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ANÁLISIS: Extranjeros se atrincheran en instrumentos de deuda de corto plazo


 
 
Esteban Rojas H.
 
La tenencia de los residentes en el exterior de deuda gubernamental, denominada en pesos está teniendo una rápida metamorfosis en cuanto a su horizonte de inversión, sobre todo después de la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de empezar a reducir la inyección de dinero en el circuito financiero.
 
Del 2 al 23 de diciembre, los residentes en el exterior compraron Cetes, instrumentos con vencimiento hasta a un año, por un monto de 117 mil 40 millones de pesos, equivalentes a 9 mil 698 millones de dólares, con lo que su tenencia escaló a un nuevo máximo histórico de 587 mil 130 millones de pesos al pasado 23 de diciembre, de acuerdo a las últimas cifras publicadas por el Banco de México.
 
En tanto que en instrumentos con vencimiento superior a un año, como los denominados bonos a tasa fija (bonos M), los residentes en el exterior disminuyeron su tenencia en 64 mil 726 millones de pesos, semejante a 3 mil 274 millones de dólares, en el mismo plazo de referencia.
 
Cabe destacar que en la estructura, los bonos M significan 62.86 por ciento del total del papel de deuda gubernamental en manos de extranjeros, en tanto que los Cetes significan 32.21 por ciento.
 
Otros instrumentos de largo plazo, como los Udibonos, que cubren contra incrementos en la inflación, también han perdido brillo entre los extranjeros, al experimentar una reducción por un monto de 8 mil 566 millones de pesos, en el lapso mencionado.
 
El cambio en el horizonte de inversión de los extranjeros ha permitido, hasta ahora, que no se registre una salida significativa de este tipo de recursos, pero será necesario mantenerse alerta, dado que una salida de este tipo de capitales se mantiene latente y se conforma como uno de los principales riesgos a enfrentar en el presente año.
 
El mayor énfasis de parte de los residentes en el exterior por instrumentos de menor plazo de vencimiento se debe a la necesidad de disminuir su riesgo, al preferir instrumentos con una mayor liquidez.
 
La postura defensiva se explica por los cambios en la liquidez en el circuito financiero, al disminuir la compra de bonos por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, a partir de este mes.
 
El cambio en la política monetaria de la Fed ha originado presiones alcistas en las tasas de interés en los bonos estadounidenses, lo que ha disminuido la competitividad de sus similares en México.
 
Los instrumentos de largo plazo son más susceptibles de verse afectados negativamente por un alza en las tasas de interés.
 
Es probable esperar que la Fed siga disminuyendo gradualmente su tenencia de bonos en los próximos meses, lo que tendrá repercusiones en la asignación de flujos internacionales de capitales, lo que puede afectar negativamente a naciones como México.
 

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