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ANÁLISIS: Banxico puede flexibilizar política monetaria


Esteban Rojas H
 
La velocidad con que se viene deshaciendo la burbuja inflacionaria y el pobre desempeño de la economía mexicana, aunado a una posible postergación en el retiro de los estímulos económicos en los Estados Unidos, son factores que mejoran el margen de maniobra para que el Banco de México pueda bajar su tasa de referencia.
 
El miércoles, el instituto central dará a conocer un informe sobre la marcha de la inflación.
 
En el documento es posible que se destaque el menor dinamismo en el aumento del Índice Nacional de precios al Consumidor y el hecho de que ya se ubica dentro del rango máximo de tolerancia del 4.0%.
 
El Banco de México ha ganado en credibilidad. A principios del pasado marzo, redujo su tasa de referencia de 4.5 a 4.0%, dentro de un ciclo alcista en los precios al consumidor. La justificación era en la confianza de que su ritmo de crecimiento empezaría bajar a mediados de año, como así está sucediendo.
 
El otro argumento consistía en que se identificaba como el principal riesgo a un débil desempeño de la economía, lo que después se confirmaría también, al darse a conocer a un decepcionante aumentó del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.8% en el primer trimestre del año.
 
Ahora, las cosas han cambiado, nos encontramos en una tendencia descendente en la inflación y el ritmo de crecimiento económico, aunque mejor, se ubica muy por debajo de lo esperado, al estimarse un anémico aumento del PIB de 2.5 % en el segundo trimestre del año, de acuerdo a la Secretaria de Hacienda.
 
La menor inflación y el lento dinamismo de la economía, inclinan la balanza para que el instituto central pueda flexibilizar su política monetaria. Un factor restrictivo para llevar a cabo un acción de esta naturaleza sería que las tasas de interés en los Estados Unidos siguieran incrementándose a mayor velocidad que lo esperado.

En el escenario de que la Fed pueda empezar a meter el freno a su política monetaria hasta el próximo año, quizá diera algo de tiempo para Banxico pueda flexibilizar su política monetaria. La acción no está carente de riesgo, pero quizá valdría la pena correrlos.
 
En otro orden de ideas, en la subasta primaria de valores gubernamentales, a efectuarse el martes, es posible que domine un sesgo a la baja.
 
En el bono M a 10 años, con vencimiento en diciembre del 2023, se espera que su tasa pueda disminuir cerca de 0.30 puntos.
 
En tanto que el rendimiento de los Cetes, posiblemente puedan experimentar una moderada baja, a la espera del resultado de la inflación correspondiente al pasado julio, la cual dará a conocer el INEGI el jueves.
 
Hasta el próximo martes

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