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Bancos de leche humana: escuelas de nodrizas


 
Miriam de Regil
 
 
A más de 100 años de su existencia en el orbe, y a 12 de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que se trata de una de las mejores estrategias para disminuir la mortalidad infantil, los bancos de leche humana en México –los cuales comenzaron a surgir en nuestro país apenas en 2011-- son hoy un concepto poco conocido, con escasa difusión y reconocimiento.
 
 
El objetivo de estos lugares en donde se recolecta, analiza y conserva la leche sobrante de madres en lactancia es brindar los beneficios de este alimento único a los recién nacidos que más lo necesitan —particularmente prematuros, nacidos con bajo peso o con infecciones o deficiencias inmunológicas—, y que por alguna causa no pueden ser amamantados por sus mamás.
 
 
Asimismo, estos bancos de leche humana sirven como centros de promoción, protección y apoyo a la lactancia materna, práctica que sólo en el país reportó en los últimos seis años, de acuerdo con estadísticas oficiales, una tendencia decreciente de ocho puntos porcentuales en el promedio nacional, pues pasó de 22.3 por ciento en 2006 a 14.4 por ciento el año pasado).
 
 
Una baja que los especialistas consideran preocupante, por todas las enfermedades que podrían surgir en generaciones futuras.
 
 
 
En pañales
 
 
 
 
 
Actualmente, existen diez bancos en México, en seis entidades: Distrito Federal, Estado de México, Zacatecas, Tabasco, Veracruz y Jalisco.
 
 
Uno de los más importantes es el banco del Hospital General de la Ciudad de México, y que fue puesto en marcha apenas el 29 de agosto del año pasado.
 
 
"Somos uno de los pocos bancos y estamos trabajando con todos los protocolos de la Red Iberoamericana de los Bancos de Leche tanto para seleccionar a la donante como al receptor del alimento y, particularmente, con el  tratamiento al que se debe someter la leche", explicó Leticia de la Rosa, coordinadora de lactancia materna y del banco de leche humana del Hospital General.
 
 
Este proceso no es sencillo, dijo, pues antes que nada se debe detectar a aquellas mujeres que acaban de parir en el hospital y que tienen excedente de leche, luego se les debe convencer de donar y llevar a cabo una valoración en la que se detecta que no fumen, no tengan toxicomanías, tatuajes, además se les hacen pruebas para descartar que exista hepatitis, VIH o cualquier otra enfermedad.
 
 
"De igual manera le explicamos los beneficios que tiene para ella donar su leche" indicó.
 
 
En cuanto a las madres que son candidatas a tener acceso a este banco, la condición es que la madre tenga poca producción de leche o se encuentre en una situación de una enfermedad que le impida amamantar a su hijo.
 
 
"No se les pide nada a las madres beneficiarias, en tanto que a las donantes se les da un desayuno, consulta gratuita del crecimiento y desarrollo de su hijo, y se les da todos los contenedores y recipientes estériles, como cubrebocas, bata, gorros, todo lo que requiera para extraer la leche."
 
 
 
Producción
 

 
 
De acuerdo con De la Rosa, una mujer que ha sido madre, una vez que se establece la lactancia, produce entre 750 mililitros a un litro por día de leche. Si rebasa esa cantidad, entonces se sabe que tiene un excedente que podría donar y ayudar a otros pequeños también internados.
 
 
"Una vez hechas todas las pruebas sabemos que la leche es segura y procedemos a recolectarla."
 
 
La leche obtenida a través de donación y consentimiento informado por parte de las madres, pasa por todo un proceso de seguridad, dado que se trata de una secreción corporal, a la cual se debe hacer pruebas de laboratorio, pasteurización y un proceso de control bacteriológico.
 
 
A los niños que se les administra la leche se le lleva un control de crecimiento y desarrollo para conocer de qué manera le beneficia el alimento y ver que cumplan las curvas que la OMS marca como estándar internacional, ya que los que han sido alimentados con formula crecen de manera diferente (incrementan su peso más rápido).
 
 
La leche humana destinada al consumo de recién nacidos, particularmente los internados en unidades de terapia intensiva, no tiene que presentar microorganismos en cantidad o calidad capaces de representar agravios a la salud. De esta forma, es preciso que se disponga de procedimientos capaces de asegurar la calidad sanitaria de la leche.
 
 
La pasteurización representa una alternativa eficaz conocida hace mucho y practicada en el campo de tecnología de alimentos. Es un tratamiento que ayuda a la inactividad del microorganismo más resistente.
 
 
"La labor de este banco ha sido tan exitosa que ahora ha fomentado también la recolección y distribución de leche homóloga: la de mamás de niños internados para así alimentar a estos pequeños", señala De la Rosa.
 
 
Ello, agrega, sin duda ha disminuido los días de estancia de los niños en el nosocomio, los gastos hospitalarios y, obviamente, los gastos en fórmulas lácteas.
 
 
 
 
Congelamiento
 
 
Una vez pasteurizada, la leche materna se coloca en recipientes de diferentes tamaños y es congelada hasta su distribución. Antes es clasificada de acuerdo con la edad de los bebés de las madres donantes, siendo la más frecuente, en: calostro (hasta 7 días de vida), de transición (de 7 a 14 días) y madura (más de 14 días).  Ya pasteurizada puede durar congelada hasta un año, antes de ser pasteurizada caduca a los seis meses.
 
 
Las donantes pueden acudir a una institución de salud a que le realicen la extracción o guardar la leche congelada en su propia heladera hasta que dentro de los 15 días siguientes pase un responsable del banco. La leche es recogida manualmente por la madre o con de aparatos extractores especiales.
 
 
Cuando comenzó a funcionar el banco, recuerda la especialista, se desperdició mucha leche, pues no se conocían bien el proceso que se debía de seguir, y se aceptaba toda la leche y se almacenaba. Hoy, en cambio, se aprovecha toda y la experiencia "nos ha permitido mejorar todos los pasos. Un banco de leche humana no es cualquier cosa".
 
 
Pese a que el banco del Hospital General es pequeño, a la semana se envasan hoy ya de cinco a siete litros de leche homologa, dio a conocer la coordinadora de lactancia materna, quien lamentó que a pesar de no ser un concepto nuevo, los bancos de leche humana en México aún no tienen la difusión y reconocimiento que en otras naciones se les da.
 
 
 
 
Concientización
 
 
Además de recibir y procesar la leche materna que se dona al banco y alimentar a los bebés, el equipo de Leticia de la Rosa tiene todo un programa de trabajo directo tanto con el personal de salud como con las mujeres que están a punto de dar a luz o ya han tenido un bebé. Éste consiste, entre otras cosas, en pláticas a las mamas y futuras mamás sobre todo lo que implica el tema de la lactancia materna impartida por diversos especialistas y cuyo objetivo es apoyar, capacitar y concientizar a las mujeres sobre el tema.
 
 
Cabe señalar que actualmente los bancos de leche humana forman parte fundamental de la estrategia mundial de la UNICEF y de la OMS-OPS para estimular, fomentar y desarrollar la práctica del amamantamiento.

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