Jesús Jiménez
Un nuevo nicho de negocios inmobiliarios emerge en el estado de Colima, donde son cada vez son más los inversionistas privados y empresarios de la construcción que voltean sus ojos hacia la promoción de residencias, condominios y casas para extranjeros pensionados.
Aunque todavía puede calificarse como incipiente en Colima, el boom generado en otros destinos nacionales del país por la creciente demanda de los pensionados foráneos, llamados "baby boomers", hizo que en Manzanillo, Colima, surgieran varios proyectos de alto nivel para ser comercializados en dólares americanos o canadienses. Uno de esos proyectos es la torre de condominios Perla del Mar, un edificio de 6 pisos en las playa de Las Brisas, desarrollado desde 2011 por inversionistas canadienses y el Arquitecto Alejandro de Alba, jalisciense avecindado en Manzanillo, a quien hoy se le reconoce por su contribución al diseño de la nueva infraestructura turística del puerto. Hubo recientemente un momento en que se construían simultáneamente siete torres de condominios y Alejandro de Alba presumió que entre todas esos inmuebles, Perla de Mar es la única que se construyó por una empresa local, lo que habla también de la creciente intervención de empresarios extranjeros que confían en este negocio emergente. De Alba consideró que Manzanillo es un buen destino según la forma de pensar de los turistas y retirados canadienses.
Varias inmobiliarias ofrecen condominios exclusivos con acabados de lujo frente al mar, que van desde 168 mil hasta los 400 mil dólares o más, junto a la moderna zona hotelera de Manzanillo, en la Península de Santiago en Playa La Audiencia.
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