Nallely Ortigoza
Luego de 12 años al frente del Infonavit y 40 laborando en Bancomer, Víctor Manuel Borrás Setién, no pudo quedarse lejos del sector financiero y aunque después de su salida del instituto le llovieron ofertas para integrarse a empresas privadas, el contador público decidió emprender su propio negocio.
"Bien para Bien" es una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom) dedicada a prestar recursos a pequeñas y medianas empresas (Pymes) y en menos de tres años, Borrás quiere convertirla en banco.
"Es un sector que está desatendido, que requiere financiamiento. Lo que queremos es empezar un desarrollo hacia volvernos regulados, la idea es que en dos o tres años podamos evolucionar a un organismo regulado, incluso un banco", dijo el ejecutivo.
El ex banquero no sólo quiere prestar a las Pymes, sino también asesorarlas para que crezcan, pues en México no existe una institución que les otorgue financiamiento y las acompañe en su desarrollo, consideró.
"Es una mezcla entre una institución que presta y una que ayuda al empresario a desarrollarse, les vamos a asignar un tutor, que va a estar al pendiente de la empresa, asesorándola para que tenga un mejor desarrollo", dijo.
La empresa arrancó hace unos meses y está por otorgar su primer crédito.
Además de Borrás, en la Sofom participan dos personas, pero se asoció con Alsis Funds y cuenta con recursos por 75 millones de pesos para prestar a Pymes.
En su año de arranque, Bien para Bien busca colocar 400 créditos en el mercado. Los préstamos van de 750 mil pesos a 3 millones, con una tasa de 23 por ciento anual como máximo.
La diferencia
Las tasas que se otorgan a los clientes van de acuerdo con el riesgo, aseguró.
"Partimos de una filosofía, que es que los bienes deben ayudar no sólo para remediar los males, sino también para generar más bien. Damos crédito con una garantía hipotecaria a pequeños empresarios", comentó.
La Sofom Bien para Bien ofrece distintas condiciones frente a otras empresas del mercado, aseguró en entrevista el directivo.
La principal característica es que se adapta a las necesidades de pago de sus clientes, pues pueden establecer distintos calendarios.
"Pueden hacer un prepago a los seis meses, podrían irse a un solo pago al final del crédito, la única obligación que tienen es el pago de los intereses cada mes, es flexible", aseguró Borrás.
Otra de sus diferencias es que al caer uno de sus clientes en impago tratarán de actuar rápido para vender la garantía, cubrir el adeudo y devolver a la Pyme el remanente.
No tan lejos
Desde hace varios años, Borrás decidió que al salir del Infonavit ya no trabajaría en una empresa pública ni privada, sino que iba a ser emprendedor.
El 11 de diciembre de 2012 fue su último día al frente del instituto y ahora colabora en Endeavor y New Ventures.
Aunque con su salida del Infonavit Borrás dejó de financiar al sector de la vivienda, aún se siente cerca, aseguró.
"Yo creo que no estamos tan alejados del sector y lo veo como la siguiente etapa de hacia dónde debemos evolucionar como país. Es tiempo de que le demos a las casas un valor patrimonial y no sólo valor de uso", comentó.
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