen instalaciones de pruebas más grandes e inclusivas en el mercado de autos más importante del mundo, a fin de desarrollar vehículos a la medida de los gustos locales, como butacas traseras más cómodas por el espacio adicional para las piernas. Volkswagen AG, en plena rivalidad contra GM para vender 3 millones de unidades en China este año, está por abrir un sitio de pruebas aun más grande el año próximo.

"Esto es algo que, en general, es como plantarse: creo que este mercado va a ser uno de los más, si no el más, relevantes de los próximos 10 años", dijo Ivo Naumann, director de administración de la empresa de asesoría AlixPartners LLP, que tiene su sede en Shanghai. "Por ende, preciso satisfacer por completo las exigencias y pedidos de este mercado, y esto quiere decir que tengo más y más desarrollo de producto dentro de China".
 
Limitaciones del tiempo
 
En un mercado que crece y cambia tan rápidamente como el de China, estar en condiciones de reaccionar con agilidad ante los cambios en las tendencias de consumo también le da ventaja a las automotrices, según AlixPartners.

En abril, GM anunció sus planes de invertir 11 mil millones hasta 2016 para expandirse en China. Cuatro nuevas plantas de ensamblaje elevarán la capacidad anual de producción a 5 millones de vehículos, el doble de la cantidad de autos que vendió en Estados Unidos el año pasado.

El mes pasado, Volkswagen, la automotriz más importante de Europa, abrió una fábrica en el sur de la provincia de Guangdong, como parte del compromiso por 9 mil 800 millones de euros (13 mil 400 millones de dólares) para construir y desarrollar más modelos en China para 2018.
 
La empresa, con sede en Wolfsburgo, Alemania, tiene planes de aumentar la línea de productos en oferta para los clientes chinos a 90 autos, vehículos deportivos utilitarios, camionetas y camiones pesados, hacia 2015, de los 70 en la actualidad.
 

También lee: