Redacción
BAGDAD, Irak.- Este sábado, un atacante suicida se hizo estallar entre una multitud de peregrinos chiítas en Bagdad y otro detonó sus explosivos dentro de un café al norte de la capital, dejando un saldo de al menos 60 muertos.
En otro hecho de violencia, en la ciudad de Mosul, francotiradores desconocidos mataron a dos periodistas del canal de televisión al-Sharqiya News, cuya línea editorial tiende a ser crítica con la mayoría chiíta y es popular entre la minoría suní.
El atentado forma parte del brote de violencia más letal que haya sucedido en Irak desde hace cinco años. El creciente derramamiento de sangre está incrementando los temores de que el país esté cayendo de nuevo en la espiral de violencia que lo puso al borde de la guerra civil en los años posteriores a la invasión estadounidense de 2003.
Hasta ahora, ningún grupo se ha adjudicado al responsabilidad de los ataques.
De acuerdo con datos del Observatorio de Libertad de Prensa, Irak es el país más peligroso para ejercer el periodismo: desde el 2003, año de la invasión estadounidense en Irak, 261 reporteros han muerto y 46 fueron secuestrados.
Con información de AP y Reuters
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