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ANÁLISIS: La Fed, secuestrada por la política presupuestal



Esteban Rojas H.

En su penúltima reunión del año, la Reserva Federal de los Estados Unidos no tiene muchos argumentos que pueda esgrimir para justificar un cambio en su política monetaria. Incluso, en esta ocasión, su actual presidente, Ben Bernanke, quizá tenga que compartir algo de su influencia con la primera mujer para sucederlo, Janet Yellen, aunque todavía falte que la Cámara alta la ratifique.
 
El reciente acuerdo que permitió poner fin a la parálisis parcial del gobierno estadounidense y el alza en el tope de la deuda fue solamente para ganar tiempo para continuar las negociaciones. Una aspirina para calmar el dolor, en tanto se elige un remedio más duradero.



El fantasma de una nueva crisis presupuestal perseguirá a la Fed por lo menos en lo que resta del año y probablemente a principios del siguiente.


La pasada crisis presupuestal pudo haber afectado negativamente a la endeble recuperación económica, puesto que el alargamiento de las discusiones de tipo fiscal son un elemento de incertidumbre que limita el margen de maniobra de la Fed, dado que no le permite establecer con precisión cuáles serían la repercusiones de un nuevo acuerdo de tipo fiscal y de la estrategia para elevar y después reducir el nivel de apalancamiento de la economía.
 

Por si fuera poco, los últimos datos económicos han mostrado una economía en proceso de recuperación, pero a una marcha lenta, sin alejar del todo el riesgo de una posible recaída.
 
Todo el escenario parece apuntar a que el miércoles la Fed mantendrá sin cambio su actual política de compra de bonos por un monto de 85 mil millones de dólares.
 
En tanto que la tasa de fondos federales continuará en mínimos históricos dentro de un rango de 0.0 a 0.25 por ciento.
 
En México, el anuncio del Banco de México de dar por terminado su actual ciclo de baja en su tasa de referencia puede contribuir a que las tasas de interés en el mercado estén cerca de alcanzar su piso.
 

De esta manera, se prepara el terreno para un posible cambio en la dirección de los flujos de capital del exterior, lo cual puede acontecer una vez que la Fed empiece a retirar sus estímulos monetarios, probablemente antes de que finalice el primer trimestre del 2014.
 

Para la subasta primaria de valores gubernamentales número 44 del año, es posible esperar un resultado mixto.
 
El denominado bono M, con vencimiento en diciembre del 2023, probablemente su tasa pueda experimentar una baja de alrededor de 0.40 puntos.
 

El rendimiento de los Cetes puede mostrar algunas resistencias para seguir bajando, sobre todo después de varias semanas consecutivas en franca caída.
 
 

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